Esta canción, dedicada a las víctimas de los atentados del jueves 11 de marzo de 2004, se basa en una nota sin terminar encontrada en uno de los trenes, perteneciente a una pasajera fallecida, una victima más entre las 192. La publicó La Oreja de Van Gogh en 2008 para recaudar fondos para la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo. En aquella época yo trataba mucho con adolescentes y tuvo en ellos mucho impacto (en mí, también) porque era de un conjunto muy conocido entonces, que acababa de sustituir a Amaia Montero por Leire Martínez. La canción es buena, el vídeo también, y todos ellos sabían perfectamente lo que había pasado cuatro años antes. Ahora, lo saben menos (o nada), pero sé que les sigue gustando. No me extraña que ustedes se sientan como unos adolescentes más (yo... también).
Gracias por lo de feliz retorno. En efecto, he pasado unos días en la "isla mágica", un lugar donde solo vuelan puñales en el entorno familiar pero en ningún sitio más. Allí el nacionalismo y todo ese rollo solo está en manos de... ¡los partidos de izquierdas! (vivir para ver), que lo están llevando a las instituciones y a la enseñanza, pero por lo demás, "na de na".
Aterricé ayer en Tabarnia, con tiempo suficiente para acudir a la clausura de la 8ª Fira de la Botifarra, de La Garriga, que está situada en plena Tractoria. Sorprendentemente, no estaba el doliente y quejumbroso Chis Torra por allí. Quizá fue el día antes a que le regalaran unas cuantas butifarras.
Aunque suene bastante prosaico, una de las muchas cosas que echo de menos de mi querida tierra catalana es la botifarra y, m'as concretamente, las mongetes amb botifarra. No as'i todo este asunto del proc'es, que me ha desquiciado bastante, aunque poco a poco me voy reponiendo. Nunca m'as ser'a como antes, pero, si vamos a mirar, nada en este mundo es igual que antes. Todo cambia a cada segundo (Her'aclito dixit) y, por suerte, no siempre para mal... El Tapir
Pues debo estar llegando a la adolescencia, porque esta canción, que no conocía, me ha conmovido profundamente...
ResponderEliminarEl viejo Tapir
Yo tampoco la conocía. Y me ha encantado. Será que también estoy volviendo a la adolescencia. Feliz retorno, gran Uribe.
ResponderEliminarEsta canción, dedicada a las víctimas de los atentados del jueves 11 de marzo de 2004, se basa en una nota sin terminar encontrada en uno de los trenes, perteneciente a una pasajera fallecida, una victima más entre las 192. La publicó La Oreja de Van Gogh en 2008 para recaudar fondos para la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo. En aquella época yo trataba mucho con adolescentes y tuvo en ellos mucho impacto (en mí, también) porque era de un conjunto muy conocido entonces, que acababa de sustituir a Amaia Montero por Leire Martínez. La canción es buena, el vídeo también, y todos ellos sabían perfectamente lo que había pasado cuatro años antes. Ahora, lo saben menos (o nada), pero sé que les sigue gustando. No me extraña que ustedes se sientan como unos adolescentes más (yo... también).
EliminarNo conocía esta preciosa canción ni sus circunstancias, pero me ha emocionado. Gracias, GU por insertarla.
Eliminarnvts
Gracias por lo de feliz retorno. En efecto, he pasado unos días en la "isla mágica", un lugar donde solo vuelan puñales en el entorno familiar pero en ningún sitio más. Allí el nacionalismo y todo ese rollo solo está en manos de... ¡los partidos de izquierdas! (vivir para ver), que lo están llevando a las instituciones y a la enseñanza, pero por lo demás, "na de na".
ResponderEliminarAterricé ayer en Tabarnia, con tiempo suficiente para acudir a la clausura de la 8ª Fira de la Botifarra, de La Garriga, que está situada en plena Tractoria. Sorprendentemente, no estaba el doliente y quejumbroso Chis Torra por allí. Quizá fue el día antes a que le regalaran unas cuantas butifarras.
[img]https://semproniana.net/wp-content/uploads/2019/02/buti.png[/img]
Muchas Gracias, G.U., por la canción, muy bonita, y por su vuelta, muy deseada. MJ
ResponderEliminarAunque suene bastante prosaico, una de las muchas cosas que echo de menos de mi querida tierra catalana es la botifarra y, m'as concretamente, las mongetes amb botifarra. No as'i todo este asunto del proc'es, que me ha desquiciado bastante, aunque poco a poco me voy reponiendo. Nunca m'as ser'a como antes, pero, si vamos a mirar, nada en este mundo es igual que antes. Todo cambia a cada segundo (Her'aclito dixit) y, por suerte, no siempre para mal...
ResponderEliminarEl Tapir