Bar El Velódromo (Barcelona) / [grannuribe50 (31/1/2019)] |
jueves, 31 de enero de 2019
En "El Velódromo", billar y güisquis
miércoles, 30 de enero de 2019
Arranca la serie sobre la novela "Patria"
Leemos hoy en El Diario Vasco la siguiente información, referida a la novela Patria, de Fernando Aramburu:
«Este miércoles arrancan los casting que, hasta el 7 de febrero, buscarán en Gipuzkoa a más de 1.500 personas dispuestas a trabajar como figurantes en la serie 'Patria'. La convocatoria contará con procesos de selección en diferentes puntos del territorio y estará abierta a hombres y mujeres de rasgos autóctonos. «Queremos gente de todas las edades. Vamos a recrear la Euskadi de los 80, por lo que me gustaría animar también a la gente mayor a que se presente», indica Yäel Moreno, responsable de la contratación de 'extras'. [...]
»'Patria', basada en el exitoso libro de Fernando Aramburu, será primera serie de la división española de HBO. La plataforma ya ha puesto nombre a las dos actrices que darán vida a las protagonistas: Elene Irureta y Ane Gabarain serán Bittori y Miren, respectivamente, las dos amigas que acaban separadas por el terrorismo de ETA. Aunque en el libro de Fernando Aramburu no se explica en qué pueblo sucede la mayor parte de la trama, el lector intuye que la geografía descrita coincide con la de Hernani. [...] Pero está prácticamente confirmado que el lugar elegido finalmente será Soraluze».
Bueno, se refiere a Placencia de las Armas, un pueblo al que atraviesa el río Deva, y llamado de ese modo porque allí hubo importantes fábricas de armas. No sabemos si para la serie lavarán y repeinarán un poco el asunto de que se trata; pero en fin, ojalá les vaya bien el rodaje, porque tampoco podemos saber si en ese lugar encontrarán a mucha "gente amiga" dispuesta a dar la cara o más bien se moverán en "territorio comanche".
De momento, ya tenemos a las dos mujeres, Bittori y Miren. No son papeles fáciles. ¿Qué pasó entre ellas en la novela? ¿Qué envenenó la vida de sus hijos y de sus maridos, que estaban tan unidos en el pasado? La historia de sus vidas (antes y después del asesinato del Txato —el marido de Bittori—), con sus desgarros y convicciones inamovibles, nos habla de la dificultad para olvidar en una comunidad rota por el fanatismo político.
Lean, si no, las últimas líneas de la novela...
Como Gran Uribe no quiere que se queden ustedes con mal sabor de boca (esa novela lo consigue, y de qué manera), les deja con una cantante que siempre le ha gustado, Natalie Merchant, y con la canción Motherland (‘Patria’), con algún momento que le recuerda lejanamente al inolvidable A Hard Rain's A-Gonna Fall, del Nobel Dylan.
«Este miércoles arrancan los casting que, hasta el 7 de febrero, buscarán en Gipuzkoa a más de 1.500 personas dispuestas a trabajar como figurantes en la serie 'Patria'. La convocatoria contará con procesos de selección en diferentes puntos del territorio y estará abierta a hombres y mujeres de rasgos autóctonos. «Queremos gente de todas las edades. Vamos a recrear la Euskadi de los 80, por lo que me gustaría animar también a la gente mayor a que se presente», indica Yäel Moreno, responsable de la contratación de 'extras'. [...]
Elena Irureta (Bittori) y Ana Gabarain (Miren) |
Bueno, se refiere a Placencia de las Armas, un pueblo al que atraviesa el río Deva, y llamado de ese modo porque allí hubo importantes fábricas de armas. No sabemos si para la serie lavarán y repeinarán un poco el asunto de que se trata; pero en fin, ojalá les vaya bien el rodaje, porque tampoco podemos saber si en ese lugar encontrarán a mucha "gente amiga" dispuesta a dar la cara o más bien se moverán en "territorio comanche".
De momento, ya tenemos a las dos mujeres, Bittori y Miren. No son papeles fáciles. ¿Qué pasó entre ellas en la novela? ¿Qué envenenó la vida de sus hijos y de sus maridos, que estaban tan unidos en el pasado? La historia de sus vidas (antes y después del asesinato del Txato —el marido de Bittori—), con sus desgarros y convicciones inamovibles, nos habla de la dificultad para olvidar en una comunidad rota por el fanatismo político.
Lean, si no, las últimas líneas de la novela...
Párrafos finales de Patria, de Fernando Aramburu , Coleccción Andanzas, Tusquets editores, 2016 (pág. 642) |
Como Gran Uribe no quiere que se queden ustedes con mal sabor de boca (esa novela lo consigue, y de qué manera), les deja con una cantante que siempre le ha gustado, Natalie Merchant, y con la canción Motherland (‘Patria’), con algún momento que le recuerda lejanamente al inolvidable A Hard Rain's A-Gonna Fall, del Nobel Dylan.
Where in the hell can you go far from the things that you know / Far from the sprawl of concrete that keeps crawling it's way about 1,000 miles a day? / Take one last look behind, commit this to memory and mind. / Don't miss this wasteland, this terrible place./ When you leave keep your heart off your sleeve. Motherland cradle me, close my eyes, lullaby me to sleep./ Keep me safe, lie with me, stay beside me don't go. / Don't you go. / Oh, my five & dime queen tell me what have you seen? / The lust and the avarice, the bottomless, cavernous greed, is that what you see? Motherland cradle me, close my eyes, lullaby me to sleep. / Keep me safe, lie with me, stay beside me don't go. It's your happiness I want most of all and for that I'd do anything at all, oh mercy me! / If you want the best of it or the most of all, if there's anything I can do at all. Now come on shot gun bride what makes me envy your life? / Faceless, nameless, innocent, blameless and free, what's that like to be? Motherland cradle me, close my eyes, lullaby me to sleep. / Keep me safe, lie with me, stay beside me don't go. / Don't go. |
martes, 29 de enero de 2019
Totalán, los taxis y los servicios públicos
Relacionado con de la globalización, los precios, los servicios públicos, la privatización, la competencia y todo eso, David Trueba nos da su visión de lo que ha pasado en estos últimos días en su columna de hoy. Dice, entre otras cosas:
Hubo un tiempo en que aprendías a comportarte con las películas de Howard Hawks. En ellas, las mujeres no se sometían a los hombres y ser amigo no exigía pensar igual, sino ser leal. [...] El rescate imposible del niño Julen en Totalán nos volvió a confirmar que solo los ángeles tienen alas, pero nos recordó que existe el esfuerzo colectivo innegociable.
