Pues sí, al menos en el caso de G.U. fue así, sin entrar en detalles. Lo dice Juan José Millás —entre muchas cosas de interés acerca de la iniciación a la lectura y otros asuntos— en una magnífica entrevista que le hace David Gallardo en InfoLibre, con motivo de la publicación de su novela
Solo humo. Aunque añade:
«Pero si viviéramos con esa impresión de que todo es producto del azar nos volveríamos locos, por eso fingimos que todo es producto de la planificación».
Sí, además del azar yo añadiría la necesidad. Recuerdo el libro de Jacques Monod "El azar y la necesidad". Aquel fue un libro que leí hace muchos años, muchos, y me hizo pensar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, yo lo añadiría también. Sin ir más lejos, un ejemplo que se me ocurre muy a vuelapluma: me metí como profesor de Dibujo en el mundo de la enseñanza secundaria y me hice funcionario no por vocación sino por necesidad. A partir de entonces, la arquitectura la he seguido como hobby, pero dejé de ejercerla hace muchos años.
ResponderEliminarTomo nota de ese libro, aunque en Kindle no está. Lo pediré por otro conducto. Gracias, Francesc.
Creo que está todo dicho.
ResponderEliminarUn placer leeros.
Salut
Azar y necesidad, Fracesc lo ha clavado.
EliminarSaludos.
Yo empecé a leer periódicamente cuando me compre una casa en construccion, vivia de alquiler y no tenia ni una peseta en el bolsillo. Ahí descubrí que leer me gustaba y era económicamente viable para mi, es curioso, pero es verdad. Si siempre hubiese tenido dinero en el bolso seguramente no hubiera leído ni la decima parte.
ResponderEliminarUn saludo.
Es justamente eso, el azar que le puede llevar a uno al mundo de la lectura o al abismo, o a ninguno de esos dos sitios, pero siempre por azar o por necesidad.
EliminarSaludos.