lunes, 14 de enero de 2019

Los chinos no tienen descanso semanal

Les cuento. Por motivos que no vienen al caso, G.U. lleva unos días bastante estresado: un poco de insomnio, mucho trabajo delante del ordenador, con el consiguiente dolor de cervicales, y, por si fuera poco, un desesperante dolor de muelas, con las consiguientes visitas odontológicas (no siempre exitosas, como veremos a continuación) que ha habido que emprender sin más dilación.

Hoy, sin ir más lejos, ha acudido a que le extirparan la muela que le tiene mártir, pero la encargada de hacerlo ha estado a punto de suprimir una de la otra mandíbula, ya que así le constaba en la nota que le habían dejado en el ordenador. Tras hacerle sentar en la chaise-longue y colocarle un gorrito verdoso, le ha hecho abrir la boca. Pero al dirigirse la sacamuelas a la zona equivocada dispuesta a todo, un inquieto G.U. ha saltado con prontitud de la susodicha chaise-longue y con voz tonante le ha advertido: «¡No se le ocurra quitarme una muela por otra!».

Tras un discreto bisbiseo en la sala contigua, se le ha comunicado que la operación quedaba pospuesta hasta que el dentista titular indicara con exactitud de qué pieza a extirpar se trata. Le ha quitado el susodicho gorrito verde y adiós muy buenas. Un verdadero fiasco. El jueves, nueva cita.

Enciclopedia Álvarez de Tercer Grado (1964), pág. 602
Por eso, al llegar a casa —bastante malhumorado por cierto— se ha propuesto relajarse y pasar una tarde de holganza, que buena falta le va haciendo, y qué mejor que la franquista Enciclopedia Álvarez de Tercer Grado, en su capítulo dedicado al descanso, para acompañarle a tal fin. Menos mal, porque si no se hubiera tomado ese receso, podría devenir, al igual que los chinos, en un ser fisiológicamente y espiritualmente inferior, si son acertadas las teorías de Álvarez.


7 comentarios:

  1. Pues menos mal que la sacamuelas no le ha dormido a usted -o, al menos, no del todo- y ha podido reaccionar a tiempo. Comprendo su mal humor, pero hay que consolarse pensando que podía haber sido peor...
    En lo referente a la "Enciclopedia Álvarez de Tercer Grado", un libro muy conocido entre nuestros coetáneos, no recuerdo haberlo tenido nunca, aunque sí recuerdo un impagable manual de urbanidad, cuyo nombre no recuerdo, en el que se contraponían, en páginas opuestas, las viñetas alusivas al "niño bien educado" con las referentes al "niño mal educado". El otro día tuve ocasión de ojearlo en casa de una amiga, que pudo rescatarlo de entre los trastos que se iban a tirar a la basura. Había un fotograma delicioso en el que se veía a un irascible "niño mal educado" arrojando una bota a la "chacha", mientras que, en la página opuesta, el "niño bien educado" ayudaba, complaciente, a cruzar la calle a una pareja de ancianos. Y así todo el libro. ¡Una auténtica joya!
    El Tapir

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    1. Recuerdo esos manuales y lo que se me quedaba más grabado de ellos por lo impactante era la actitud del niño mal educado... Pateando a un perro, pisando un charco para se moje todo el mundo, tirando la bota a la muchacha de servicio...

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    2. Lo que me encantaba del manual era el contraste entre el impresentable "niño mal educado" y el empalagoso "niño bien educado", aunque, evidentemente se me quedó más grabada la actitud del mal educado. El mal siempre tiene más impacto que el bien. La literatura, el cine, el teatro no serían lo que son sin la presencia del mal; el bien es muy aburrido.
      El Tapir

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  2. Ahora lo más importante es que te mejores. Un poco de paciencia y descanso son el remedio de casi todo. Ah! y sobre todo no hacer caso a la charlatanería ambiental.
    Salud
    Francesc Cornadó

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    1. Gracias, Francesc. Seguiré tus consejos en lo que se refiere a la paciencia y el descanso. En cuanto a lo de la charlatanaría ambiental, es difícil sustraerse a ella. Todo lo que nos llega a través de los diferentes medios es a cargo de gente con intereses o de patanes berreantes que han encontrado en las redes la plataforma ideal para denigrar, insultar, emitir sus frases (pocas) presuntamente inteligentes, o para reproducir y hacer rebotar las gansadas que dicen otros.

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  3. Y a mí que no me gustó nunca la Enciclopedia Álvarez...Claro que nunca es tarde y si aún hay algo en ella que me enseñe (de la vida) estoy receptivo. Pues ya se pueden ir preparando los españoles del futuro (o como quiera se llamen en el futuro), ya lo dice la Biblia: la tierra ignota de donde más allá está el Océano misterioso la heredarán los chinos. Y visto el rol decisivo y number one 第一名 (Dì yī míng) que van a tomar el relevo del planeta no se ve muy descaminado tal futuro. Sic.

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  4. En el colegio, el manual de urbanidad y buenos modales cuyo nombre no recuerdo no decía nada de los chinos.

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