Una sociedad consiste tan solo en eso, en una comunidad que se arrima unida para resolver sus dramas con lealtad. No fue accidental que el equipo de voluntarios lo conformaran bomberos, fuerzas de seguridad, ingeniería civil y servicios de rescate minero. Sin exageraciones mediáticas es habitual que estos equipos recuperen personas cada semana.[...]
Mientras crecía una ola de simpatía hacia la Brigada de Salvamento Minero, en varias ciudades españolas se desencadenaba una huelga bastante salvaje de taxistas.
En los miles de comentarios criticando lo excesos, se recordaban las malas experiencias en el taxi. Todo lo contrario de los VTC, se decía. Conductores elegantes, bien vestidos, atentos. Resulta un poco infantil no darse cuenta de que en un servicio recién llegado no ha dado tiempo para acumular malas experiencias, verlos pervertirse, envejecer sus trajes y empeorar sus coches.
La sumisión a lo novedoso oculta una tremenda incapacidad para recordar las muchas ocasiones en que taxistas han ayudado en accidentes, atentados, partos, urgencias, porque también lo han hecho. Del mismo modo que los mineros protagonizaron huelgas salvajes cuando aún soñaban con preservar sus empleos. Había que oír los desprecios que entonces se les dedicaba.
Se puede estar al lado de los taxistas porque ellos representan la diferencia entre un servicio público y el negocio común. La comodidad de hoy del consumidor, como ha sucedido en otros sectores, es la coartada para desmembrar derechos adquiridos. Un servicio público consiste en horarios y precios regulados. En el medio plazo, todas las ciudades que destruyeron esta regulación se encontraron con el monopolio absoluto y los precios disparados. Los males del taxi, desde la zafiedad de algunos hasta la acumulación de vehículos bajo un mismo dueño o la especulación con las licencias provienen, esencialmente, de una mala regulación administrativa. Y no de lo contrario.
Tanto PP como Ciudadanos defienden la falacia de que los servicios públicos funcionan mejor privatizados, entregados al mercado libre. Pero todo el mundo sabe que el único mercado libre es aquel que está regulado a conciencia frente a los depredadores. Más aún si el negocio se refiere a la salud, la educación, la seguridad y el transporte, los cuatro pilares de una sociedad justa. Solo cuando padecemos una tragedia somos capaces de apreciar lo que vale poseer un entramado de intereses colectivos y exigimos el músculo de lo público.
Viñeta de JM Nieto (27/1/2019) |
Una sociedad consiste tan solo en eso, en una comunidad que se arrima unida para resolver sus dramas con lealtad. No fue accidental que el equipo de voluntarios lo conformaran bomberos, fuerzas de seguridad, ingeniería civil y servicios de rescate minero. Sin exageraciones mediáticas es habitual que estos equipos recuperen personas cada semana.[...]
Mientras crecía una ola de simpatía hacia la Brigada de Salvamento Minero, en varias ciudades españolas se desencadenaba una huelga bastante salvaje de taxistas.
VTC, con su conductor abriéndote la puerta |
La sumisión a lo novedoso oculta una tremenda incapacidad para recordar las muchas ocasiones en que taxistas han ayudado en accidentes, atentados, partos, urgencias, porque también lo han hecho. Del mismo modo que los mineros protagonizaron huelgas salvajes cuando aún soñaban con preservar sus empleos. Había que oír los desprecios que entonces se les dedicaba.
Se puede estar al lado de los taxistas porque ellos representan la diferencia entre un servicio público y el negocio común. La comodidad de hoy del consumidor, como ha sucedido en otros sectores, es la coartada para desmembrar derechos adquiridos. Un servicio público consiste en horarios y precios regulados. En el medio plazo, todas las ciudades que destruyeron esta regulación se encontraron con el monopolio absoluto y los precios disparados. Los males del taxi, desde la zafiedad de algunos hasta la acumulación de vehículos bajo un mismo dueño o la especulación con las licencias provienen, esencialmente, de una mala regulación administrativa. Y no de lo contrario.
Tanto PP como Ciudadanos defienden la falacia de que los servicios públicos funcionan mejor privatizados, entregados al mercado libre. Pero todo el mundo sabe que el único mercado libre es aquel que está regulado a conciencia frente a los depredadores. Más aún si el negocio se refiere a la salud, la educación, la seguridad y el transporte, los cuatro pilares de una sociedad justa. Solo cuando padecemos una tragedia somos capaces de apreciar lo que vale poseer un entramado de intereses colectivos y exigimos el músculo de lo público.
David Trueba, Solo los ángeles; El País (29/1/2019)
La culpa de todo es de Le Corbusier
lunes, 28 de enero de 2019
Hoy hablamos de naranjas
Hoy vamos a hablar de un tema más prosaico, pero también más inquietante. Leemos en El Periódico algo de lo que los medios de comunicación no se hacen apenas eco, ocupados como están en otros asuntos de mayor interés informativo:
«La naranja española atraviesa una grave crisis que ha dejado la mayor parte de la cosecha en los árboles y en el suelo, como consecuencia principalmente de la entrada masiva de fruta proveniente de Sudáfrica, y con pérdidas que ascenderían hasta los 100 millones de euros.
El acuerdo que firmó la Unión Europea con el país africano en el 2016 fue el mazazo definitivo para un sector muy castigado ya por el cambio climático. En el acuerdo, se determinaba una reducción en los aranceles de entrada de forma progresiva hasta el 2025, cuando dejarían de existir estas tasas de importación.
Ahora el sector de los cítricos denuncia que esta fruta ha inundado los mercados y reventado los precios, por lo que muchos productores se han visto obligados a dejar perder la campaña en los árboles o en el suelo, porque era más rentable que recogerla».
Gran Uribe no entiende del asunto, aunque sí tiende a dar por válida esa explicación. Ha visto durante estos días invernales diversos supermercados inundados de naranjas de origen "Sudáfrica". Y le sabe muy mal, porque todo el País Valencià vive de los cítricos; no hay más que darse un garbeo por allí para darse cuenta de hasta qué punto.
