Ante la huelga 'general' de mañana

La verdad es que Gran Uribe no sabía qué decir hoy porque, a pesar de estar lejos, duerme bastante mal y está confundido. Pero ha acudido en su auxilio un gran amigo, que le ha solucionado la papeleta. Les cuento:

Este buen amigo suele acudir una vez por semana a tocar la guitarra con un grupo, en el casal de un pueblo cercano a Barcelona donde hay un monasterio. Allí todos son independentistas a tope, claro, menos él, pero ha procurado no significarse en ese tema porque lo que quiere es tocar la guitarra y punto.

Pero, según le ha contado a este bloguero, ya en el último encuentro del jueves pasado no había manera de acabar un tema musical sin que éste estuviera salpicado de encendidas proclamas, llegando incluso a pretender organizarse, en pleno ensayo, una performance delante de un colegio en la noche del 1-O.

El hombre, ya hasta los h*****, no pudo evitar decir al fin lo que pensaba, muy atinado por cierto, porque tiene labia y no es nada tonto. El caso es que, desde el domingo, el grupo de WhatsApp que abarca a ese grupo de músicos no ha dejado de inundarle de frases altisonantes, fotos de sujetos presuntamente heridos por la Guardia Civil y todo eso.

Estamos viviendo una gran farsa, en las que unos actores se han sabido mover con más picardía (no es raro: llevan cinco años planificando) que otros (que se fumaban un puro leyendo el MARCA), aunque eso no invalide la causa de estos últimos y bendiga la de los primeros, Dios nos libre.

De todo eso quizá hablaremos otro día (o no), pero el caso es que nuestro hombre (le conocen ustedes porque estuvo comiendo en Mari Vega, buen sitio y buena tierra), ha respondido por vía WhatsApp al más sensato de esos músicos. Y lo hace con ocasión de que, según ha oído decir G.U., hay convocada para mañana una huelga muy extraña en Cataluña, porque está organizada desde arriba y pretende hermanar a banqueros, empresarios (pequeños), algún sindicato, curitas, funcionarios, comerciantes, trabajadores y pringados diversos, etc., etc., etc.

A ese respecto, dice mi amigo (en un escrito que, a pesar de su gran equilibrio, no es descartable que le cueste el poder seguir con su afición en ese ámbito; así está el patio) lo siguiente, incluyendo una frase extraída de este blog (¡gracias!) y adobado con la letra de "Fiesta", la excelente canción de Serrat, para G.U. una de las mejores que haya hecho nunca:

[Traducimos del catalán:]

«Alberto, perdón que me dirija  a ti porque eres el más expresivo y comunicativo, pero lo escribo en este Whatsapp porque es una reflexión que no escondo. Para mí, son días tristes. Y, como dice un gran amigo: "Teníamos una sociedad catalana pacífica, agradable, con gente cabal y con una aceptable calidad de vida y lo han tirado todo por la borda. Y los días posteriores, ni les cuento". ¿Tenemos la jornada histórica que tanto deseábamos? Un conflicto social que nos hará dejar en segundo plano las injusticias laborales, desigualdades, corrupciones diversas, la incapacidad de los políticos, etc. Un gran acto lleno de símbolos y sentimientos, sin darnos cuenta  de que lo bueno y malo que tienen éstos es que nos traicionan con sus contradicciones, porque hacen que no nos exijamos más explicaciones. Ayer no ganó nadie; en todo caso, los dirigentes políticos de ambos lados son los que se salieron con la suya, porque mañana, día de huelga general,  "el pobre y el villano se darán la mano", pero la realidad es que  pasado mañana se habrá pasado la fiesta».

Mejor nos lo recuerda Serrat en su estupenda canción "Fiesta":

Vamos subiendo la cuesta 
que arriba mi calle 
se vistió de fiesta. 

Y hoy el noble y el villano, 
el prohombre y el gusano 
bailan y se dan la mano 
sin importarles la facha. 

Juntos los encuentra el sol 
a la sombra de un farol 
empapados en alcohol 
magreando a una muchacha. 

Y con la resaca a cuestas 
vuelve el pobre a su pobreza, 
vuelve el rico a su riqueza 
y el señor cura a sus misas. 

Se despertó el bien y el mal 
la zorra pobre vuelve al portal, 
la zorra rica vuelve al rosal, 
y el avaro a las divisas. 

Se acabó, 
el sol nos dice que llegó el final, 
por una noche se olvidó 
que cada uno es cada cual. 

Vamos bajando la cuesta 
que arriba en mi calle 
se acabó la fiesta.

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Bueno, ahora veamos y escuchemos a un Serrat en plena forma abordando esa canción mítica: