Pues sí. La entrada anterior no fue muy alegre que digamos, y no es descartable que las próximas, si las hay, lo sean menos; la cosa no pinta muy bien. Por eso intentamos hoy cambiar de tema, para no amargarnos más de lo necesario.
La Iglesia es para G.U. una
de esas cosas que... cuanto más lejos mejor (otra cosa son las creencias que uno tenga, y tenerlas siempre ayuda), aunque reconoce que algunos
elementos sueltos de esa institución ejercen una gran labor, impagable, que nadie hace en su lugar, aunque debería.
El resto de la Iglesia no le atañe ya ahora (la soportó de niño y
adolescente), salvo cuando invade territorios políticos (y claro, eso sucede muy a
menudo, muchas veces jaleando y promocionando el nacionalismo, como siempre hace), o quiere sacar los dinerillos a los
contribuyentes (a los incautos) o impone sus intolerantes criterios fuera de su competencia (y eso lo intenta sin pausa).
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El Cristo de Velázquez, en el Museo del Prado, copiado por un artista chino, en presencia de un grupo de zagales |
Por tanto, ve con buenos ojos que la asignatura de Religión NO consista en hacer
apología del cristianismo, ni por supuesto del catolicismo, pero... no es por nada, quizá alguien
tendría que enseñar a nuestros zagales (no sabemos en qué asignatura) quién fue Jesucristo o la Virgen María
y algo del antiguo y nuevo Testamento. La cultura occidental está pringada de
ello hasta el tuétano, y no digamos la historia del arte, que también, y de qué manera. ¡Tanto festejo navideño, tanto almíbar, tanto "operativo" autonómico, tanto riesgo, todo eso sin saber la mayoría de qué va esa fiesta!
Asombran las
visitas multitudinarias a los museos para ver cuadros que la gente de las
generaciones más jóvenes no tiene ni la más remota idea de lo que están
representando. No es raro, en efecto, que ante el Cristo de Velázquez vean a un
tipo en gayumbos, con barba y con las manos y los pies ensangrentados, pasándolas canutas clavado en una cruz, y quizá por eso los jóvenes se hinchan a hacerse selfies ante él; o los más pequeños se
extrañen de ver a un sujeto (el chino de la foto) copiando esa "estampa" y luego le pregunten a la "seño" qué es lo que copia eses
señol (quizá con más interés que los mayores lo hacen al guía del artículo de Javier Marías, titulado
Dos escenas didácticas).
«En un paseo por mi barrio, el de los Austrias, me siento ante un convento.
Allí está un guía con un grupito de treintañeros de aspecto normal. Les señala
la fachada de la iglesia: “Ahí está la Virgen María con el arcángel Gabriel,
la Anunciación, ya sabéis”. Cara de pasmo, lo cual lleva al guía a preguntar
algo que tiempo atrás habría sido insultante: “¿Sabéis lo que es la
Anunciación?” Respuesta unánime: “No, ni idea”. Insisto: treintañeros, no
niños ni siquiera estudiantes de instituto. El guía está tentado de abandonar:
“Bueno, no importa”. Se lo piensa un instante y lo intenta: “Lo de la
concepción de Jesucristo, ¿os suena? A María la visitó el Espíritu Santo como
paloma y así se quedó embarazada. Por eso es Inmaculada, es decir, sin
mácula”. Dos o tres inquieren sin rubor: “¿Qué es ‘mácula’?” “Pues sin mancha,
sin sexo por medio”. “Ah”, cae uno por fin, “sin consumación, ¿no?” El pobre
guía pasó pronto a otra cosa.[...]
| Fra Angélico, La Anunciación (1426), Museo del Prado | «Ya que ignoraban qué era la Anunciación y su guía había hecho amago de
explicárselo, podían haber indagado, pero les traía sin cuidado. ¿De dónde
sale tan fantástica historia? ¿Quién la inventó y por qué y cuándo? ¿Se trató
de una insólita violación colombina (de “colomba”, no de Colón, sólo faltaría
que al descubridor se le atribuyera también esa infamia) o es todo una
metáfora? ¿Cómo se lo tomó San José? (Claro que quizá tampoco supieran quién
era el marido de María.) ¿Cómo es que la gente ha creído durante siglos
semejante cuento para niños? No sé, algo. Dudo que el pobre guía hubiera
estado dispuesto a meterse en explicaciones —no era su cometido, les describía
el convento—, pero los treintañeros ni probaron a saber más. Como si fueran
individuos sin curiosidad ni tal vez mucho intelecto. Me pregunté por qué
visitaban el convento. Tal vez porque lo recomienda una página web y basta. |
Ahora se llama "Semana de la Fe". A ver si nos ponemos al día
ResponderEliminarSalut
Recuerdo que en el colegio marista donde estudié la primaria y el bachillerato -un refugio de sádicos y frustrados- había un hermano que se pasó bien bien un trimestre contándonos la travesía de los israelitas por el desierto camino de la tierra prometida. El recuerdo que tengo de ello es que me interesaba mucho, sabía contarlo dotándolo de interés y dramatismo. Pero ahora no veo -fuera de la fe concreta- qué se podría explicar de la historia del Antiguo y Nuevo Testamento. El tema es tan amplio que no sé qué se podría explicar fuera de dos o tres anécdotas esqumáticas, además que la materia de religión tendría que integrar otras religiones como el Islam, el hinduismo, el budismo. Lo cierto es que no veo, sin ser un rollo -ya sabemos cómo se dan las materias y cómo se reciben- que se pudiera abordar las diferentes historias religiosas. Y examinar de ello, claro. No creo que sirviera para mucho. Pienso que la incultura al respecto es irremediable.
