sábado, 23 de marzo de 2019

La Guardia Civil y las novelas de Lorenzo Silva

Esta novela, El lejano país de los estanques, la escribió Lorenzo Silva en 1995, durante un mes febril en que dio forma novelesca al sargento de la guardia civil Rubén Bevilacqua y a la guardia Virginia Chamorro. Diez novelas más han continuado la serie, desde la maravillosa El alquimista impaciente (quizá la mejor) o La Niebla y la doncella (muy buena) hasta la última, Lejos del corazón. Todas ellas se las ha zampado Gran Uribe en un plis plas.

En estos días en que el testimonio de los guardias en el juicio del procés ha despertado un cierto clima de comprensión hacia el denostado cuerpo de la Guardia Civil y también desagradables risotadas (entre algunos procesados, sus pelotillas y los tertulianos de TV3, encabezados por la quemaconstituciones Empar Moliner, por no hablar de abertzales diversos y ¡Rufián!), no le ha parecido mala idea a G.U. hacer una mención a esa serie de novelas de Lorenzo Silva, la mar de bien escritas todas ellas. No se piensen ustedes que sea fácil narrar así de bien...


Suponemos que a estas alturas ya saben que a G.U. le hubiera gustado ser detective (o criminólogo, como se dice ahora), tal como ya hemos comentado en alguna ocasión. En su defecto (en aquella época no se llevaba eso), estudió arquitectura y luego se hizo profesor de dibujo, pero sigue siendo proclive a leer muchas de esas cosas.

En la novela de la que hablamos ahora, la primera de la serie de Lorenzo Silva, se nos presenta por primera vez a los dos personajes principales. La guardia Chamorro estudia Ciencias Exactas porque tiene mucha afición a las matemáticas, le gusta la astronomía y contemplar las estrellas. Pero es difícil trabajar de astrónoma y hay que comer cada día. Por ello se mete a guardia civil, esperando acabar aquella carrera algún día. En cuanto a Bevilacqua, era un licenciado en Psicología en paro cuando decidió emprender a los veinticinco años el mismo camino y hacerse picoleto. Tomó esa determinación una tarde, mientras intentaba deglutir la Psicopatología de la vida cotidiana, de Freud, ahí es nada.

Pero dejemos que nos lo cuente Lorenzo Silva, en boca de Bevilacqua respondiendo a una pregunta de Chamorro:

Lorenzo Silva, El lejano país de los estanques, Colección Booket, 2006 (1998, Ed. Destino), págs. 82-83

7 comentarios:

  1. Gracias por la entrada, gran Uribe. Yo también me he zampado en un plis plas, y con sumo placer, todas las novelas y relatos de la serie. Coincido con usted en que posiblemente la mejor sea "El alquimista impaciente", pero destacaría así mismo "Nadie vale más que otro" -me encanta el título. y, aunque no sea de la serie, "El despota adolescente". Uno de sus relatos "La herencia del vencido" está para mí entre lo mejor de su prosa, y se su siempre certera denuncia.

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  2. No conozco "La herencia del vencido". Lo buscaré. Gracias!

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  3. Que suerte tienen de recordar los títulos de los libros leídos. Yo no, sobre todo si ha pasado algún tiempo. Me da rabia, pero es así. Y del argumento, solo retengo algunos detalles sorprendentes o impresionantes, por ejemplo, que el asesinato se cometiera con material radiactivo y a la vista. Y a veces ni eso. No es ahora por la edad, antes también. Aunque haya leído los libros con interés, como es el caso de Silva. MJ

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    1. A mí me pasa igual, MJ. En realidad, solo recuerdo el título de las cuatro que cito. También me pasa con las películas, sobre todo las que veo por TV. Aunque eso es, quizá, porque en muchos casos ni me fijo en el título.

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    2. Es un consuelo. Se lo aseguro. MJ

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  4. No sé si me he explicado bien, gran uribe, "La herencia del vencido" es uno de los relatos de "El déspota adolescente", que no es de la serie se Bevilacqua y Chamorro. Problemas del "su" en castellano.

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