viernes, 18 de abril de 2014

Gabriel García Márquez

Se nos ha ido uno de los grandes y estamos un poco más solos, hermanos.

García Marquez en su casa de Cartagena de Indias / Foto de Daniel Mordzinski
Fragmento de una entrevista que le hizo Tomás García Yebra en 1991

—Antes, cuando era una persona normal y espontánea, quedaba con alguien para almorzar y bromeábamos de cualquier insignificancia y nos lo pasábamos estupendamente. Ahora, cuando llego a un restaurante, hay veinte personas esperándome, como si fuese una atracción de circo. Y no sólo eso: durante el transcurso de la comida esperan la frase inteligente, la ocurrencia magistral. ¡Agotador!
Conan Doyle acabó renegando de Sherlock Holmes. El personaje terminó devorando a su creador. ¿Le ha ocurrido a usted algo parecido?
—Yo no reniego de 'Cien años de soledad'. Me ocurre algo peor: la odio.
¿Por qué?
—Está escrita con todos los trucos de la vida y con todos los trucos del oficio. Eso no lo ha sabido ver ningún crítico. Los críticos tratan de solemnizar y de encontrarle el pelo al huevo a una novela que dice muchas menos cosas de lo que ellos pretenden. Sus claves son simples, yo diría que elementales, con constantes guiños a mis amigos y conocidos, una complicidad que sólo ellos pueden entender.
—¿Sostiene que 'El otoño del patriarca' es muy superior a 'Cien años de Soledad'?
—Con diferencia. Aquí, en cambio, los críticos, ni han sabido leerla ni han sabido interpretarla. Decepcionante.


En fin, el que esto escribe se dispone "a la voz de ya" a releer (como pequeño homenaje a quien se nos acaba de ir) "El coronel no tiene quien le escriba", una novela especialmente entrañable.

1 comentario:

  1. Entrañable también "El amor en los tiempos del cólera". Te la recomiendo muy mucho, gran Uribe.

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