ResponderEliminarSiempre he envidiado la formación en la sinagoga de los judíos hasta celebrar el Bar Mitzvah cuando alcanzan la adultez. Pienso que la formación religiosa es muy interesante para el cultivo de la personalidad humana, teniendo en cuenta de que uno al final siempre elige su camino o sus convicciones. Al margen de la cultura religiosa no hay una verdadera alternativa llamémosle humanista, solo hay centros comerciales, series, móviles, restaurantes y campos de fútbol.
Pues para mi resultó más que interesante la Geografía del Antiguo testamento, una clase que se dio en teología en primer año, y que creo fue de las mejores.
EliminarEl paso del "¿Mar Rojo? en realidad Mar Amargo por su parte más estrecha resulta de lo más convincente, sin necesidad de milagros.
La historia del Antiguo Testamento tiene todo lo que una novela puede tener. Está magnificamente documentada (II de Reyes) y prolijamente relatada (Exodo).
Un abrazo
No sere yo el que pueda presumir de tener Cultura, ni tampoco me veo capacitado para hablar sobre la enseñanza y la legislación al respecto. Pero si me repugna que un tema fundamental sea utilizado como arma política para influir en los escolares y si me produce un asco tremendo el como se ha producido esta ultima reforma (que supongo durará hasta el próximo gobierno), una reforma que se ha producido en un estado de alarma, sin debate, sin hablar con las partes indicadas y con aspectos que más que otra cosa solo pretenden uniformar a la población. Yo me crie en un colegio público donde se pegaba a los alumnos todos los días. No es un referente bueno, pero yo que no soy cristiano, ni simpatizante siquiera de la religión, creo que quitar ayudas a ciertos colegios no va a hacer mejor la Educación, por ejemplo, sino que a la larga van a empobrecer la Educación, o que los padres no podamos elegir la educación sexual de nuestros hijos.
ResponderEliminarTampoco me parece bien lo de la Eutanasia, soy partidario de ella, que conste, pero no de aprobar una ley de este calado sin debate previo, a la brava, es otra ley que durará poco.
Estamos viviendo unos meses en que metidos en un estado de alarma y una crisis brutal, el gobierno solo se preocupa de ideologizar la Enseñanza , más que procurar sabiduría y medios para alcanzarla. La Eutanasia que es un recurso muy importante se cuela por la puerta de atrás sin el necesario debate y sin el imprescindible estudio, que aglutine defensores y detractores y puntos de acuerdo y modos de aplicarla.
No me extraña en un gobierno presidido por un presimiente y con un segundo que es un activista que no piensa más que en su ideología y olvida que cuando se gobierna un país hay que hacerlo para todos, no para una parte.
La verdad es que me producen asco, nunca me había pasado, a Aznar le tuve manía y a Zapatero también, pero estos dos son para mi repugnantes.
Todo esto lo pagaremos, vaya si lo pagaremos, de hecho ya estamos pagando muchas cosas pasadas.
Un saludo.
Respecto a la enseñanza mi hijo que va a un Instituto Público dice que una profesora de Historia defendía el comunismo "a toda costa" haciendo ver que su caída era fruto de una conspiración internacional y que los habitantes de Alemania del este vivian mejor antes que ahora, como oyes. Le dije a mi hijo, que le preguntase porque el comunismo es el único sistema político que pone fronteras no para que la gente no entre en su pais, sino para que la gente no huya del mismo, y lo hizo, por lo visto la señora se quedo bastante "cortada" y mosqueada. Mi hijo es un estudiante excepcional, la verdad y creo que a la señora en cuestión se le atraganto la pregunta. A mi hijo le digo que normalmente no hay sistemas malos, solo son malos los extremos y que dentro de las posturas moderadas, de centro izquierda o centro derecha, más que el ideario, lo importante son las personas que lo ejecutan, yo pienso así, por eso defiendo las listas abiertas.
