A Uribe no le importaría demasiado lo del "derecho a decidir" si no supiera de antemano que esa votación será una auténtica patochada, una comedura de tarro integral que ríete de los referéndums del franquismo. Aguantar aquello a pie firme, sin pestañear, era un auténtico horror, de pesadilla, y esto lleva camino de convertirse en algo de ese estilo para los que vivimos aquí. ¡Dios nos coja confesados!, que diría nuestro ínclito ministro Fernández Díaz...
Un buen artículo de Antonio Elorza en EL PAÍS (¿en qué otro diario si no?) habla un poco de este asunto. Aquí está el primer párrafo:
"Ante la gravedad del proceso independentista que se desarrolla en Cataluña, y habida cuenta de que no se trata de una tendencia secular -Cataluña no es Lituania- sino de una radicalización registrada durante el último quinquenio, cualquier observador hubiese esperado una oleada de informaciones y de espacios de discusión, impulsados tanto desde la Generalidad como desde el Gobierno de Madrid. Nada de esto ha sucedido. A partir de la Diada de 2012, sin esperar a las elecciones, el Gobierno de Mas puso en marcha el proceso independentista, asumiendo un poder constituyente, como si la Constitución no existiera salvo para colarse por el agujero del 150.2. Todos los medios a disposición del Gobierno catalán, con TV3 en primer plano, se movilizaron para impedir la expresión de cualquier alternativa. Pluralismo cero, de modo directo o por asociaciones subvencionadas. Y last but not least, redactó para "la consulta" dos preguntas encadenadas, incompatibles con la exigible claridad del voto.
Estamos así ante una forma de generación del consenso escasamente democrática, aunque clamen todos los días por "el derecho a decidir" como forma suprema del poder de la ciudadanía frente a quienes lo niegan".
Enlace: Cataluña, totalismo o democracia
Bien escogido el artículo, que, por cierto, me pasó por alto al leer el diario. Suscribo al cien por cien las observaciones de Elorza.
ResponderEliminarEl Tapir
A mi también se me pasó por alto el día de su publicación pero luego, navegando, me lo encontré. Veo que asume al cien por cien las observaciones de Elorza pero no así las del gran Uribe. Colijo que no piensa usted que ese referéndum será una especie de "festa major de Vilafranca", dicho sea con todos mis respetos para esa fiesta.
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