En el arco de vida que he conocido, esta época es la más puritana y represiva. Hemos interiorizado perspectivas que eran ajenas a tiempos anteriores y leemos con unas gafas moralistas que nos hacen sospechar de casi todo. Pero en España, solo hemos conocido -de momento- una parte pequeña de lo que está sucediendo en Estados Unidos y en los países anglófonos, además de parte de América Hispana. Las perspectivas de género, la interseccionalidad, el antirracismo y el anticolonialismo además del poder del lobby LGTBiQ+ hacen que toda obra del pasado o del presente sea juzgada y cancelada. La mayoría de los grandes escritores conocidos son calificados de machistas, racistas, homófobos, colonialistas... y son condenados por este tribunal de jueces inmisericordes. La historia de la literatura y del arte pasa, por un filtro terrible de las ideologías del presente, y lo cierto es que incluso los más contrarios a ello, estamos sumidos en una concepción moralista que no podemos eludir. No leo como leía en los años noventa del siglo pasado por ejemplo. El moralismo, el puritanismo de izquierdas ha invadido la visión del arte. En Estados Unidos, el fenómeno Trump, un hombre impresentable, ha crecido exponencialmente ante la ideología woke que hace que la mayor parte de las obras que aparecen en librerías sean testimonios de personas no blancas, gays, o mujeres que cuentan sus traumas ante la blanquedad y el patriarcado. Nos muestran lo que han sufrido. Se habla de que la cultura actual en Estados Unidos es terapéutica. Todos tienen un trauma que contar, la mayoría se conciben como víctimas, filosofía del presente. Quien no es víctima seguramente es un victimario. Ya digo que todavía esto no ha llegado, pero llegará, a España. Y en este terreno es difícil que la buena literatura, la que no acepta dogmas, pueda florecer. El moralismo de la derecha es diferente y en el fondo duda más de sí mismo que el de la izquierda que se arroga la supremacía moral. Cuando alguien dice de sí mismo que se posiciona en el lado correcto de la historia, me echo a temblar porque sé cómo acaban las ideologías que ponen a la historia por testigo. En fin, temo haberme extendido mucho y sin mucho sentido. Saludos.
No, no, qué va. Te has extendido con mucho sentido. Todo acabará llegando aquí plenamente, hasta ahora solo vislumbramos algunos atisbos.
Soy un lector impenitente desde que era zagal. Ahora un poco menos, porque se me cansa la vista. Desde entonces, siempre me gustaron los rebeldes, los sentía "en mi equipo". Pero no sé escribir apenas, tampoco es que me haya dedicado a ello, y mi ángulo de visión siempre es limitado. Sin embargo, al poner estas frases de Enrque Murillo, un tipo al que tengo mucho aprecio, tenía en mente algo que tú has verbalizado de manera contundente y eficaz, bien escrita, algo que yo no sabría hacer ni en una segunda vida, en el caso bastante improbable de que después de irme de aquí tuviera otra.
De esa entrevista —que es muy larga— es de donde he extraído estas frases de la entrada. Decía otras muchas cosas sobre asuntos relacionados con la literatura y también el mundo editorial (en el que soy todavía más lego), como las que siguen:
«La literatura sirve, en tiempos de simplificación de los mensajes, para tratar de entender lo complejo. Pensar el ser humano como algo difícil de entender es el único punto de vista interesante. Durante toda la historia occidental ha habido buena literatura escrita por autores reaccionarios y progresistas. Nabokov, de haber podido, tenía ganas de coger una metralleta y exterminar a todos los rojos que habían echado a su padre como primer ministro de Zar, y además, escribió una novela cuyo protagonista es un paidófilo. Eso no le convierte en un mal escritor. Porque es muy interesante, pone al desnudo lo que la sociedad no quiere ver. Durante decenios, las lecturas obligatorias de la enseñanza media mataron muchas aficiones infantiles y adolescentes, como la mía. Solo la recuperé como estudiante de periodismo, años más tarde. La lectura es rebeldía, es dejar de pensar como siempre para ver el mundo de otra manera. Y es una experiencia que es pura pasión».
Hay una influencer bastante millonaria (en seguidores en redes y en pastuqui) —María Pombo— que no ha leído un solo libro en su vida y proclamaba ufana hace pocos días que "leer no nos hace más buenos ni mejores". Le faltó añadir que no es necesario para forrarse. A lo que Murillo responde que está muy bien leer, pero no para ser más bueno ni mejor, "sino porque leer nos hace rebeldes". Y yo añadiría: nos hace disfrutar, nos ayuda a ampliar horizontes y a ser algo más refractarios a las manipulaciones, vengan de donde vengan. Pues eso. Saludos.
Pues sí. Lo primero es la calidad Literaria, lo otro es ideología. Y lo mismo pasa cuando hablamos de Arte. Un ejemplo: soy agnóstico y de ideas no conservadoras y me encantan las catedrales góticas, entrar en ellas, sentarme un rato en uno de los bancos, contemplar los pilares cruciformes, perder la mirada en sus bóvedas y en la cúpula del crucero, admirar el retablo barroco del altar mayor, sentir cómo una especie de paz interior... Eso es arte, lo demás me importa un rábano.
