Bueno, el impactante resultado de la visita de Lluís a esas dependencias queda reflejado en la fotografía que ha tomado, pero además nos lo comenta como solo él sabe hacerlo, en su entrada titulada El orden del día, por si alguien albergaba todavía dudas sobre quién nos está "gobernando" (entre comillas), cómo lo hace y a qué se dedican en esas siniestras oficinas que sufragamos todos.
«El panel, un sencillo rectángulo de corcho, está en el distribuidor de una de las plantas del edificio. Uno se lo encuentra cuando sale del ascensor y se dirige a una oficina de la Generalitat de Cataluña para llevar a cabo unas gestiones. Todo el edificio, en el centro de Barcelona, está ocupado por dependencias de la cosa pública catalana.
Fotografía: Lluís Bosch |
[...] Me cuentan —en voz baja— que una persona de estas dependencias cambia cada día los folios, puesto que hay que añadir una unidad diaria: el paso de los días obliga a imprimir de nuevo cada día, en un ejercicio que reedita el desastre de Sísifo día tras día. Jesucristo es crucificado cada día. Pregunto si esos folios se imprimen en una impresora de las oficinas, si el toner y los folios proceden del material fungible sufragado con los bienes públicos. Mi interlocutor encoge los hombros: no lo sabe o no lo quiere saber. O prefiere no contarlo. En este instante he topado con el muro del silencio, tan sólido e impenetrable como la tapia de la iglesia, amigo Sancho.
El edificio es enorme, tiene un montón de pisos. Por aquí pasan centenares de trabajadores públicos a diario, y luego estamos los ciudadanos de a pie, como yo, que acudimos por nuestras gestiones. ¿Nadie ha protestado? Y me responden con un nuevo encogimiento de hombros. Ya no pregunto más. Solo me responde mi miedo, que le cede el paso a otra emoción: una mezcla de tristeza y de hastío, una vaga impresión de cansancio ya desesperado, ya vencido. Penoso y resignado. [...]
Cuando por fin regreso a la calle, una vez terminada mi gestión en las dependencias públicas, el sol de julio me abate con un ímpetu atronador. Me siento triste y desorientado. Ando sin rumbo durante un buen rato. Luego, unos nubarrones gris de Payne cubren el cielo y se desata un aire fresco, húmedo, inesperada premonición del otoño. Tendremos otro otoño malo, me digo, ya van unos cuantos».
Ahí lo dice bien claro "informació de la Generalitat". En eso consiste. No hay otra cosa que mostrar ni informar.
ResponderEliminarEl pleno del "Parlament" se aplaza hasta después del verano. La mayoría de parlamentarios está de acuerdo. Punto pelota. MJ
Pues sí, esa es la información, ¿o propaganda?, de la Generalitat. Es decir,que no nos representan, o no a todos, al menos.
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