Mira, qué razón, si pudo, la del republicano de la Primera. Yo necesito mi pensión de aquí para vivir así que por lo tanto solo me queda o travesía del desierto o exilio interior. Pero me ratifico en la sinceridad de Figueras. Añadiría más: que dejen de tocarnos las gónadas los que labran el desastre.
Mira, qué razón, si pudo, la del republicano de la Primera. Yo necesito mi pensión de aquí para vivir así que por lo tanto solo me queda o travesía del desierto o exilio interior. Pero me ratifico en la sinceridad de Figueras. Añadiría más: que dejen de tocarnos las gónadas los que labran el desastre.
ResponderEliminarHermosa frase que no pierde vitalidad.
ResponderEliminarsalut
Pues sí. Cada uno está hasta lo que puede. MJ
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