jueves, 28 de marzo de 2019

Sobre el "Manifiesto Koiné"

El Manifiesto Koiné surgió en 2016, cuando ya se estaban preparando las Estructures d´Estat de cara a las jornadas de septiembre y octubre de 2017, de infausto recuerdo, y que están sometidas a juicio en el Supremo, como ya saben.

Lluís Bosch lo comenta una vez más en su entrada de hoy, titulada Koiné o la irresponsabilidad. G.U. está de acuerdo al cien por cien con lo que dice Lluís, "como no podía ser de otra manera". El manifiesto, que reproducimos más abajo traducido al castellano (para los que nos siguen "allende nuestras fronteras" —catalanas—), puede servir de aviso a los navegantes de lo que tiene pensado hacer el procesismo en materia lingüística una vez implementada la republiqueta.

[...] «Solo hace falta leer el manifiesto Koiné o las continuas algaradas de uno de sus más furiosos redactores, el traductor Pau Vidal, un traductor que anda siempre enfurruñado, cabreado con el bilingüismo y contra los que hablan castellano en Cataluña. A mi me duele esa actitud, que me parece poco realista pero sobretodo injusta. 

Por no hablar de que es una actitud que parte de la superioridad de una comunidad lingüística, superioridad y legitimidad y no sé cuantas prerrogativas más. Vidal y los suyos quieren eliminar el idioma castellano de Cataluña en nombre de unos argumentos que prescinden de la historia, de la verdad, de la ciencia. Que se remiten al esencialismo, al supremacismo, a la exclusión. 

Vidal y los de Koiné viven obsesionados con la desaparición de la lengua catalana, en un estado de cabreo permanente. No se acuerdan de que la lengua catalana es la lengua de las escuelas catalanas, que jamás esa lengua dispuso de tanta protección legal e institucional, de tantas prerrogativas. De que es la lengua de la administración del estado en Cataluña (es decir, la autonomía), que dispone del canal de televisión público más caro de España, de que las editoriales reciben subvenciones por publicar en catalán (pregúntenle al señor Torra, que algo de eso sabe). En toda la historia de la región catalana, jamás la lengua catalana había sido tan cuidada, tan sufragada, tan promovida por el aparato estatal y sus leyes». [...]


MANIFIESTO KOINÉ

POR UN VERDADERO PROCESO DE NORMALIZACIÓN LINGÜÍSTICA EN LA CATALUÑA INDEPENDIENTE

Los abajo firmantes, estudiosos de la lengua, filólogos, lingüistas, docentes, escritores, traductores, juristas y profesionales de ámbitos afines, considerando la situación real de la lengua catalana y en la perspectiva del proceso constituyente que bien pronto comenzará en Cataluña, por el mandato democrático expresado este 27 de septiembre pasado, se creen en el deber ciudadano de exponer a la opinión pública lo que sigue:

1. Que la lengua catalana es la lengua de Cataluña, en el sentido que es la lengua endógena del territorio de Cataluña, donde se ha formado y ha evolucionado históricamente, y desde donde se extendió en los territorios contiguos del País Valenciano y las Islas Baleares. Es la lengua en que siempre ha hablado el pueblo catalán.
2. Que la lengua catalana no está «aun así» en la situación normal de una lengua territorial en el propio territorio; porque, a causa de la anexión del Principado de Cataluña al Reino de Castilla desde el 1714, el castellano, como lengua de dominación, le disputa coercitivamente este estatus de lengua territorial y ha intentado y continúa intentando represivamente de desplazarla de los ámbitos de uso lingüístico general. Igualmente acontece en el País Valenciano desde el 1707, en Mallorca e Ibiza desde el 1715 y en Menorca desde el 1802. Del mismo modo, se ha ido imponiendo el francés a los condados del norte (ahora conocidos como Cataluña del Norte), a partir de la anexión de esta parte del Principado el 1659 al Reino de Francia.
3. Constatamos también que, como suele ser típico de los procesos de dominación política lingüística, el mecanismo para conseguir la implantación del castellano en Cataluña fue y continúa siendo la bilingüización forzosa de la población. Un proceso que costó siglos y que hasta el 1939 todavía era bastante precario en cuanto a la mayor parte de las clases populares. El régimen dictatorial del general Franco completó aun así en dos generaciones este proceso de bilingüización forzosa mediante la represión politicojurídica del uso del catalán, la enseñanza obligatoria y la extensión de los nuevos medios de comunicación, los dos absolutamente en castellano, y la utilización de una inmigración llegada de territorios castellanohablantes como instrumento involuntario de colonización lingüística.
4. Constatamos que el régimen constitucional del 1978 ha arreciado la continuidad de la imposición politicojurídica del castellano en Cataluña. La legislación de la Generalitat restablecida y la política lingüística consiguiente han servido para superar en ciertos ámbitos y bastante precariamente la minorización total sufrida por el catalán en manos del franquismo, pero no para revertir la norma social de uso subordinado del catalán al castellano que condiciona el uso lingüístico cotidiano de la inmensa mayoría de los hablantes y que lleva a una indefectible sustitución de la lengua del país por la lengua impuesta por el Estado.
5. Constatamos que este proceso de sustitución se ha ido acelerando, de forma que la situación actual de la lengua catalana en la mayoría de ámbitos de uso general es extremamente crítica, hasta el punto que el catalán no es a estas alturas, en Cataluña, la lengua no marcada, aquella que espontáneamente cualquier habitante emplea para dirigirse a un desconocido. Tampoco es la lengua predominante entre las generaciones de la llamada «inmersión»: en las zonas más pobladas la conocen pero la usan mínimamente. Y, en paralelo al arrinconamiento social, la degradación cualitativa, estructural, de la lengua no ha parado de crecer y va camino de convertirse en un tipo de dialecto del castellano.

