miércoles, 24 de septiembre de 2025

Viajamos a Roma (con Piranesi, Bernini y un compás)

Lo de hoy ha surgido con motivo de lo que explicaremos al final de la entrada. Es que le ha recordado.

¡Ah!, cuando estamos bajos de ánimo, pensamos en Roma, ciudad a la que hace veinte años que no vamos y es difícil aventurar si volveremos. Estamos en plaza del Vaticano, un icono del barroco.
Gian Lorenzo Bernini  —un tipo con el que G.U. tiene el gran honor de compartir día de nacimiento, aunque él lo hiciera 352 años antes— había diseñado un tercer módulo a los dos ya conocidos, de modo que se accedía a la plaza a ambos lados de ese elemento. Pero la decisión de no construirlo se adoptó durante la ejecución de la obra, hacia 1670, algo que no sabemos si le agradaría mucho; a nadie le gusta que supriman aspectos de su proyecto, y a una figura como él ¡uf! Se aprecia en la imagen. 

Y, dado que rescatamos el otro día unos aguafuertes de Giovanni Battista Piranesi, hemos rebuscado en sus Vedute di Roma (una serie maravillosa) y hemos encontrado un par de ellos de esa plaza, máxima expresión del barroco espléndido de Bernini. Un bosque de 280 columnas de quince metros de altura, de cuatro en cuatro, de una especie de orden dórico que impresiona cuando transitas por él. Un caso insólito sin parangón alguno. El caso es que así se la encontró Piranesi hacia 1750, y, como tal, la captó. Era arquitecto, pero solo se dedicó a dibujar. Era un "virguero", se diría hoy en día. Vean, si no:
Piranesi, Veduta dell´insigne Basilica Vaticana coll´ampio Portico. e Piazza adjacente
Piranesi, Veduta della gran Piazza e Bailica di S. Pietro
Gaspar Van Wittel (1653-1736) era el vedutista preferido de las familias de la aristocracia romana, aunque fue bastante ninguneado posteriormente hasta principios del S.XXI. Él pintó así la plaza, parece ser que hacia 1700. El encuadre es muy similar al empleado por Piranesi (que había nacido en 1720), de tal modo que no sabemos qué fue antes, si el huevo o la gallina. O es que todos escogían el mismo sitio para realizar la vista de la plaza, como hacen muchos fotógrafos hoy en día en ciertos lugares.
Gaspar van Wittel, Plaza de San Pedro (hacia 1700)


La verdad es que Bernini no se rompió los cascos a la hora de diseñar la planta de la plaza. Aunque mucha gente lo diga, ojo, no es una elipse —más difícil de trazar— sino un óvalo con cuatro centros. 

G.U. enseñaba su construcción geométrica a los alumnos y, para estimularlos, les enseñaba imágenes de la plaza del Vaticano, con exiguo éxito. [Hay que dividir el eje mayor en tres partes iguales, trazar dos circunferencias de centros C y D, que se cortan en E y F, trazar y prolongar las rectas que unen esos cuatro puntos y acabar de trazar los dos arcos que faltan del óvalo, con centro en E y F. ¿Fácil,?] 
Geometría de la paza del Vaticano y trazado geométrico de un óvalo dado el eje AB
Desde esos dos centros, C y D, es desde donde, si uno se sitúa en C ve todas las columnas de la parte izquierda como si solo hubiera una hilera (ya saben que son grupos de cuatro, pero solo se ve una) y desde D lo mismo hacia las de la derecha. C y D están señalados en el suelo con el nombre de "Centros del colonnato". Es esto un punto fuerte de los que usan los guías, que emociona mucho a los turistas como si se tratara de una cosa de magia, ya que donde se ve una sola columna tiene otras tres detrás, algo imposible de apreciar desde otro lugar, en que lo que se vislumbra es una especie de bosque.
Roma, Bernini, plaza del Vaticano desde un "centro de colonnato"
Roma, Basílica y Plaza del Vaticano, planta y vista aérea
Bueno, el caso es que en tiempos de Mussolini se decidió derribar muchas edificaciones para ampliar la perspectiva del Vaticano, y es entonces cuando se abrió la Via della Conciliazione, que conecta la plaza de San Pedro con el Tíber y el Castillo de Sant´Angelo, como se ve en la imagen desde San Pedro. 
Roma, Plaza del Vaticano desde la cúpula, Via della Conciliazione, Castillo de Sant´Angelo y río Tíber
Lo cierto es que, gracias a esa intervención, se puede apreciar perfectamente todo el alzado de San Pedro, incluida la cúpula de Miguel Ángel, ya que desde la plaza, ésta se ve cercenada por su base.
Roma, Fachada de la Basílica de San Pedro del Vaticano (~1608) / Carlo Maderno, arquitecto
Carlo Maderno diseñó una fachada plana, utilizando un "orden gigante" de columnas y pilastras, como base de una cornisa con frontón central. Se crea así un juego de luces y sombras que le da relieve. Se anuncia ya el barroco, ojo, aunque no haya curvas... Pero, como la planta de la basílica tiene forma de cruz latina y la cúpula de Miguel Ángel está sobre el crucero, apenas se la ve desde la plaza. Por cierto, fue  propio Maderno el que, a instancias del Papa, cambió la planta de cruz griega a cruz latina.
Roma, Vaticano y Castillo de Sant´Angelo / [granuribe50]
San Pedro del Vaticano, con la fachada de Maderno y la cúpula de Miguel Ángel, desde la Via della Conziliazione
Piranesi, Veduta del Ponte e Castello Sant´Angelo