Y no es ya por nacionalismo ni chauvinismo, o que si son mejores o peores, todo eso (aunque las de Valencia son estupendas; ni le cuento las de los árboles de casa de la suegra, en Ibiza). El caso es que el susodicho G.U. les informa de que siempre que puede tiende a comprar productos de aquí, aunque cuesten unos céntimos más. Y es que la agricultura española es "una especie en extinción" que deberíamos intentar proteger, ni que decir tiene. En eso (y en otras cosas) podríamos imitar a los franchutes. Allí no abandonan el campo ni que los zurzan.
Algunos parlamentarios europeos españoles se han decidido a plantear el asunto, aunque solo sea para justificar sus elevados emolumentos. Pero la Comisión Europea encargada de los asuntos agrícolas les ha dado "por el saco" (con perdón), al negar que la importación de naranjas y mandarinas procedentes de Sudáfrica explique la crisis de precios que están sufriendo los productores en el arranque de la temporada y que está provocando amplias protestas en las Comunidad Valenciana. Según esa comisión «no existe ningún dato estadístico que diga que haya habido un aumento de importaciones procedentes de Sudáfrica en el periodo que resulte nocivo para la producción europea».
¿A quién creer? Séase como fuere, ojo al dato; esto es un problema muy serio, seguramente mucho más que la mayoría de los que se debaten tan acaloradamente en nuestros parlamentos.
«La naranja española atraviesa una grave crisis que ha dejado la mayor parte de la cosecha en los árboles y en el suelo, como consecuencia principalmente de la entrada masiva de fruta proveniente de Sudáfrica, y con pérdidas que ascenderían hasta los 100 millones de euros.
El acuerdo que firmó la Unión Europea con el país africano en el 2016 fue el mazazo definitivo para un sector muy castigado ya por el cambio climático. En el acuerdo, se determinaba una reducción en los aranceles de entrada de forma progresiva hasta el 2025, cuando dejarían de existir estas tasas de importación.
Ahora el sector de los cítricos denuncia que esta fruta ha inundado los mercados y reventado los precios, por lo que muchos productores se han visto obligados a dejar perder la campaña en los árboles o en el suelo, porque era más rentable que recogerla».
Naranjas sin recoger en las proximidades de Xàtiva |
Y no es ya por nacionalismo ni chauvinismo, o que si son mejores o peores, todo eso (aunque las de Valencia son estupendas; ni le cuento las de los árboles de casa de la suegra, en Ibiza). El caso es que el susodicho G.U. les informa de que siempre que puede tiende a comprar productos de aquí, aunque cuesten unos céntimos más. Y es que la agricultura española es "una especie en extinción" que deberíamos intentar proteger, ni que decir tiene. En eso (y en otras cosas) podríamos imitar a los franchutes. Allí no abandonan el campo ni que los zurzan.
Algunos parlamentarios europeos españoles se han decidido a plantear el asunto, aunque solo sea para justificar sus elevados emolumentos. Pero la Comisión Europea encargada de los asuntos agrícolas les ha dado "por el saco" (con perdón), al negar que la importación de naranjas y mandarinas procedentes de Sudáfrica explique la crisis de precios que están sufriendo los productores en el arranque de la temporada y que está provocando amplias protestas en las Comunidad Valenciana. Según esa comisión «no existe ningún dato estadístico que diga que haya habido un aumento de importaciones procedentes de Sudáfrica en el periodo que resulte nocivo para la producción europea».
¿A quién creer? Séase como fuere, ojo al dato; esto es un problema muy serio, seguramente mucho más que la mayoría de los que se debaten tan acaloradamente en nuestros parlamentos.
domingo, 27 de enero de 2019
Lo decíamos anteayer (con lo de El Roto)
Sí, lo decíamos anteayer, con ocasión de la viñeta de El Roto, y hoy es Millás el que da su peculiar enfoque al asunto.
Museo del Louvre, sala de La Gioconda / [Fotografía: CHARLES PLATIAU (REUTERS) / granuribe50] |
Museo del Louvre, La Gioconda / [Fotografía: CHARLES PLATIAU (REUTERS) / granuribe50] |
Juan José Millás, ¿Quién consume a quién?, EL PAÍS SEMANAL (27/1/2019)
sábado, 26 de enero de 2019
Hoy hace ochenta años
Fragmento del editorial de La Vanguardia del 27 de enero de 1939 |
De hecho, para homenajear a Franco, eliminó 773 ediciones publicadas durante la guerra civil, numerando su edición del 27 de enero de 1939 como la 22.575 —justo la siguiente a la 22.574, que se había publicado el 19 de julio de 1936.
La guerra civil fotográfica la ganó por goleada la república, sin duda, pero para equilibrar la balanza salió a la luz hace unos meses la obra de Francisco Martínez Gascón, alias "Kautela", un fotógrafo que obtuvo diversos salvoconductos y autorizaciones para moverse con comodidad entre las filas y los altos mandos de los sublevados y que acompañó al general Yagüe en los preliminares y en la toma de Barcelona.
"Kautela, un fotógrafo en la España franquista" es un trabajo interesante, porque refleja la caída de Barcelona como nunca se había visto hasta ahora y como a muchos no les gusta recordar. Las imágenes que tomó el 27 de enero de 1939 corresponden a la misa de campaña que presidió el general Yagüe en la plaza de Cataluña, y a grupitos de barcelonesas de la burguesía catalana confraternizando con los soldados y desfilando muy ufanas en automóvil ese día por el paseo de Gracia. Tiene otras fotos tomadas unas horas antes en Esplugas, a punto de enfilar Barcelona.
viernes, 25 de enero de 2019
El Roto, las ruinas y la cultura
Viñeta de El Roto (25/1/2019) |
En efecto, no sabemos si se refiere a que la cultura está hecha una ruina (una gran verdad, por cierto) o a que la gente piensa que para culturalizarse y demostrar lo mucho que le interesan esas cosas ha de viajar hasta el "quinto coño" (sorry). Como mínimo, a las ruinas del Asia Menor (Éfeso, por ejemplo) o, si no quieren ir tan lejos, quedarse en la magnífica Villa Adriana —una opción muy recomendable—, cerca de Roma, y allí tomarse unos cuantos selfis (algo parecido a lo que hacen también en el Louvre con La Gioconda, de Leonardo, o en la Galería de los Uffizi con La primavera, de Botticelli; pocos saben quién era esa gente, pero da igual). O... quizá El Roto quiera decirnos otra cosa, quién sabe.