DENUNCIAMOS:

1. La profunda anormalidad que significa que en Cataluña (y en todos los otros países de lengua catalana), la realidad lingüística normal en un país con inmigración aparezca en cierto modo cambiada: la lengua de la inmigración (pero solo la española) toma a todos los efectos el rol de lengua por defecto, de lengua del país, de lengua nacional, y, contrariamente, la lengua del país se va convirtiendo en privativa de una comunidad cerrada, una lengua que se va reduciendo y acabará desapareciendo, como suele pasar con las lenguas de inmigración. Esta anormalidad queda distorsionada por la mayor parte de las encuestas lingüísticas que se promueven.
2. Denunciamos la ideología política del llamado «bilingüismo», que se ha ido inoculando desde las esferas de poder a toda la población catalana desde 1978 para justificar el régimen jurídico establecido por la Constitución y el Estatuto de autonomía haciendo creer que la coexistencia de dos lenguas en Cataluña, las dos con un supuesto mismo estatus de oficialidad e igualdad de derechos, es un hecho natural, positivo, enriquecedor y democrático. En realidad, esta ideología bilingüista no es nada más que una forma de encubrir y legitimar la subordinación de una lengua a la otra y el consiguiente proceso de sustitución lingüística que sufre la sociedad catalana. La lentitud de este proceso fomenta entre la población el espejismo de que el bilingüismo social puede permitir el triunfo de la lengua minorizada y una situación de equilibrio permanente entre la lengua endógena y la exógena.
3. Denunciamos las manifestaciones de algunos grupos políticos que, bajo la capa de la ideología bilingüista, proponen para la futura República Catalana que la anormalidad lingüística actual continúe siendo garantizada y acontezca la falsa normalidad de la república.

MANIFESTAMOS:

1. La urgencia de una toma de conciencia del problema social que constituye para la sociedad catalana el desguace lingüístico creado por la dominación española, una conciencia que ahora falta en la mayoría de los ciudadanos y en muchos dirigentes políticos. Hace falta que todo el mundo entienda que uno de los grandes problemas de estado de la nueva república, quizás el más importante, será el problema lingüístico, porque afecta la base misma de la cohesión social.
2. Manifestamos la necesidad que esta conciencia lingüística informe el debate ciudadano del proceso constituyente y el consenso constitucional, si no se quiere que la nueva constitución sea una forma de cerrar en falso el problema lingüístico y dificulte o incluso imposibilite empezar a solucionarlo por las únicas vías posibles: a) la restitución al catalán del estatus de lengua territorial de Cataluña (e igualmente para el occitano en la Valle de Aran), b) la reversión de la práctica de la subordinación sistemática y generalizada del uso del catalán (o del occitano) al uso del castellano, y c) la recuperación progresiva de la genuinidad de la lengua.
3. Manifestamos finalmente la necesidad, como fruto de la toma de conciencia lingüística, de la creación de un amplio movimiento ciudadano para la normalización lingüística que reúna cada vez más voluntades comprometidas en una conducta superadora de la subordinación lingüística; un movimiento en que hace falta que vaya confluyendo todo el mundo, sea cual sea su origen y sea cual sea su lengua inicial.
4. Manifestamos la necesidad, en definitiva, de que se incorpore al proceso constituyente la voluntad de articular la lengua catalana como eje integrador de nuestra ciudadanía en un marco de asunción pública del multilingüismo como riqueza individual y social, con todas las medidas necesarias para garantizar que todo el mundo se sienta reconocido e incluido en la construcción de un país normal, también en cuanto a la lengua.


Paraninfo de la Universitat de Barcelona, 31 de marzo de 2016
Lo firman 170 sujetos (Premis d´Honor de les Lletres Catalanes, profesores, escritores, políticos procesistas y chuponcetes diversos).

3 comentarios:

  1. Es vital saber quien lo firma, G.U., de ello sacaremos las conclusiones pertinentes.
    ¿Lo firma Zafón ?...No
    Perez Andujar ?....no
    Marsé...no
    Mendoza ?...no
    Vilá Matas ?...no
    Cercás ?...no
    la Nuria Amat ?...no

    Ahh si, estarán la Rahola, el Monzó, La Empar Moliner, el Marius Serra, la Alzamora...
    Por cierto?, qué curioso, todos estos tienen columna fija en un diario propiedad de un Conde barcelonés, que es el que les paga y que pertenece al mismo estamento que ellos quieren derrocar....pero claro, el conde cobra por tiraje de diario impreso una subvención de la Generalidad en concepto de Cultura, que no se lo salta un torero, y gana más imprimiendo y tirando a la basura que vendiendo ejemplares.
    salut

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  2. Coincido plenamente con Tot Barcelona. No tengo nada más que decir.
    El Tapir

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  3. Realidad paralela a punta pala. Ni aunque se desgañiten. MJ

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