domingo, 17 de marzo de 2019

Algo acerca de «Últimas tardes con Teresa»

Tomamos prestadas unas líneas de Tot Barcelona en su entrada La gran olvidada del Bocaccio, que hoy le ha pisado a la que pensaba hacer Gran Uribe. Cosas que pasan entre colegas blogueros...

«Esta semana pasada falleció Susan Holmquist, la modelo danesa asidua de Bocaccio, que protagonizó la tan recordada foto de la portada de Marsé, "Últimas tardes con Teresa". Susan Holmquist fue quizá la menos renombrada de todos los de "posibles" que hacían posible los llenos cotidianos de la noche. Bocaccio representaba la otra Barcelona. Pocos, por no decir nadie de los barrios obreros (Ribera, Gótic, Raval, Sta. Caterina, Carmel o Nou Barris, se podían dar el lujo de acercarse a los precios de aquellos bares, rebautizados pomposamente con el nombre de "boites". Aquello estaba acotado a la burguesía barcelonesa. Maspons, Miserachs, Regás, Bofill, Rexach, Moix, Moura, Gimpera, Vergano, Senillosa y cantantes de cierto renombre, ocupaban siempre las primeras líneas de la barra. Eran la "gauche divine", o sea la "creme de la creme". De una belleza sin par, Susan Holmquist fue aquella rubia nórdica con la que soñábamos todos los "aprendices" de la época. Descanse en paz».

Poco que añadir a lo que dicen Miquel Cartisano y los diferentes comentaristas de ese post. Quizá solo la fotografía original que tomó el gran Oriol Maspons desde uno de los apartamentos de las buhardillas de la Pedrera, donde vivían los padres de la modelo Susan Holmquist (que habían sido diseñados primorosamente por el arquitecto Barba Corsini), y algunas fotografías de aquella obra, desaparecida tras la adquisición del edificio por Caixa Catalunya en 1996.

Oriol Maspons; fotografía original para la portada de Últimas tardes con Teresa, tomada desde los apartamentos de la Pedrera
Imágenes de los apartamentos de la Pedrera; enlace: Barba Corsini en la Casa Milà
Bueno, y para completar el asunto, la portada de la novela —en la edición de Seix Barral que obra en casa (de 1975)— y las primeras líneas de la maravillosa obra de Juan Marsé, en las que nos empieza a hablar de Pijoaparte.

Juan Marsé, Últimas tardes con Teresa; Ed. Seix Barral, 1975 (1967); portada y primeros párrafos del capítulo 1

8 comentarios:

  1. No había visto nunca las imágenes de los apartamentos de La Pedrera.
    Marsé retrata la Barcelona de la época con claridad meridiana y no deja indiferente a nadie.
    Pensé, ya ve ud, que con el tiempo todo sería más difuso, más ¿cómo diría?, homogeneo, y aunque las desigualdades tengan el disimulo de pasar no tan apercibidas, al menos las físicas, y me refiero a la ciudad, resulta que han crecido otras con las que yo no contaba.

    Son las metafísicas. Aquellas que duelen por no percibirse en lo material.
    Hoy ya no hay "murcianos", ni "charnegos". Hoy hay los prossesistes y los constitucionalistas. Los segundos son los de "ellos", los que pertenecen al grupo partícipe del estado opresor; los primeros son los sojuzgados, los de "tota la vida" els de casa, vamos, y los que piensan que "España ens roba".

    Han pasado muchos años, y sólo ha cambiado el continente, el paisaje. El contenido es el mismo, con el mismo mensaje, menos subliminal y con más mala leche.

    Salut y perdón por pisarle la entrada.

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    1. Perdonado estás, Miquel. Como ves, he completado lo que se decía en tu entrada...

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  2. Qué interesante lo que nos cuentas, GU. ¡Y teníamos que esperar a la muerte de la diosa para enterarnos! A mí me sigue gustando la literatura de Maré, qué se le va a hacer.

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    1. Gracias, Fackel. Como dice El Tapir, nos imaginábamos a Teresa como la chica del descapotable. Hemos tenido que esperar a la muerte de esa diosa vikinga para enteranrnos de quién era.

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  3. Inolvidables "Últimas tardes con Teresa" y su famosa portada. No sabíamos quién era esa chica del descapotable, pero nos imaginábamos a Teresa como ella... Y una auténtica pena la desaparición de los apartamentos de Barba Corsini en las "golfes" de la Pedrera. Se ve que lo de la protección de la arquitectura moderna no regía en aquella época. Incluso hoy día, no es raro que desaparezcan auténticas joyas de la arquitectura por un cierto menosprecio que todavía existe hacia todo "lo moderno". Parece como si para ser tenido en cuenta tuviera que tener al menos cien años de antigüedad.
    El Tapir

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    1. Pues sí, Tapir, una verdadera pena que los de Caixa Catalunya hicieran desaparecer los apartamentos de Barba Corsini, una joya de ese gran arquitecto, bastante ninguneado por la historia. Quizá si los hubiera diseñado un sujeto de más renombre...

      [img]https://media-cdn.tripadvisor.com/media/photo-s/02/c5/86/88/la-pedrera-mila-house.jpg[/img]

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  4. Mucha gente del Madrid de aquellos años, entre los que me cuento, percibía en Barcelona y su ambiente, una mentalidad abierta y un cosmopolitismo envidiables. Supongo que eso ya venía de lejos, pero también se debió en parte a escritores, artistas y personas, Susan Holmquist es quizás un ejemplo, que coincidieron en aquella época aquí. Es curioso, pero Marsé, en una entrevista al país de no hace muchos, bueno, unos cuantos años, se definió como un provinciano, mejor dicho un hortelano, según él. MJ

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  5. Una gran novela. Inolvidable. Y un paseo por esa Barcelona que nos recuerda MJ. Esa sí, por desgracia, ya muerta y olvidada. La novela, gracias a los dioses, permanece. Y permanecerá...

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