jueves, 8 de mayo de 2014

Cataluña, en la época de la mentira.

Lidia Falcón no es santo de la devoción del gran Uribe, que digamos. Sin embargo, hay que reconocer que es una mujer de ideas claras y contundentes, aunque a veces ronde un pelín la demagogia. En este caso concreto, aborda el papel de la izquierda en el llamado procés soberanista, asunto del que ya nos hemos ocupado aquí en otras ocasiones, y da bastante en el clavo. No es fácil seleccionar algún párrafo en concreto porque el artículo que publica en su blog no tiene desperdicio.
Con escritos como éste, la otrora militante del PSUC y respetada líder feminista no tardará en pasar a la lista negra por estos lares. No sería el primer caso...

Lidia Falcón
"Pero la desaforada campaña por la soberanía o la independencia o el derecho a decidir ha ocultado muy eficazmente el expolio que la burguesía catalana ha llevado a cabo durante 34 años de los trabajadores, de todas las clases, de los que obtiene la plusvalía. Ya han perdido el protagonismo las reclamaciones económicas y sociales que comenzaron hace cuatro años, cuando el Gobierno de Artur Mas soltó el pistoletazo de salida de la política de recortes y austeridad que nos está matando. Una llamada Asamblea Nacional de Catalunya, cuyos organizadores pretenden el anonimato, se ha hecho con el protagonismo de las protestas nacionales. Nunca nos han presentado las cuentas de sus gastos ni sus fuentes de financiación, pero parece que sus dirigentes trabajan a tiempo completo en ella, ya que resultan enormemente eficaces organizando manifestaciones y cadenas humanas. Y la propaganda que emiten interminablemente TV3, la 33, 8TV, 3/24, así como periódicos y revistas, para convencer a los vecinos de Catalunya de lo desgraciados que son pagando más impuestos que los asturianos y que los murcianos, resulta imbatible. En el caso de convocar efectivamente una consulta sobre el destino de la nación, ninguna opción distinta de la independencia tendría posibilidad alguna de enfrentarse a la propaganda oficial organizada y pagada por la Generalitat, es decir por todos los españoles.[...]
[...] Y mientras tanto, los obreros de Panrico llevan seis meses de huelga y a nadie parece importarle en Catalunya; y mientras tanto, se desmonta la sanidad pública y la escuela es un centro de propaganda nacionalista, y no se ven manifestaciones como las de antaño [...] porque ya no queda espacio ni tiempo ni palabras para hablar de otra cosa más que de la independencia. En eso se ha convertido la lucha revolucionaria de los trabajadores y de las mujeres en aquella que fue la Rosa Roja del Mediterráneo, con palabras de Engels refiriéndose a Barcelona".

Enlace al blog de Lidia Falcón: Catalunya, en la época de la mentira

1 comentario:

  1. El artículo, en efecto, no tiene desperdicio. Un análisis claro y contundente de la triste realidad de hoy, Yo destacaría, entre otros aciertos, la visión de Lidia Falcón por el incomprensible papel de la izquierda, más preocupada, tal vez, por los éxitos, y los votos, inmediatos que por su coherencia y su credibilidad a largo plazo. Y así les va.
    Y resaltaría también la gallardía con la que pone en evidencia las hábiles maniobras del poder para desviar la atención de los ciudadanos de lo verdaderamente importante, y de lo que más les atañe, hasta convertirlos en pura grey.
    El título, lo mejor.

    ResponderEliminar