NIVEL AVANZADO: SOLO PARA GEÓMETRAS RECALCITRANTES ( y algún alumno, si nos sigue)


Si G.U. hubiera dispuesto en su día de vídeos como éste, se hubiera ahorrado muchísimo esfuerzo dibujando esas cosas en la pizarra con el compás de madera, la escuadra y el cartabón, sin que los zagales se enteraran de casi nada en la primera vez, pero a la segunda o la tercera ¡bingo! Lo malo es que luego tenían que pasarlo a tinta, utilizando Rotring y compás con su adaptador. Y ahí ¡ardía Troya!





Situemos el asunto. Todo esto ha surgido porque estaba G.U. contemplando detenidamente la maqueta del "Welthauptstadt Germania" (Capital Mundial Germania), el plan de Adolf Hitler para reconstruir Berlín y transformarla en una capital imperial grandiosa. Un dislate de un megalómano, que Albert Speer, su arquitecto de cabecera, estaba convirtiendo en proyecto, empezando por la maqueta. Era un buen arquitecto que, como otros de las élites culturales, se dejó seducir por ese sujeto. Y así le fue. Aunque G.U —como Goebbels— sabe que la propaganda obra milagros, aún le resulta difícil entenderlo.

La guerra, la falta de presupuesto y la derrota posterior impidieron que eso se llevara a la práctica. A ello se refería M.C. en su blog hoy, en una entrada titulada Va de libros. Albert Speer. Memorias. Y uno se ha dicho: ¡vaya cacho cúpula!, tres veces la de Miguel Ángel en la basílica de San Pedro, esa que a cierta distancia apenas se aprecia. No es el caso del plan Speer-Hitler, con esa enorme avenida, solo interrumpida por el Arco de Triunfo que pensaba edificar Hitler a su mayor honra y gloria. Vista desde cualquier punto de ella, por enorme que sea la cúpula, podría apreciarse en su totalidad. Mussolini lo tuvo muy claro en Roma; ese tipo de edificios requieren de una larga y amplia perspectiva.

Es entonces cuando ha recordado algunas clases que dio este bloguero cuando aún "impartía doctrina" en el instituto, con desigual acierto. Y la mostrada sobre Bernini y el Barroco romano era una de ellas.
Albert Speer. Maqueta del "Welthauptstadt Germania" (Capital Mundial Germania)

14 comentarios:

  1. ¡Grande Bernini y grandes todos esos arquitectos que dejaron aquellas obras! Ya que sale el proyecto de Speer, decir que tirando al sur, la arquitectura de la época de su correligionario Benito, me encanta (como ya he manifestado en alguna ocasión). Mucha geometría sencilla y bastante equilibrio entre las proporciones. No pido mucho más. Si añado la fascinación por lo antiguo, ya voy sobrado. Por decir alguna obra, la Vía Roma, de Turín, me encantó, sobre todo de noche. Es otra buena colección de columnas y una acentuada perspectiva cónica de un sólo punto de fuga.
    Mateo.

