Bueno, hoy sumamos dos nuevos fallecidos después de ser reducidos por los mossos d´esquadra: Alfonso Bayard, en Barcelona, y otro en Salou del que no tenemos ni nombre ni foto, de momento. Juan Antonio Benítez les precede en la lista y Ester Quintana, aunque no murió, se acordará de ellos toda su vida. Todo eso en la calle, por no hablar de lo que pasa en sus calabozos...
Vamos a ver: ¿Qué hacen esos inútiles?
En la calle Joan Gamper, de Barcelona, para disuadir a tres indefensos okupas trajeron ¡30 furgonetas de antidisturbios! Para reducir a éstas dos personas que citamos, Bayard y Benítez, se emplearon unos ocho mossos per cápita, con métodos harto discutibles. Ignoramos el brillante "operativo" para el que ha muerto en Salou, pero si para "hacer recapacitar" a un pobre alumno del instituto de mi compinche —que estaba bastante "desfasado", es cierto— trajeron a seis o siete de esos individuos, en este caso serían por lo menos el doble.
A la gente que, por los motivos que sea, se encuentra en ese estado de alteración parece que es de cajón que no se la debería intentar reducir de ese modo, diga lo que diga el señor Espadaler o su ilustre predecesor Felip Puig (el presidente del CNI catalán), otros dos inútiles, por cierto, cuya única función conocida es la de tapar las verguënzas de sus empleados. Hacen bueno al propio Fernández Díaz, que ya es decir.
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