sábado, 5 de diciembre de 2020

"La ola" y la manipulación desde la escuela

No, no vayan a pensarse ustedes que G.U. no hace nada en todo el día. Es cierto que lo de las salidas al exterior está muy racionado. Le gusta mucho pasear por el campo, hacer fotos de edificios, de paisajes, de árboles y de plantas, sí, pero es un paciente de riesgo, no se fía de salir de casa y su condición física es solo regular, por culpa de una rodilla un punto maltrecha; por eso envidia y se deprime un poco cuando lee blogs como los de Joselu, con sus estimulantes caminatas otoñales, y se pregunta cuándo podrá volver a llevar una vida normal.

[viajeropeligro.com / simulación infográfica: granuribe50]
Pero en casa, no se piensen, no se está quieto, apalancado en la butaca. Hace diversas tareas caseras (no todas muy apetecibles), guisos varios (a veces suculentos, ya que se está acreditando como un cocinillas aceptable), lee bastante, dedica un rato al blog y ve películas por TV2, la TDT, Movistar o Netflix. Informativos, pocos, lo menos posible.

Por cierto, su hermana (nvts) le ha indicado la manera de poner subtítulos a las películas españolas; se trata de algo que uno desconocía. No sé si saben que G.U. está a punto de lanzar una campaña en change.org (o similar) para solicitar que los actores españoles actuales aprendan a vocalizar bien, dejen de hablar atropelladamente entre susurros creyendo darle naturalidad al asunto y, si aún así no aprenden, se decidan los productores a ponerles ("por defecto") subtítulos (que casi no cuesta dinero hacerlo) o, en el peor de los casos, doblarlos por gente que tenga buena dicción (siempre hubo buenos dobladores aquí, pero es más caro y ofende mucho a los actores y actrices).


Pero no nos despistemos de lo que nos trae hoy aquí. En efecto, precisamente hoy, a instancias de su hermano, un sujeto al que quizá recuerden de hace un tiempo (se autodenominaba "El Tapir"), ha vuelto a ver una película de 2008 que vio ya hace unas semanas, "La ola". La ha revisitado esta tarde, haciendo algunas "catas," y le ha vuelto a gustar, aunque en eso de los gustos... cadasqual es cadasqual, no nos hagan demasiado caso. Como suele pasar con las películas de profesores, que uno ya ha visto bastantes, es muy esquemática, pero "esto es cine, amigos, no una tesis doctoral". Nunca G.U. tuvo un alumnado tan disciplinado, pero tampoco nunca intentó manipular a nadie como ese tipo.

Captura de la pantalla de TV: El profesor de la película La ola escribe en la pizarra, al empezar el curset de "Autocracia":
"Poder a través de la disciplina; poder a través del eje común"
Pues sí, trata de un profesor de gimnasia en un instituto alemán, y la que lía ¡válgame Dios! En lo que llamábamos por aquí "Semana Cultural", el hombre se apunta como voluntario para dar clases en un taller llamado "Anarquía". El director no lo ve claro ("no queremos enseñar aquí a poner bombas") y le adjudican ocuparse de sacar adelante un curset de "Autocracia".

Y ahí empieza el quilombo, porque el tipo, un sujeto de tendencias anarquistas, se muestra tan convincente que viene a demostrarnos que un profesorcillo cualquiera que tenga ese don de manipular a los alumnos como le dé la gana, puede hacerlo sin problema, aún incluso vendiendo algo que en principio no forme parte de su ideología, como es el nazismo; pero el ego de conseguir embaucar a la gente es el ego, y eso anima a cualquier acomplejado, como en el caso del agitado profesor de la película, un tipo que lleva a término una iniciativa tan singular. 
Captura de la pantalla de TV: el profesor consigue que todos los alumnos se vistan con la camisa blanca establecida para "La ola"
«Es que "La ola" (así se llama también la película) es el grupo y yo quiero pertenecer al grupo», dice un alumno, luciendo la camisa blanca que le ha dicho el profe que debe llevar. Corolario: la manipulación ideológica es fácil, los alumnos tragan lo que se les eche (actualmente más que antes, incluso) y las escuelas convertidas en centros dedicados a eso... son un peligro; pero todas esas cosas tienen más éxito cuando quien vende el producto es un tipo convincente y sabe adoctrinar adecuadamente, como es el caso.

El antes citado Tapir', un tipo cabal (aunque forofo del Ath. de Bilbao y para eso hay que estar un poco majara), ha encontrado algunos paralelismos y comenta, entre otras cosas:

«Por ejemplo, Jordi Pujol y sus sucesores. A mí, lo las camisas blancas me recordó mucho a las camisetas amarillas que tú conoces bien. Hay que pertenecer al grupo, y el que no lo acepte es tu enemigo. Es tan fácil pasar de un sistema democrático a uno que no lo es (autocracia, en la película), siempre y cuando medie una manipulación inteligente...».

