viernes, 13 de octubre de 2017

Noche triste de octubre


                                                                                                                          A Juan Marsé


Definitivamente
parece confirmarse que este invierno
que viene, será duro.

Adelantaron
las lluvias, y el Gobierno,
reunido en consejo de ministros,
no se sabe si estudia a estas horas
el subsidio de paro
o el derecho al despido,
o si sencillamente, aislado en un océano,
se limita a esperar que la tormenta pase
y llegue el dia, el día en que, por fin,
las cosas dejen de venir mal dadas.

En la noche de octubre,
mientras leo entre líneas el periódico,
me he parado a escuchar el latido
del silencio en mi cuarto, las conversaciones
de los vecinos acostándose,
todos esos rumores
que recobran de pronto una vida
y un significado propio, misterioso.

Y he pensado en los miles de seres humanos,
hombres y mujeres que en este mismo instante,
con el primer escalofrío,
han vuelto a preguntarse por sus preocupaciones,
por su fatiga anticipada,
por su ansiedad para este invierno,

mientras que afuera llueve.
Por todo el litoral de Cataluña llueve
con verdadera crueldad, con humo y nubes bajas,
ennegreciendo muros,
goteando fábricas, filtrándose
en los talleres mal iluminados.
Y el agua arrastra hacia la mar semillas
incipientes, mezcladas en el barro,

árboles, zapatos cojos, utensilios
abandonados y revuelto todo
con las primeras Letras protestadas.


Jaime Gil de Biedma



5 comentarios:

  1. Paso de la indignación a la tristeza. Luego vuelvo a lo mismo como en un círculo vicioso. MJ

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  2. ¡Qué bien describe nuestro estado de ánimo!
    nvts

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  3. Un poema de rabiosa actualidad, sí. Así nos sentimos. Está visto que "La poesía es un arma cargada de futuro". Yo también paso de la indignación a la tristeza, aunque últimamente me permito algún momento de esperanza. Sobre todo, al oír voces como la de Marsé, y otros muchos. Cada vez más...

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