martes, 8 de enero de 2019

Juan José Millás y Cristina Pedroche

Juan José Millás, Lo principal / Diario de Ibiza (7/1/2019)
Recién aterrizado en Barcelona, uno casi agradece abandonar por este año esas pesadísimas reuniones familiares obligadas, que han sido abundantes, —algunas de ellas "hiperventiladas", como se dice hoy en día—, aunque esa huida sea para volver a la república del lacito (en Ibiza G.U. no ha visto ninguno, pero todo se andará) y a la rutina diaria.

En ese tipo de encuentros, la chispa puede estallar en cualquier momento, no necesariamente por temas políticos (procés y Vox, básicamente), y eso suele suceder cuando el nivel de alcohol en sangre de algunos de los asistentes empieza a doblar los límites que fija la DGT para quitarte el carnet de conducir o un montón de puntos.

Vestimentas utilizadas por Cristina Pedroche para las campanadas de Nochevieja de los últimos años
Por eso se agradecen temas secundarios de conversación en los que, si hay discrepancias, difícilmente puede llegarse a las manos como en un saloon del Far West, aunque no sabemos cómo ve todo este asunto el feminismo radical. Nos referimos al caso de la vestimenta (o desvestimenta) que suele lucir para las campanadas de Nochevieja una individua que nadie sabe a ciencia cierta a qué se dedica —Juan José Millás tampoco—, pero que se las apaña para que todo el mundo sepa quién es; hablamos de Cristina Pedroche, naturalmente. ¿Que no sabe usted quién es? ¡Hágaselo mirar!

6 comentarios:

  1. Es mucho más lista de lo que pensamos. De entrada tiene el 50% del accionariado de los tres restaurantes de su marido, el de las tres estrellas Michelin. Ella pone la pasta.
    No hay espectáculo (ahora los del diseño lo llaman eventos) en donde no esté presente. Tiene un "caché" de los más altos. Y no tiene medida de modelo, esas de 60/90/60, ni personalidad para llevar ella sola un programa; tiene, eso si, desparpajo, risas continuas de juventud, la seguridad de una posición holgada y el pensar que sacará provecho a su figura trasparentándose durante otros 5 años más, hasta quemarse, que es lo que pasará.
    Pero insisto, esta chica no es tonta, al menos invierte en ladrillo.

    PD: para fin de año me quedé en la 1. La Sra Pedroche me cansa y para ver un biquini siempre he preferido a la Raquel Wech.

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    1. O el de Ursula Andress (la que tuvo que irse amargada de Ibiza por las grietas de su casa en el barranco de Es Cubells) en "Agente 007 contra el Dr. No", con Sean Connery.

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  2. Agradable a la vista y espabilada. Sus "vestimentas" para presentar el comienzo del año, atrevidas. Creo que consigue lo que pretende.
    Me pregunto cómo puede aguantar el frío en un balcón de la Puerta del Sol en Nochevieja ataviada de esa guisa. MJ

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    1. Suele ir con una especie de bata larga, pero, aún así, yo también me lo pregunto, y Doña Perpetua mucho más.
      https://granuribe50.blogspot.com/2018/01/tintin-tabarnia-fuigdemont-y-pedroche.html

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  3. Con unas copas de más y unos emolumentos más que suculentos aguanta cualquiera.
    Nvts

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  4. Yo también me lo pregunto. Me entran escalofríos sólo con verla. Y lo que no me explico, o más bien me resisto a entender, es cómo logra conseguir lo que se propone.

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