Y ya que hablamos de la Villa Adriana y de los Uffizi, allí hay también alguno de esos "motivos palladianos" a los que nos referíamos hace unos días. Y se ve que El Roto es un tipo culto, porque en su viñeta de hoy nos representa precisamente ese "motivo palladiano" (o "serliano", según se mire), una viñeta para la que parece haberse inspirado en el pequeño templo de Adriano.
|
| ||||
jueves, 24 de enero de 2019
Casado le pone enfermo a Gran Uribe
Casado como si hubiese ganado las elecciones... 😜 pic.twitter.com/PFzb5yLzMO— María Jesús Güemes (@mjguemes) 23 de enero de 2019
Aznar y Casado, muy contentos |
Bueno, pues resulta que, en un tema delicado como es el de Venezuela, han decidido ambos que la postura del gobierno de España debe fijarse a través de mitines populistas (como los que ha inaugurado el petimetre de la blanca sonrisa en connivencia con el del bigote ausente) y no mediante consenso internacional.
miércoles, 23 de enero de 2019
Hoy hace veinte años
Hoy, 23 de enero, hace ya veinte años
[Nieves, la madre de G.U.; San Sebastián, fecha indeterminada] |
La madre de Gran Uribe nunca perdió su ángel de mujer-niña, ni su belleza. Su alegría y su armoniosa manera de estar en el mundo la protegieron de todos los sinsabores que le tocó vivir. Era decidida y valiente.
[Pinós, 28 de diciembre de 1991 / granuribe50] |
La verdad es que estar con Patiña era una bendición, y disfrutamos de ese privilegio hasta el último día, el 23 de enero de 1999, ahora hace veinte años.
Murió sin molestar, sin haberse creado ningún enemigo y sin haberle negado nada nunca ni a nuestro padre ni a nosotros ni a sus nietos ni casi a nadie.
Sin embargo, más aún que su belleza, allí estaba su bondad alegre y tierna, esa bondad que la sustentaba y que era la esencia de un alma sin recovecos, siempre optimista. En fin, siempre pura y centelleante, como sus ojos, como su risa, como su humor, como sus imitaciones impagables de la gente a la que consideraba un poco grotesca...
Sin embargo, más aún que su belleza, allí estaba su bondad alegre y tierna, esa bondad que la sustentaba y que era la esencia de un alma sin recovecos, siempre optimista. En fin, siempre pura y centelleante, como sus ojos, como su risa, como su humor, como sus imitaciones impagables de la gente a la que consideraba un poco grotesca...
Wachet auf, ruft uns die Stimme (de la cantata BWV 140, de Bach)
[de Notenbüchlein für Anna Magdalena Bach; Grupo "Tragicomedia", dir. Stephen Stubbs]
[de Notenbüchlein für Anna Magdalena Bach; Grupo "Tragicomedia", dir. Stephen Stubbs]
Uno aún se recuerda al volver a casa ese frío día de enero, sentado en un sillón, escuchando desolado una selección del Cuaderno de Notas de Anna Magdalena Bach, sin nada que poder hacer en esas horas y preguntándose: ¿y ahora qué? Desde aquella mañana no hay casi ningún día en que Gran Uribe no la recuerde en un momento u otro, pero no puede decir nada más ahora. Sorry.
Para acabar, les dejamos con la hermosa versión para piano de esa pieza de Bach, interpretada por Wilhelm Kempff.
Wachet auf, ruft uns die Stimme (de la cantata BWV 140, de Bach) / Wilhelm Kempff, piano
martes, 22 de enero de 2019
Con la República catalana esto no pasará
¡Vaya, vaya! Tanto querer más y más competencias y cuando llega un problema de verdad... que lo resuelva Madrit.
La Generalitat no quiere saber nada del asunto |
|
|
El Gobierno central, tampoco |
lunes, 21 de enero de 2019
domingo, 20 de enero de 2019
Palladio en Vicenza
Torre Bissara y Basílica Palladiana (Piaza dei Signori, Vicenza) / Andrea Palladio (1508-1580) |
|
|
Diapositiva con una breve explicación del "Motivo de Palladio" |
Lo que hoy publicamos son diapositivas de Palladio, con su clásico "motivo palladiano", mezcla de arco y arquitrabe, un recurso del Cinquecento muy utilizado por él y por otros arquitectos (Serlio fue el primero en describirlo, en su Tratado de Arquitectura, por lo que también se lo denomina "arco serliano"), probablemente extraído del templo de Adriano, en Éfeso. Pero se hizo uso de él posteriormente, sobre todo durante el periodo neoclásico. Es el arco que el propio Diego Velázquez representa en sus dos pinturas de Villa Médicis...
Si clican en el enlace a Algargos, verán muchas más cosas de Palladio en Vicenza, y también sus villas. Por cierto, G.U. no padece el síndrome de Stendhal, pero sabe que tardará en ir por Vicenza, aunque no lo descarta, ya que le apetecería mucho darse un garbeo por allí.
Diapositiva de Alfredo García, tomada de su recomendable blog Algargos, Arte e Historia |
sábado, 19 de enero de 2019
Extremadura también existe (y Soria y Teruel)
Pasajeros de un tren Madrid-Cáceres-Mérida-Badajoz abandonados en los rastrojos "en espera de destino" |
Recientes incidentes en el tren de Extremadura |
viernes, 18 de enero de 2019
Iglesias y Errejón...c´est fini?
Todó empezó con el escrache a Rosa Díez (en 2006) que organizó el profesor Iglesias, contando con Errejón y otros alumnos/as para leer el panfletillo redactado por el eminente profe, impidiéndole dar su conferencia en la Universidad.
Fue entonces cuando se inició una bella historia que ha durado 13 años y que parece que ha acabado de modo abrupto, aunque vaya usted a saber si no es un montaje para recobrar protagonismo. El caso es que ahora Pablo (alias "Marqués de Galapagar") está triste, pero la dulce Irene Montero, Monedero, Echenique, etc. echan mierda sobre Errejón, aunque perdonándole un poco la vida con frases de este estilo: «se ha de ir del partido, pero de algo tiene que vivir el pobre», como si ninguno de ellos estuviera viviendo (y muy bien) de eso mismo.