ResponderEliminarUn saludo.
Yo no sé qué les enseñan en las aulas, a tenor de lo visto, sospecho que no les enseñan NADA. De religión dicen no saber, tampoco saben casi nada de geografía, menos aún de ortografía, apenas conocen el nombre de las cosas, las ciencias y sobre todo las matemáticas les dan miedo, los profesores confunden la educación con el juego, las aulas son ludotecas, se pierde el tiempo en inculcar a los jóvenes todo tipo de consignas identitarias, ideológicas, de genero, de solidaridad ramplona... Sus apuntes parecen un compendio de panfletos y así llegan, los que llegan, a la universidad, muchos de ellos cometiendo faltas de ortografía y quejándose de la exigencia de los exámenes.
ResponderEliminarCoincido con lo que han dicho los compañeros de opinión.
Creo por otra parte que los diferentes sistemas de educación que se han ido sucediendo a lo largo de las últimas legislaturas son un fracaso, salvando honrosas excepciones de gran nivel, creo que el problema reside en los enseñantes, en los maestros y profesores, conciben la enseñanza como algo lúdico y no les pasa por la cabeza exigir con denuedo el nivel de conocimiento a los alumnos.
Saludos
Me temo que no conoces el sistema educativo desde dentro. Los profesores son el último eslabón al que no le queda ya mucho margen para hacer demasiado. Están las leyes educativas de obligado cumplimiento para los docentes y los centros educativos y que establecen unas determinadas formas de valorar a los alumnos y de enseñarles. Están las normativas autonómicas que son controladas por el sistema de inspección en cada centro. Está el director y el equipo directivo que aplican la normativa. No se puede seleccionar a los alumnos, no se puede establecer un sistema de mayor exigencia, como sugieres, porque no se ajusta al sistema y el profesor es observado sistemáticamente en su quehacer. Además están los alumnos, que son fruto de una sociedad tecnológica que carecen de capacidad de atención y de concentración. Es imposible dar un tema que dure más de doce minutos porque su cerebro no lo soporta. Son incapaces de abstracción condicionados por sus terminales móviles. Están las familias que defienden a sus retoños frente a la maldad de los profesores si se salen fuera del guion o perturban el bienestar de sus hijos. El profesor es el último mono y bien poco tiene a su discreción. Eso sí, hay centros privados que seleccionan al alumnado por disposición económica y que tienen mayor posibilidad de aplicar criterios de calidad. ¿Qué podía hacer yo en un centro en que el setenta por ciento del alumnado es de origen inmigrante -magrebí o latino o pakistaní- que viene sin nociones básicas, acostumbrados a otro tipo de vida y con otras costumbres. El profesor sobrevive, hace lo que puede -que no es mucho- y tiene que lidiar con las críticas de todos que ven en él la principal causa de la debacle educativa. Todo el mundo en este país tiene la solución para el sistema educativo, pero cada gobierno cambia las leyes educativas a su conveniencia. ¿Qué es el profesor enmedio de todo esto?
EliminarNo puedo estar más en acuerdo con Joselu. También con Cornadó, excepto cuando afirma en su último párrafo: «creo que el problema reside en los enseñantes, en los maestros y profesores, conciben la enseñanza como algo lúdico y no les pasa por la cabeza exigir con denuedo el nivel de conocimiento a los alumnos».
EliminarCon el resto también estoy bastante de acuerdo, aunque no tratan aspectos educativos, o muy tangencialmente.
Naturalmente no seré yo quien proponga un sistema educativo determinado, pero me pregunto por qué los profesores aprueban a los que cometen faltas de ortografía, por qué no se puede poner un cero redondo a quien lo ha hecho todo mal en un examen, ya sé que el programa no permite ponerlo (la nota mínima es un uno), pero sí que se pueden incluir comentarios en las notas y decir que aquel alumno es un inepto. Ya sé que los profesores lo tienen difícil y que la inspección sigue consignas como también la siguen los directores de los institutos, pero no puedo aceptar que lleguen a la Universisdad estudiantes que no saben hacer una multiplicación por tres cifras y que no saben el nombre de las cosas. Esto es dejación de políticos y de profesores.
Eliminar¿Qué es el profesor enmedio de todo esto?, pues es un eslabón más con poco poder de transmisión, pero qué pasaría si propusieran un suspenso general. Yo lo he hecho como profesor de master y ninguno de aquellos estudiantes superó el master por lo menos en aquel curso.
Saludos
Hay muchos profesores que intentan con todos los medios a su alcance que sus alumnos aprendan y ese es su objetivo. El entorno a menudo no ayuda, bueno, yo diría que impide o que dificulta mucho esa tarea. MJ
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