miércoles, 7 de septiembre de 2016

Nuestros políticos son unos incompetentes

Leído en La Vanguardia:

«Lo que ningún partido puede, en nombre de nada, es ni comer ni dejar comer. [...]

No nos engañemos. La causa del bloqueo actual de la política española se halla en el defectuoso funcionamiento de los partidos políticos, en manos de cúpulas mayoritariamente integradas por políticos profesionales de hoja perenne, que sólo se renuevan por cooptación, recayendo muchas veces la elección entre los más grises y mediocres. De este modo, acceden a puestos de responsabilidad y, en algún caso a la presidencia del gobierno, políticos sin ninguna experiencia anterior, sin formación suficiente, sin otra herramienta que una osadía sin límites y sin más horizonte que su carrera personal, exclusivamente centrada en la política. Así de simple y así de claro. “¡Ay de los políticos sin cuarteles de invierno a los que retirarse!”, decía un viejo periodista ya olvidado. Llevaba razón.

En un momento, además, en el que España tiene planteados muy graves problemas: la estructura territorial del Estado, una deuda debocada y un paro insoportable. Pocas veces tan pocos han hecho tanto daño a tantos. La conclusión es obvia: las cúpulas de los partidos nos tienen secuestrados. Hacen y deshacen sin contar con nosotros. Sólo piensan en ellos. No sé cómo terminará este lamentable episodio. Sólo sé que perderemos todos».



Un "experto" peruano nos explica el Principio de Peterhttps://youtu.be/ZM3888aT6wc

6 comentarios:

  1. Nuestros políticos somos nosotros.

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  2. Pues sí. Alguna culpa, digo yo, tendremos también los votantes, o los no votantes...

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  3. En lo referente al mundo político, la gente que llega arriba quizá lo consigue por no meterse nunca con nadie de su partido (aunque hay que ser muy duro con los de otros), no crear problemas internos, chupar el culo a quien corresponda, ser pertinaz y asistir puntualmente a las reuniones y asambleas, tener un físico llamativo y una dialéctica eficaz (también en los medios de comunicación), aunque sea vacía (eso ayuda mucho) y también —por qué no decirlo— por el hecho de disponer de la mala sombra necesaria para ir pisando las cabezas de la gente valiosa sin que se note demasiado.

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    1. Pues sí, Gran Uribe, así es, sin embargo me da la impresión de que, salvo casos excepcionales, "la gente que llega arriba" en cualquier ámbito, no sólo en los partidos políticos, también desarrolla este tipo de actitudes. Habría que ver los chanchullos y mamoneos varios del mundo del deporte, del empresarial, del universitario...

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  4. Si les quitaran el dinero por hacer mal las cosas otro gallo nos cantara a todos.

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