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    1. Jooo...que bueno¡¡¡
      Ahora entiendo un poco mejor, si es que puedo llegar a entenderlo a este Speer.
      Muy buena lo de la elipse. Hablas del Rotring, pero ese instrumento es muy avanzado, antes no se iba con él, se cargaba el tiralíneas, con el que podías hacer verdaderas barbaridades en la hoja de papel "Guarro".
      He estado varias veces en Roma, siempre asuntos familiares, y la conozco un poco; de ella el barrio viejo, empedrado y desconchado, con la ropa tendida, y el barrio judío, el de la plaza de las Tortugas.
      Lo que nos presentas, es más que agradecer pues es una explicación de como y porqué se hizo las cosas de la manera que se hicieron. hay, desde luego, mucho simbolismo, mucha grandilocuencia, pero en realidad el monumentalismo es consagrar la ciudad a Dios. La puerta del cielo, vamos.
      Las cosas a lo grande me dan miedo, Gran Uribe, me emociono cuando encuentro alguna ermita en lo alto de una montaña, o en un páramo, cosa que me ha pasado yendo por pueblos del interior de Castilla, en Soria, en Zamora, en Palencia, en Burgos...
      He visto los planos de Speer, los de la última foto, y realmente apabullan y pienso en las dimensiones de aquello y en la cantidad de esclavos que le hubieran hecho falta para la obra, de eso, el arquitecto no hablaba, porque en realidad esas obras esconden la magnitud de la tragedia.
      Un abrazo grande y mil gracias por acabar de explicar las cosas que me cuestan entender, por ignorancia unas, por ser neófito en otras.
      Salut




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    2. Gracias a ti, Miquel, por ser tan benevolente con este pobre y pequeño Uribe. Me alegro de que se te haya aclarado algo. Me inspiró tu entrada sobre Speer, en la que aprendi cosas que no sabía y eso me motivó para desenterrar cosas antiguas de Roma, ciudad que es mi pasión, pero tal como se han puesto las cosas no sé si volveré.

      Vaya, qué instrumento el tiralíneas. Al compás había que adjunatrle un artilugio adecuado para pasar a tinta las circunferencias. Yo aún lo utilizaba en primer curso de carrera, por suerte en seguida llegó un aparato llamado Graphos, de corta vida, y poco después los famosos Rotring, que nos salvaron la vida, en la carrera y luego.
      [img]https://i.ytimg.com/vi/Ia6A84DWcJI/maxresdefault.jpg[/img]
      Un abrazo

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    3. Mateo, no tienes mal gusto. Más o menos hará un siglo de la intervención en esa zona de Turín, ciudad en la que no he estado nunca. Y, efectivamente, aquí tenemos un buen ejemplo canónico de perspectiva cónica central (un sólo punto de fuga)
      [img]https://live.staticflickr.com/65535/47071861194_6947170fdc_h.jpg[/img]

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  2. Roma es un destino al que siempre queremos volver, como si se nos hubiera perdido algo, tal vez un poquito de nuestros orígenes culturales, tal vez algún zapato cuando cruzamos precipitadamente aquella calle en la que por poco no nos atropelló un vehículo. Y es que " están locos estos romanos", que diría algún galo. Y luego está Piranesi, dando un toque épico/ poético a esas imágenes de siempre.
    Saludos.

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    1. Roma es el sitio al que siempre queremos volver, pero en mi caso no sé si se me ha pasado el arroz. Además, no sé si encontraría ahora aquel locus amoenus de mis recuerdos.
      Están muy locos los romanos. En aquella época te podía arrollar con cualquiera de los artilugios disponibles entonces. Coches, motos (especialmente Vespas) y bicicletas.
      [img]https://www.tuposter.com/pub/media/catalog/product/cache/71d04d62b2100522587d43c930e8a36b/f/i/file_129_16.jpg[/img]
      [img]https://m.media-amazon.com/images/I/81Jfrb6N9UL._UF894,1000_QL80_.jpg[/img]
      En la época Gregory Peck y Audrey Hepburn, o incluso de Danni Moretti, aquello era más tranquilo que lo de ahora, en que supongo que se han agregado siniestros aparatos nuevos: bicicletas eléctricas con caja amarilla detrás y patinetes, todos a velocidad de vértigo, aparte de millones de turistas.
      Saludos.

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    2. Perdón a Moretti, por si nos sigue (algo improbable pero no imposible). Es Nanni, no Danni.

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  3. Amigo Gran Uribe, nos has traído Bernini y Piranesi, dos grandes, el primero es el PRIMERO y Piranesi el arquitecto, el gran dibujante que renunció a ejercer de arquitecto, decía que viendo estas maravillas como las de Bernini ya no tenía nada que hacer y se limitó a dibujar le vedute.
    La columnata de Bernini es una de las obras que justifican la existencia del género humano.

