Primero, la música, el entorno, la orquesta, los oyentes, todo muy agradable. De repente ponen caras raras. Vemos las imágenes, la realidad, sabida pero inesperada en esos momentos, tristísima. Algo, como mínimo, para reflexionar.
Primero, la música, el entorno, la orquesta, los oyentes, todo muy agradable. De repente ponen caras raras. Vemos las imágenes, la realidad, sabida pero inesperada en esos momentos, tristísima. Algo, como mínimo, para reflexionar.
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