[1: granuribe50 / 2,3,4 y 5: fuentes diversas] |
jueves, 17 de enero de 2019
En la "chaise-longue" del dentista
Hoy se ha aclarado ¡por fin! el misterio de qué muela extrarle a Gran Uribe. Mañana procederá a ello la sacamuelas.
Un selfi en la chaise-longue de la sacamuelas |
Modelos de chaises-longues: del S.XVIII; del S.XVIII; de Alvar Aalto (1936); de Marcel Breuer (1932-1934); de Le Corbusier (1928); de Alessandro Mendini (2000); de Olivier Morgue (1965). A la derecha, modelo de dentista s.XXI |
miércoles, 16 de enero de 2019
Nuevo éxito internacional de Torra
Y dale con Martin Luther King. Ya el trilero Mas quería compararse con él, y Torra no le va a la zaga. Recordemos, sin ir más lejos, sus frases de septiembre pasado: «Esta es la propuesta que hago al pueblo de Cataluña: o libertad o libertad. Y amparado en el mandato del 1 de octubre y tomando como ejemplo luchas como la de Luther King, propongo una marcha por los derechos civiles, sociales y nacionales de Cataluña», espetó por entonces, muy ufano él, en el Teatro Nacional de Cataluña.
Pues bien. Sus contactos procesistas en California se debieron de poner rápidamente a dar la matraca para que le invitaran a la Universidad de Stanford, cerca de San Francisco. Y... ¡bingo!, un tal Clayborne Carson, director de la fundación Martin Luther King (a quien Dios conserve la vista), cayó en la trampa como un inocente conejillo, invitando a un racista declarado como Quim Torra a hablar en público, al parecer durante un máster que impartía el susodicho Carson, ignorando la utilización del asunto que haría el procesismo. Eso solo le ocurre a un tontolaba, a un desinformado o a un tipo al que le ha vendido la moto ese hábil contacto procesista californiano (pagado por el Pepet i la Maria).
Muy agradecido por la invitación, Torra le ha regalado un libro sobre Catalonia y Europa y ha soltado el rollo de costumbre, pero su presencia en Estados Unidos ha pasado desapercibida, pues a la salida ha hecho las consabidas declaraciones a medios afines subvencionados, sin que se atisbara a nadie más en el horizonte.
El caso es que el periplo americano del president Torra, en el que se ha hecho entrevistar por TV3 y Catalunya Ràdio, y que se ha vendido por los procesistas como una conferencia en un organismo de gran proyección internacional, ha acabado con una carta del director del Instituto Martin Luther King, Clayborne Carson, enviada a requerimiento del diputado de Ciudadanos, Sergio Sanz. En ella se señala que ni Torra visitó ese Instituto ni fue invitado para hablar de la causa independentista, que no comparte ese centro. Recordemos que Carson ya había tachado de hipócrita a Torra hace meses por la utilización que hacía de la figura de Luther King.
Y ahora, el estafado Carson dice, entre otras cosas: «La realidad es que yo invité al señor Torra a participar en un seminario que imparto: De los Derechos civiles a los Derechos humanos, que no se celebra en el Instituto Luther King. La invitación no se había cursado para dar un apoyo a la independencia de Cataluña sino que se produjo a partir del diálogo que tuve con el presidente Torra sobre la dificultad de conciliar los sentimientos nacionalistas con el ideal universal de los derechos humanos».
Por si dominan ustedes el inglés y son fans de ese sujeto, aquí les ofrecemos a ustedes el vídeo de la conferencia de Torra, que le ha facilitado a G.U. el Govern de Catalunya:
Momento en que Torra regala el libro al engañado Carson |
Muy agradecido por la invitación, Torra le ha regalado un libro sobre Catalonia y Europa y ha soltado el rollo de costumbre, pero su presencia en Estados Unidos ha pasado desapercibida, pues a la salida ha hecho las consabidas declaraciones a medios afines subvencionados, sin que se atisbara a nadie más en el horizonte.
Un momento de la intervención de Torra en el máster de Clayborne Carson / [govern,cat / granuribe50] |
Declaraciones de Torra en EEUU |
Y ahora, el estafado Carson dice, entre otras cosas: «La realidad es que yo invité al señor Torra a participar en un seminario que imparto: De los Derechos civiles a los Derechos humanos, que no se celebra en el Instituto Luther King. La invitación no se había cursado para dar un apoyo a la independencia de Cataluña sino que se produjo a partir del diálogo que tuve con el presidente Torra sobre la dificultad de conciliar los sentimientos nacionalistas con el ideal universal de los derechos humanos».
Por si dominan ustedes el inglés y son fans de ese sujeto, aquí les ofrecemos a ustedes el vídeo de la conferencia de Torra, que le ha facilitado a G.U. el Govern de Catalunya:
lunes, 14 de enero de 2019
Los chinos no tienen descanso semanal
Les cuento. Por motivos que no vienen al caso, G.U. lleva unos días bastante estresado: un poco de insomnio, mucho trabajo delante del ordenador, con el consiguiente dolor de cervicales, y, por si fuera poco, un desesperante dolor de muelas, con las consiguientes visitas odontológicas (no siempre exitosas, como veremos a continuación) que ha habido que emprender sin más dilación.
Hoy, sin ir más lejos, ha acudido a que le extirparan la muela que le tiene mártir, pero la encargada de hacerlo ha estado a punto de suprimir una de la otra mandíbula, ya que así le constaba en la nota que le habían dejado en el ordenador. Tras hacerle sentar en la chaise-longue y colocarle un gorrito verdoso, le ha hecho abrir la boca. Pero al dirigirse la sacamuelas a la zona equivocada dispuesta a todo, un inquieto G.U. ha saltado con prontitud de la susodicha chaise-longue y con voz tonante le ha advertido: «¡No se le ocurra quitarme una muela por otra!».
Tras un discreto bisbiseo en la sala contigua, se le ha comunicado que la operación quedaba pospuesta hasta que el dentista titular indicara con exactitud de qué pieza a extirpar se trata. Le ha quitado el susodicho gorrito verde y adiós muy buenas. Un verdadero fiasco. El jueves, nueva cita.