    Las perspectivas de Piranesi no tienen igual, son únicas, tanto las vistas centrales como los escorzos, tanto las vistas de exterior como sus carceri.

    No, no y no, la plaza no es una elipse, es un óvalo, esto lo discutí con un compañero de viaje que aseguraba que aquello era una elipse. Yo veía un óvalo pero allí, "in situ", no sabía que los centros del colonnato estuvieran marcados en el suelo. Bonito juego de observación lo de mirar el bosque de las columnas desde esos puntos.
    Además de la columnata y siguiendo con estas cosas que justifican la existencia de nuestra civilización, encontramos la maravilla de la basílica, extraordinaria. Viva Maderno y viva Miguel Ángel. ¿Quién no cae rendido ante estas maravillas?

    Y ahora a la geometría: podríamos hablar de la circunferencia, que no es otra cosa que un caso particular de elipse, se trata de una elipse de excentricidad igual a cero.
    La elipse es una curva muy humana, es de jardineros y de los amantes de las flores. Trazar una elipse en el suelo resulta más fácil que dibujarla en papel, se utilizan dos estacas y una cuerda, entonces todo es cuestión de mover el palo, en general muchas cosas se resuelven a palos y estacas. y ya está, la elipse resulta amable dispuesta a recibir baldosas o parterres. Para dibujarla sobre papel siempre he utilizado el método de la tarjeta.
    Salud,

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    1. En efecto, comprendo que Piranesi, viendo esas maravillas que se habían hecho y se seguían haciendo, renunciara a ejercer de arquitecto, limitándose a dibujar lo que veía.
      Estos ejemplos que señalamos justifican la existencia de nuestra civilización. Pues eso, nada que añadir.

      Y ahora, PARA GEÓMETRAS DILETANTES (si es que nos sigue alguno), que sepan que soy muy capaz de batirme en duelo ("a primera sangre") con aquel que niegue que la plaza de Bernini es un óvalo y proclame que se trata de una elipse. Por cierto, hablando de elipses y siguiendo esos de procedimientos de trazado que citas:

      —Sí, yo también es el que he usado siempre el método de la tarjeta (sobre todo en ejercicios de Descriptiva), porque no se necesita situar los focos de la elipse. (Uniendo los puntos conseguidos por la definición de elipse es fácil que quede un churro si no eres extraordinariamente preciso al trazar los arcos con el compás que determinan los puntos).
      [video]https://youtu.be/Hfz18Zcalqg?si=8K-qbr1HnaGAKZYm[/video]
      —Y el método del jardinero, para mostrarlo a los alumnos, lo usaba en la pizarra atando una cuerda larga (la longitud del eje mayor) atada a los dos resaltes extremos del paralex (que eran los focos) y con la tiza la iba trazando; solía obtener aplausos "de la grada".
      [video]https://youtu.be/BKhF5FDRbIY?si=uZNZ-ieoT4ST4aqN[/video]
      Un abrazo.

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    2. Caramba¡, nunca se me hubiera ocurrido ¡
      Muy bueno

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  4. G.U.,Te noto algo nostálgico del trazado geométrico. A mi, de vez en cuando, me da por hacer algún cambio de plano o hallar la verdadera magnitud de un segmento.
    Aún recuerdo esas preciosas pizarras repletas de figuras geométricas, ( dibujadas por tí ) que me encontraba al entrar en el aula que compartíamos.
    Por cierto, es preciosa cúpula sobre la tumba de San Pedro, la acabo construyendo Miquel Ángel después de la muerte repentina de varios arquitectos.
    (en fin, debió ser el destino).
    Un abrazo, compañero

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    1. Vava, vaya, un visitante inesperado recordando las pizarras de hace 35 años del aula de Dibujo en Ripollet. No sé, creo que me gustaba dibujar en la pizarra; algo de respeto me debían de tener los zagales, porque nunca me tiraron avioncitos de papel ni nada de eso cuando estaba en esa situación, de espaldas a ellos dibujando un óvalo, un ovoide o una elipse, al menos que yo recuerde. Por suerte, la fiebre de los móviles "inteligentes" no había empezado todavía. Ahora me hubieran hasta hecho fotos o películas, colgándolas inmediatamente en Internet para mofarse de este pringado. No me refiero a lo de un cambio de plano de proyección para ver la verdadera magnitud de un segmento, porque eso ya era "Nivel avanzado" para alumnos ya mayorcitos que se estaban jugando lo de la Selectividad, o sea que bromas pocas...