10 comentarios:

  1. No suelo ver pelis. No tengo neflix y no estoy suscrito a nada.
    Acaso alguna de Youtube, si puede ser italiana , de esas del Sordi y demás.
    Lo que nos pones lo llamo HOMOGENEIZAR.
    Una vaca cherolesa, una vaca ampurdanesa, una vaca Beredford, una vaca asturiana...Les sacas leche, la pones en un bote, le pones el saborizante, le bajas el PH, le pones el antioxidante, la esterilizas , la metes en un cartón y ya tienes una leche igual.
    Haces propaganda y dices que es "nueva" y mejor. Y son mil leches con camisa blanca, dado que las has homogeneizado.
    Esa es mi teoría, la de los abueletes que no se aguantan los meados, junto con los críos de 16 años, al lado de los de la ANC, al grito saborizante de: ¡llibertat¡. Ya los tienes...esos son los independentistas que reclaman la libertad de los políticos presos por une España mezquina y egoísta que los maltrata y les quiere quitar los derechos adquiridos y secuestrados por felipe VII, y que tan bien ha defendido la honorable familia Pujol, hoy vilipendiada.
    Un abrazo

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    1. Como haya muchos "cinéfilos" como tú (o como Francesc, que tampoco suele ver cine) mi petición a change.org va a tener muy escasos «SIGN NOW WITH A CLICK»; pocos compartirán mi brillante iniciativa...

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  2. Pasé La ola varias veces a mis alumnos a lo largo de los últimos años. Creo que está basada en un experimento conductual que se realizó en California en los años sesenta y que expresa la necesidad de pertenencia a un grupo con el cual identificarse desde estética a ideológicamente, un grupo que se cree en posesión de una verdad absoluta y cuya primera regla es forjarse un enemigo que encarna los valores demoníacos, de ahí la lucha contra el mal. Cuando escribo esto, no puedo dejar de ver a un vecino de mi barrio, probablemente una bellísima persona, el día de una diada. Llevaba una bandera con la estelada, gorra y capa con los mismos motivos. Su oronda barriga hacía que el conjunto quedara más bien patético, pero aquel hombre pronto se uniría a decenas de miles que irían igual que él y se sentiría formando parte de una idea suprema y confrontado a un enemigo maligno. Sus emociones subirían en el calor de la masa y se sentiría más grande que en su identidad pequeña cotidiana. La ola no es tan lejana de la realidad. La manipulación de las emociones forma parte de cualquier movimiento de masas que comparten esa forma de estar en el mundo y quieren distinguirse incluso estéticamente. Hay una famosa foto de una muchedumbre con el brazo alzado y en medio de ella hay un hombre que no lo alza y se mantiene con los brazos cruzados. Esto es muy peligroso, la disidencia de la masa es problemática porque estás conmigo o contra mí.

    Un saludo.

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    1. Aunque la película es de 2008 y yo todavía estaba "en el convento", creo que no se llegó a proyectar a los zagales, o por lo menos no lo recuerdo.
      La veo muy adecuada para pasarla en los institutos porque queda la cosa muy esquemática, muy clara, sin ambigüedad posible; no hay zoquete que no pueda entenderla.
      Quizá con el auge de los populismos diversos de la última década de todos conocidos (empezando por los de aquí) haya aumentado su actualidad. Yo la he visto este año por primera vez, no la conocía y me ha gustado.

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    2. [img]https://culturainquieta.com/images/1_JUAN/2017_/August_Landmesser_desobediencia_civil_valor_/August_Landmesser_desobediencia_civil_valor_2.jpg[/img]

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  3. Los alumnos son víctimas de una manipulación consciente y programada. La escuela manipula, siempre manipula y luego, los medios de comunicación continúan.
    Salud
    Francesc Cornadó

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    1. — ¿Tendremos algún día unas escuelas que no se utilicen para manipular a los alumnos?
      — Negativo. Nunca.

      Yo siempre negatifffffo, nunca positifffffo. Y no veo que la famosa ley Celáa, que una de las principales cosas que hace es suprimir lo que puso Wert, vaya en esa dirección de reducir las posibilidades de manipulación, mucho me temo que al contrario.

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  4. Si hay alguien que se lo propone y usa las tácticas adecuadas, abducir no es difícil. Numerosos ejemplos a lo largo de la historia lo demuestran. Y, una vez se ha conseguido tener un número de adeptos, la adhesión de muchos más es un hecho. MJ

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    1. Sí, conseguir los primeros adeptos es lo más difícil. Después todo se simplifica.

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  5. Pues no la he visto y me han quedado ganas. A ver si la pillo esta tarde y digo cosas...
    Muchas gracias
    F.G.

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