Por eso, al llegar a casa —bastante malhumorado por cierto— se ha propuesto relajarse y pasar una tarde de holganza, que buena falta le va haciendo, y qué mejor que la franquista Enciclopedia Álvarez de Tercer Grado, en su capítulo dedicado al descanso, para acompañarle a tal fin. Menos mal, porque si no se hubiera tomado ese receso, podría devenir, al igual que los chinos, en un ser fisiológicamente y espiritualmente inferior, si son acertadas las teorías de Álvarez.
Hoy, sin ir más lejos, ha acudido a que le extirparan la muela que le tiene mártir, pero la encargada de hacerlo ha estado a punto de suprimir una de la otra mandíbula, ya que así le constaba en la nota que le habían dejado en el ordenador. Tras hacerle sentar en la chaise-longue y colocarle un gorrito verdoso, le ha hecho abrir la boca. Pero al dirigirse la sacamuelas a la zona equivocada dispuesta a todo, un inquieto G.U. ha saltado con prontitud de la susodicha chaise-longue y con voz tonante le ha advertido: «¡No se le ocurra quitarme una muela por otra!».
Tras un discreto bisbiseo en la sala contigua, se le ha comunicado que la operación quedaba pospuesta hasta que el dentista titular indicara con exactitud de qué pieza a extirpar se trata. Le ha quitado el susodicho gorrito verde y adiós muy buenas. Un verdadero fiasco. El jueves, nueva cita.
Enciclopedia Álvarez de Tercer Grado (1964), pág. 602 |
domingo, 13 de enero de 2019
Javier Cercas y los problemas ficticios
En España (y en Cataluña ni les cuento) hay muchas cosas que funcionan muy mal, además de multitud de injusticias y desigualdades de todo tipo. No nos pararemos a enumerarlas ahora, porque todos sabemos de sobra cuáles son.
En teoría, son los políticos (a los que alimentamos los que pagamos religiosamente los impuestos que nos corresponden) los encargados de darles solución. Pero no siempre sucede así. Se suelen pasar el día prometiendo en falso, repartiendo codazos o prebendas, lanzando improperios y negociando clandestinamente, a pesar de que se les llena la boca con palabras como "transparencia", "diálogo", "democracia", etc. Cogen siempre el rábano por las hojas, lanzan nubes de enmascaramiento y nos crean problemas ficticios con ánimo de que sustituyan a los reales, dado que éstos nadie parece tener la más mínima capacidad o intención de resolverlos. Uno de esos problemas ficticios o absolutamente secundarios, en opinión de G.U., es el de la dicotomía monarquía-república (pero hay muchos otros).
Javier Cercas es un tipo bien dotado de cacumen y personalidad, hasta el punto de que no se corta un pelo a la hora de decir cosas "políticamente incorrectas". Además, escribe muy bien, qué les vamos a contar. Menos mal que aún nos queda gente así. Comenta en su columna de hoy, titulada ¿Para qué sirve hoy la república?, un artículo que escribió el ilustre podemita Pablo Iglesias hace mes y medio, que llevaba por título ¿Para qué sirve hoy la monarquía?
Dice Cercas, entre otras cosas:
[...] «¿Sería mejor nuestra democracia si, en vez de una monarquía, fuera una república? ¿Lo serían la democracia noruega, danesa, sueca o británica, que también son monarquías y, a la vez, algunas de las mejores democracias del mundo? Nadie lo cree, y por eso en dichos países el dilema entre monarquía y república es irrelevante. En realidad, se trata de un falso dilema, y plantearlo equivale a ocultar los problemas reales del país tras un problema irreal: puro postureo de izquierdismo guay, a la larga letal para la izquierda. Porque lo que Iglesias debería explicar no es para qué sirve la monarquía, sino para qué serviría cambiarla por una república (aparte de para desatar una crisis política de primer orden: cambiar la monarquía significa cambiar de Constitución, ya que la monarquía es la clave de bóveda de la de 1978, y empezar de nuevo, recayendo en la espiral de rupturas que ha sido el peor error de la política española en los dos últimos siglos): ¿trocar sin más la monarquía por una república serviría para convertir España en un país más libre, más justo, más igualitario y más próspero? [...] El verdadero dilema en España no es república o monarquía, sino mejor o peor democracia, y la calidad de una democracia, hoy, no depende de si es una monarquía o una república.[...]
Todo esto lo sabe muy bien Iglesias. ¿Por qué entonces escribe lo que escribe? No lo sé. Lo que sí sé es que, como votante de izquierda, me desmoraliza que el líder de un partido de izquierda fomente problemas ficticios en vez de intentar resolver problemas reales».
sábado, 12 de enero de 2019
Savater, Vermeer y los nacionalismos
¡Ah, qué hermoso cuadro de Vermeer! Gran Uribe siempre recuerda con qué delectación nos lo explicaba el profesor Sostres en su asignatura de Historia del Arte en la Escuela de Arquitectura a finales de los años sesenta. Al releer el Despierta y lee, de Fernando Savater, nos vemos sorprendidos en las primeras páginas con un capítulo titulado "Pórtico: La tierra natal", en el que desliza una sentida descripción de La vista de Delft que compartimos totalmente.
«Ante él Van Gogh sólo podía exclamar: «¡Increíble! ¡Es increíble!». Todo un Marcel Proust se atrevió a considerarlo «el cuadro más bello del mundo». Se ofrece a nuestros ojos, instantáneamente enamorados, en el museo Mauritshuis de La Haya y fue pintado hace aproximadamente trescientos cincuenta años por el holandés Jan Vermeer. ¿Su tema? Una vista de la pequeña ciudad de Delft, donde el secreto y prodigioso artista había nacido medio siglo antes. Las aguas de un canal que refleja el cielo nuboso, en parte plomizo; el perfil sin estridencias ni gigantismos de los edificios al fondo, casas, pináculos, embarcaciones; las pequeñas figuras en la orilla, nítidas y modosas, destacándose merced a una raramente plácida luz amarilla, como amarillo es también "el pequeño trozo de pared" que allí obsesionaba a Proust. Ni la más mínima concesión a la estridencia o al pintoresquismo. Todo se hace familiar a la primera ojeada, como si fuese el pedazo de mundo que vemos desde nuestra ventana día tras día, hace muchos años. Pero en su plena transparencia todo es enigmático.
Fernando Savater no es Marcel Proust ni tampoco E.H. Gombrich (¡qué buena su Historia del Arte!); Gran Uribe tampoco lo es, pero ni falta que hace ser un gran novelista ni un experto crítico para disfrutar de las buenas obras pictóricas. Pero dejemos a Savater con su texto, que acaba enlazando sutilmente con uno de sus temas más arraigados: el nacionalismo.
