jueves, 20 de agosto de 2020

Leyendo un buen libro de cuentos

G.U. sigue un poco enclaustrado y sale poco. Está llevando una vida tranquila, viendo algún partido de fútbol, caminando por el pasillo o haciendo bicicleta estática. Hace labores, cocina, ejercita la "siesta de pijama y orinal", ve alguna película o serie y, sobre todo, se ha aficionado a leer en ese aparatejo llamado Kindle, que no le pesa, no le cansa la vista y no le ocupa espacio en casa. Las páginas fluyen casi sin sentirlo cuando el libro es bueno. Hasta hace unos meses éramos enémigos acerrimos de ese invento, pero las circunstancias nos han hecho cambiar. Lo sentimos por los libreros, pero...

El mismo sitio, las mismas cosas
(Portada)
A lo que vamos. A G.U. no le gusta nada recomendar libros, ya saben ustedes, "cada cual es cada cual" en esto de la lectura, pero cuando pilla alguno que le impacta especialmente no tiene reparo en decirlo aquí. El caso es que acaba de leer un libro de cuentos que le ha gustado mucho, por su originalidad, por su sencillez y por lo bien contadas que están las historias, con una escritura muy limpia y eficaz. Hablamos de El mismo sitio, las mismas cosas, de Tim Gautreaux (Ed. La Huerta Grande, 2018). Ya su novela El paso siguiente en el baile era muy buena, pero estos relatos están todavía mejor, en su modesta opinión.

Como en todo libro de cuentos, siempre hay alguno que flojea un poco ("El cielo en las Vegas"), pero la mayoría son estupendos, y no solo el que da nombre al libro. También "Esperando las noticias de la tarde", "Gente en la carretera vacía", "El fumigador", "Volver", entre otros. Las llanuras y las marismas del delta del Mississipi, las desvencijadas casas de madera sobre pilotes y con porche, las viejas furgonetas pick up y las barcas; los abuelos, la familia, la gente trabajadora y la solidaridad, los explotadores y los explotados, la sequía y la humedad, las maquinarias averiadas que siempre acaban teniendo quien las arregle...

[Pikist / granuribe50]
Pero dejemos explicarlo a José Mª Guelbenzu, un crítico literario al que G.U. tiene en gran estima, porque libro que recomienda él, libro que le agrada. Escribe lo siguiente en "Babelia", de EL PAÍS, en su comentario titulado Oro molido.

«Gautreaux suele comenzar sus relatos con un acontecimiento extraordinario, un golpe de efecto que atrae inmediatamente la atención del lector, a partir del cual va desarrollando con progresiva sencillez una historia sugerente de fondo moral en el terreno de las relaciones humanas, sea en el ámbito familiar o en el laboral y siempre en ese sur donde la gente se conoce y está al tanto de las vidas de sus vecinos. Gente de escasos medios, acostumbrada al esfuerzo y al sacrificio, pero con una conciencia de la hospitalidad o la vecindad muy acentuada, lo que hace que en sus historias la dureza vaya de la mano de lo humanitario.

El mundo de estos relatos es rudo y difícil, y sus personajes tienen ilusiones o metas que no son heroicas, sino más bien dramáticas, teñidas de un delicado sentido del humor que se desliza entre líneas, todo lo cual exhala una medida comprensión por parte del autor. Un autor que además tiene el don de concebir imágenes de expresiva belleza. [...] 

Sus personajes suelen estar contrastados: padres e hijos, abuelos y nietos, luchadores con experiencia y sentido común y gruñones o resentidos reconcomidos por un rencor de clase; los hay incapaces de vivir porque no entienden por qué las cosas no pueden ser como antes y los que poseen un instinto natural de adaptación. Y todos los relatos están impregnados de la atmósfera sureña que se corresponde con esos años sesenta. Por cierto que sus descripciones de toda clase de maquinaria como herramienta de trabajo son tan impresionantes como las mejores descripciones llenas de sensualidad que uno pueda encontrar de los campos y paisajes de Luisiana».


Aquí tenemos las primeras líneas de los dos primeros relatos, en imágenes tomadas del ebook:

Tim Gautreaux, "El mismo sitio, las mismas cosas", comienzo

Tim Gautreaux, "Esperando las noticias de la tarde", comienzo



Y, para cerrar el asunto, una música cajun que ilustraría bien el ambiente de la novela El paso siguiente en el baile.


2 comentarios:

  1. He leído la novela, pero no los cuentos: lo haré pronto. La novela "El paso siguiente en el baile" está muy bien, es original y me ha gustado mucho, pero solo un pero: tiene una descripción un poco farragosa del momento en que el protagonista queda encerrado en la caldera. Muy bien el vídeo, expresa el espíritu de lo que describe el autor.
    Muchas gracias
    F.G.

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