      [img]https://encrypted-tbn0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcQ0wfiW-17J7nJI622XLTAWV1PRC5bNVIsrEg&s[/img]

      Claro que... en eso de los recuerdos soy selectivo, solo guardo en la memoria los buenísimos momentos que pasamos allí, sobre todo en el departamento. Eso compensaba con creces los malos rollos, que también los hubo en cantidad, pero que tengo casi olvidados. Cuando os fuisteis marchando, tú el último, ya nada fue igual. Los últimos años se me hicieron ya muy pesaditos y el departamento se convirtió en un lugar desagradable, comandado por Trinitrón. Pero con el aparato de diapositivas que colgaron del techo y un ordenador con Internet pude hacer —sobre todo en una optativa de bachillerato— alguna cosa impensable antes y eso me estimuló un poco.

      Es una cúpula maravillosa. Hubieron de morir Bramante y algún otro que no recuerdo para que se hiciera cargo Miguel Ángel, fue una suerte que cayera en sus manos. Claro que me parece que él tampoco la vio terminada, sino que fue Della Porta, que también acabó otros edificios que dejó M.A. al morir. De Roma me gustaba todo (ahora no sé si tanto), me pasa como las ensaladillas rusas, por malas que sean. Pero, respecto a lo de hoy, soy un miguelangeliano, berniniano y piranesiano acérrimo. Y también madernista.

      Gracias por la visita y compartir recuerdos.
      Un abrazo, compañero.

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  5. Tu artículo me parece especialmente bueno y fundamentado. Lo he leído varias veces en estos días, pero mi incapacidad matemática y geométrica es tal que no sabría cómo comentarlo. Por supuesto que la plaza de San Pedro es un óvalo, no cabe duda a tenor de tu explicación que he intentado seguir a partir de tus instrucciones. Disculpa que no entre en el fondo del tema porque me veo incapaz de juzgar elementos arquitectónicos. El conjunto es admirable y las secuencia de arquitectos que lo hicieron posible también: Bernini, Piranesi Miguel Ángel... Brillante piélago de creadores y un excelente y documentado artículo para todos, incluso para neófitos. Saludos.

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    1. Me alegro. Gracias por tu inmerecido elogio.
      Comentabas "en tu casa" las experiencias que tuviste antes de la implantación de la LOGSE (Cortázar y diversas performances en el instituto, impensables luego). Algo de lo poco que tuvo de bueno esa nefasta ley, en mi caso, fue lo de que se me permitiera explicar estas cosas en 2º de bachillerato en una optativa a la que se apuntaban cuatro gatos (bueno, cinco, que era el mínimo de matriculados para que permitieran darla, y yo tenía algunos pocos más).

      La perspectiva se "inventó" en el Renacimiento, y buen uso que se hizo de ella después en el Barroco. Pero lo de ver las columnas de cuatro en cuatro como una sola fue un hallazgo geométrico de Bernini, diseñando la plaza en forma de óvalo y no de elipse. La elipse es crucial en el dibujo en perspectiva; todas las circunferencias se ven como elipses, de ahí que tenga su imporancia dibujarlas bien. Si hablamos de hallazgos perspectivos, son muy representativos de la escenografía del Barroco los que hicieron Bernini en la Scala Regia de los Palacios Vaticanos y Borromini en su galería del Palacio Spada.

      [img]https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/0/08/Scala_regia%2C_veduta_05.jpg/250px-Scala_regia%2C_veduta_05.jpg[/img]
      [img]https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgn6l0asYtX-TwL10-Qhd_Qy66h8-SI8yrPSQWeoFyZfdUY5e_r5gNczrOAfcTC22ejW0suatp8MN30C7bTpnygM6YgDWU5H7Riy5l6gVMmQmfaisNYmfUgIQK5JoEzyG1Sr5nBEGjyaUs9WUH_-ecL1ZvYHw1K6vzJTpZ5TQ93TMDA0CIe2sJBkzLBRQ=s400[/img]

      Admiro mucho a Bernini, como escultor y como arquitecto, pero también a Borromini el otro gran personaje de aquel momento. Las personalidades de los dos genios y su manera de entender la arquitectura eran muy distintas (aunque en los dos casos citados ambos utilizaran ilusionismos visuales perspectivos parecidos). Eso les llevaría a mantener unas complejas relaciones, llenas de mutua admiración y antipatía. No se podían ni ver, según cuentan algunos "expertos". Esas cosas pasaron, pasan y pasarán entre colegas de una profesión de resultados tan aparentes, a la vista de todos.
      Un saludo.

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