»Sería pretencioso hasta lo ridículo por mi parte, que no soy Marcel Proust ni tampoco Gombrich, ofrecer una nueva clave conjetural de la sosegada maravilla que nos fascina en este lienzo. Ciertas cosas hay que verlas: y basta con verlas. Aunque si un amable impertinente me lo pregunta, le susurraré que Vermeer ha sabido pintar la tierra natal. No su tierra natal simplemente, sino la emoción de la tierra natal en sí misma, la suya, la mía, la de todos. El escenario de la infancia, el rincón insustituible en que se nos manifestó la vida. Algo sencillo, terrible como la fatalidad, hecho de gozo, rutina y lágrimas. Lo que el tiempo borrará sin misericordia, como a nosotros, pero lo que en nuestra memoria el tiempo despiadado nunca podrá del todo borrar.
La habilidad del artista no se contenta con reproducir un paisaje, sino el suave cariño que despierta en nosotros su contemplación. Es el rostro manso de aquel lugar del que nunca saldremos, aunque jamás volvamos a él. Y esa emoción nada tiene que ver con las contiendas políticas ni con el orgullo patriótico. Lo malo del nacionalismo —una de las cosas malas, porque tiene muchas— es que convierte la entrañable y melancólica afición a la tierra natal en coartada de un proyecto institucional que no sabe justificarse de otro modo. Quiere degradar una forma de amor a documento nacional de identidad. Aún peor: la mirada nacionalista no acepta la tierra natal tal como es, en su limitación y su impureza reales, sino que exige su refrendo a partir de un ideal pasado o futuro que extirpe de ella cuanto no se adecue al plan preconcebido. El nacionalista no ve ni ama lo que hay, sino que calcula lo que le sobra o lo que le falta a lo efectivamente existente. En tal exigencia reivindicativa se desvanece la tierra natal, armonía sin condiciones, y nace la patria, siempre amenazada y oprimida. Aparecen sobre todo los enemigos de la patria, porque sin enemigos el patriota no se entiende a sí mismo.
Lo que más conmueve de la vista de Delft pintada por su hijo Vermeer es que no muestra una perspectiva especialmente bella o suntuosa. Lo que ofrece es lo que es y como es, ni más ni menos, en el temblor fugitivo de la conciencia que lo acata, que no pide nada más. "Aquí por vez primera entré en la luz", parece suspirar el pintor: "Ni las sombras ni la nada podrán arrebatarme la delicia de esa aurora, limpia y pequeña". Y el milagro imperecedero es que los pinceles supieron decir mudamente "gracias" y también "bendita sea"».
Jan Vermeer, Vista de Delft (1660) / Museo Mauritshuis (La Haya) |
Fernando Savater no es Marcel Proust ni tampoco E.H. Gombrich (¡qué buena su Historia del Arte!); Gran Uribe tampoco lo es, pero ni falta que hace ser un gran novelista ni un experto crítico para disfrutar de las buenas obras pictóricas. Pero dejemos a Savater con su texto, que acaba enlazando sutilmente con uno de sus temas más arraigados: el nacionalismo.
»Sería pretencioso hasta lo ridículo por mi parte, que no soy Marcel Proust ni tampoco Gombrich, ofrecer una nueva clave conjetural de la sosegada maravilla que nos fascina en este lienzo. Ciertas cosas hay que verlas: y basta con verlas. Aunque si un amable impertinente me lo pregunta, le susurraré que Vermeer ha sabido pintar la tierra natal. No su tierra natal simplemente, sino la emoción de la tierra natal en sí misma, la suya, la mía, la de todos. El escenario de la infancia, el rincón insustituible en que se nos manifestó la vida. Algo sencillo, terrible como la fatalidad, hecho de gozo, rutina y lágrimas. Lo que el tiempo borrará sin misericordia, como a nosotros, pero lo que en nuestra memoria el tiempo despiadado nunca podrá del todo borrar.
La habilidad del artista no se contenta con reproducir un paisaje, sino el suave cariño que despierta en nosotros su contemplación. Es el rostro manso de aquel lugar del que nunca saldremos, aunque jamás volvamos a él. Y esa emoción nada tiene que ver con las contiendas políticas ni con el orgullo patriótico. Lo malo del nacionalismo —una de las cosas malas, porque tiene muchas— es que convierte la entrañable y melancólica afición a la tierra natal en coartada de un proyecto institucional que no sabe justificarse de otro modo. Quiere degradar una forma de amor a documento nacional de identidad. Aún peor: la mirada nacionalista no acepta la tierra natal tal como es, en su limitación y su impureza reales, sino que exige su refrendo a partir de un ideal pasado o futuro que extirpe de ella cuanto no se adecue al plan preconcebido. El nacionalista no ve ni ama lo que hay, sino que calcula lo que le sobra o lo que le falta a lo efectivamente existente. En tal exigencia reivindicativa se desvanece la tierra natal, armonía sin condiciones, y nace la patria, siempre amenazada y oprimida. Aparecen sobre todo los enemigos de la patria, porque sin enemigos el patriota no se entiende a sí mismo.
Lo que más conmueve de la vista de Delft pintada por su hijo Vermeer es que no muestra una perspectiva especialmente bella o suntuosa. Lo que ofrece es lo que es y como es, ni más ni menos, en el temblor fugitivo de la conciencia que lo acata, que no pide nada más. "Aquí por vez primera entré en la luz", parece suspirar el pintor: "Ni las sombras ni la nada podrán arrebatarme la delicia de esa aurora, limpia y pequeña". Y el milagro imperecedero es que los pinceles supieron decir mudamente "gracias" y también "bendita sea"».
Fernando Savater, Despierta y lee; Pórtico: La tierra natal; Ed. Alfaguara, 1998
viernes, 11 de enero de 2019
Isabel Coixet y los malditos algoritmos
Isabel Coixet [Fotografía: Chesco López] |
Isabel se pregunta cómo es que le ha llegado este anuncio, cuando la única relación que ha tenido en su vida con Marion Cotillard, la actriz que ganó un óscar haciendo de Édith Piaf, fue una conversación que tuvo con un amigo de la susodicha, con la única presencia de su perro y del móvil. A partir de esa anécdota banal, nos hace una serie de interesantes reflexiones.
Extractamos algunos párrafos del escrito de Isabel Coixet:
«Me llega un correo firmado por una prestigiosa web francesa con más de tres millones de suscriptores —no se crean que es una de esas erráticas webs cutres que previa toma de tan solo unos comprimidos, garantizan un extraordinario crecimiento del pene— que afirma que Marion Cotillard, la fenomenal actriz de La vie en rose, luce un cutis tan terso gracias a su pasión inveterada por los baños helados de asiento. Sí, al parecer, poner unas tres veces al día el perineo on the rocks proporciona solaz, descanso, detox, lozanía y un sinfín más de bondades y Marion Cotillard es —según esta web— una adepta a la práctica del bain dérivatif, que así se llama la cosa.
»Este incidente no es aislado. En los últimos tiempos, muchas personas me han contado que, después de simplemente mencionar en una conversación, un tema, un libro, una comida o un paisaje, reciben correos y anuncios que tienen que ver con la conversación que han tenido, aunque hayan sido tan solo mencionados de pasada y nunca hayan sido objeto de una búsqueda activa en la web. El colmo es una persona que soñó con una comida que nunca había probado y al día siguiente recibió vales de descuento para probarla. ¿Nos espían nuestros teléfonos? ¿Captan palabras sueltas —quizás las que incluso pronunciamos durmiendo— y las transmiten a inmensas bases de datos para que nos conviertan en meros consumidores de cachivaches, píldoras, modos de vida, bulos, estadísticas trucadas que nos hacen dudar de lo que sabemos, de lo que pensamos, lo que creemos?
[...] Ese maldito algoritmo que nos piratea desde el momento que decidimos seguir a Kim Kardashian y a su prodigioso trasero en Instagram o cuando hacemos clic en el titular más sensacionalista y que conformará nuestra forma de consumir, votar y vivir, sí creo —o necesito creer— que puede ser combatido: con “esfuerzo y codos” como decía un formidable profesor de griego que tuve hace años y con ese libre albedrío que debemos, por supuesto, cuestionarnos constantemente para saber cuánto de libre tiene, cuánto de algoritmo.
Aunque también sospecho que el gran enemigo no es el algoritmo en sí sino la predisposición humana a lo más fácil. Y ahí sí nos tienen pillados a todos: es más fácil leer medio párrafo sobre las bobadas de un cantante que se siente solo en la cumbre que dedicarle media hora a un texto que habla con fundamento del calentamiento global y del tiempo de descuento para salvar el planeta en el que estamos inmersos. Es más fácil dejarte arrastrar por la opinión de los demás que tener una opinión propia. Es más fácil vivir como te dicen que vivas que vivir como realmente piensas que debes vivir. Es más fácil destruir —la convivencia, la ética, los derechos humanos— que construir. Es más fácil jugar al Candy Crush que mirar el paisaje avanzar por la ventana del tren. Es más fácil insultar que razonar. Es más fácil el exabrupto que el silencio. Y es más fácil el silencio cómplice que decir lo que realmente piensas.
Quiero, y necesito creer, que es posible darle la vuelta a todo esto, coger por una vez el camino más difícil y menos visitado y joderle la jugada al algoritmo, aunque eso implique sacrificios y cuestionamiento y, probablemente, sudor y lágrimas».[...]
jueves, 10 de enero de 2019
Que Dios bendiga a John Ford (y a John Wayne)
Gentes que le quieren (Nvts y Tapir) le alertaron ayer a G.U. de que por TV2 estaban emitiendo La legión invencible (She wore a yellow ribbon — "Ella llevaba una cinta amarilla", que no un lacito—), de John Ford, y a ese canal nos dirigimos con prontitud. A uno le pasa como a ellos: cada día le gustan más esas películas, casi como cuando las veíamos de pequeños los domingos por la tarde en el cine Adriano. Ford Apache, La legión invencible y Río Grande... ¡qué santa trilogía!
Carteles de She wore a yellow ribbon, de John Ford |
En fin. Que Dios bendiga a John Ford (y también a John Wayne, sin el que esas películas nunca hubieran sido lo mismo).
miércoles, 9 de enero de 2019
Velázquez en CaixaForum
Hacía tiempo que Gran Uribe quería pasarse por CaixaForum Barcelona para ver la exposición "Velázquez y el Siglo de Oro", con pinturas del Museo del Prado, pero la última vez que lo intentó, recién inaugurada, resultó imposible por el gentío. Y es que el genio sevillano tiene mucho gancho, incluso en Barcelona, a pesar de que se pasó media vida pintando en Madrit para Felipe IV, un rey que reunió la mayor colección de pintura que hubo en Europa en su tiempo.
Tal como nos temíamos, Velázquez es el señuelo, porque hay pocas obras suyas. Son siete, pero se nos ha explicado que el Museo del Prado no puede prestar a la vez más de siete obras de un mismo pintor, algo que resulta lógico.
Pero las que hay son muy buenas, aunque no estén in situ ni el El aguador de Sevilla ni la Vieja friendo huevos, dos de las favoritas de este bloguero (tienen presencia virtual en una pequeña pantalla); ni, por supuesto, Las meninas.
Olvidábamos a Ribera, otro de los favoritos, con el San Pedro liberado por un ángel. Y después de esas emociones estéticas, una gran alegría, porque en el bar de CaixaForum se ha encontrado a un buen amigo al que hacía meses que no veía, que se estaba tomando un pincho de tortilla y una copa de vino, una sabia elección a la que uno se ha apuntado sin pensarlo dos veces. Un digno remate para una visita estupenda.
Tal como nos temíamos, Velázquez es el señuelo, porque hay pocas obras suyas. Son siete, pero se nos ha explicado que el Museo del Prado no puede prestar a la vez más de siete obras de un mismo pintor, algo que resulta lógico.
El príncipe Baltasar Carlos (cartel de la exposición), Felipe IV y Esopo, en las salas de CaixaForum |
|
|
|
Pero hay también obras religiosas de otros grandes pintores españoles, como Alonso Cano, Murillo o Zurbarán.
|
|
|
También están Brueghel el Viejo, Tiziano, Rubens y otros muy buenos, de algunos de los cuales G.U. no tenía noticia.
|
|
San Pedro liberado por un ángel (Ribera) |
Suscribirse a:
Entradas (Atom)