Y, por supuesto, en ciertas catedrales góticas. En España abundan. La "Pulchra leonina, sin ir más lejos. [img]https://content-historia.nationalgeographic.com.es/medio/2023/10/03/istock_23b1b4e4_848139374_231003103442_800x487.jpg[/img]
Hoy a las 20 h transmitimos por el canal de la Asociación Colegial de Escritores de Cataluña, el diálogo On line, "La trastienda de la edición". Es un diálogo entre Álvaro Colomer y Enrique Murillo con la presentación de su último libro "Personaje secundario" Es muy recomendable.
El puritanismo y lo políticamente correcto están echándolo todo a perder, consiguen que artistas y autores se impongan una autocensura, los medios y la moralina imperante anulan y "cancelan" cualquier obra y pensamiento que no esté dentro de su canon puritano. Hay represión que viene de la derecha y de la izquierda ésta además es supremacista, cree que su moral está por encima de las demás, también en el populismo inculto hay represión y la practican implacablemente. Estamos copiando el más adocenado y ramplón de los puritanismos anglicanos. Coincido con Joselu, aplaudo su comentario y tu respuesta al mismo. Saludos.
Sí, uno de los problemas radica en la propia autocensura de los artistas y autores para que su obra no se vea discriminada, ninguneada o directamente prohibida, ni verse insultado en las redes sociales, donde están alojados los principales y más peligrosos acosadores hoy en día.
Gracias por la información. Seguí la entrevista a Enrique Murillo en ACEC, acerca de su libro "Personaje secundario" (lo está leyendo doña Perpetua). Fue muy interesante, básicamente circunscrita al mundo de la edición más que al de la literatura. Saludos.
La gracia, suponiendo que la tenga, es que lo políticamente correcto, ahora no se le puede echar la culpa a la iglesia, ni sectores conservadores, un saludo.
Es un fenómeno curioso. La "Santa Inquisición" llega hoy en día por otros derroteros, ciertamente. Además, hay quien sabe muy bien manejar las redes, que pueden destrozar a cualquiera que tenga una opinión que no les guste. Un saludo.
Está todo dicho, Gran Uribe. Poco puedo aportar, salvo la concordancia con las personas que han escrito. Hoy no se reflexiona, se reacciona. También coincido con Joselu. Un abrazo
Pues para desgracia de todos, en el partido de quién es más puritano la izquierda gana a la derecha en un 4 a1, o así, calculo yo. Están inaguantables y aplican la ley del embudo, claramente. Sólo hay que dejarles un poco y rápido caen en la incongruencia, aunque el culpable vas a ser tú si se lo haces ver. Además de fascista, claro. Aquellos principios de deseo sincero de una vida mejor para todos, se han olvidado en un cajón apolillado y cerrado bajo llave. Y a muchos, nos han dejado huérfanos, pues a un padre de verdad se le puede tolerar mucho, pero a un padre político yo le mando a tomar vientos en cuanto me decepciona. Mateo.
Más que por 4 a 1 yo diría que por "una manita" (en fútbol llaman así al equipo que le mete cinco goles al otro; aquí se celebran mucho, sobre todo si se la endosa el Barça al Madrit). Ha habido muchas decepciones, pero hay quien sigue "fiel hasta la muerte", por mucho que se haga lo contrario de lo que se prometió. Yo procuro ser todo lo ecuánime que puedo y no perder la lucidez, aunque no sé si lo consigo. Saludos. Saludos..
En el arco de vida que he conocido, esta época es la más puritana y represiva. Hemos interiorizado perspectivas que eran ajenas a tiempos anteriores y leemos con unas gafas moralistas que nos hacen sospechar de casi todo. Pero en España, solo hemos conocido -de momento- una parte pequeña de lo que está sucediendo en Estados Unidos y en los países anglófonos, además de parte de América Hispana. Las perspectivas de género, la interseccionalidad, el antirracismo y el anticolonialismo además del poder del lobby LGTBiQ+ hacen que toda obra del pasado o del presente sea juzgada y cancelada. La mayoría de los grandes escritores conocidos son calificados de machistas, racistas, homófobos, colonialistas... y son condenados por este tribunal de jueces inmisericordes. La historia de la literatura y del arte pasa, por un filtro terrible de las ideologías del presente, y lo cierto es que incluso los más contrarios a ello, estamos sumidos en una concepción moralista que no podemos eludir. No leo como leía en los años noventa del siglo pasado por ejemplo. El moralismo, el puritanismo de izquierdas ha invadido la visión del arte. En Estados Unidos, el fenómeno Trump, un hombre impresentable, ha crecido exponencialmente ante la ideología woke que hace que la mayor parte de las obras que aparecen en librerías sean testimonios de personas no blancas, gays, o mujeres que cuentan sus traumas ante la blanquedad y el patriarcado. Nos muestran lo que han sufrido. Se habla de que la cultura actual en Estados Unidos es terapéutica. Todos tienen un trauma que contar, la mayoría se conciben como víctimas, filosofía del presente. Quien no es víctima seguramente es un victimario. Ya digo que todavía esto no ha llegado, pero llegará, a España. Y en este terreno es difícil que la buena literatura, la que no acepta dogmas, pueda florecer. El moralismo de la derecha es diferente y en el fondo duda más de sí mismo que el de la izquierda que se arroga la supremacía moral. Cuando alguien dice de sí mismo que se posiciona en el lado correcto de la historia, me echo a temblar porque sé cómo acaban las ideologías que ponen a la historia por testigo. En fin, temo haberme extendido mucho y sin mucho sentido. Saludos.
ResponderEliminarNo, no, qué va. Te has extendido con mucho sentido. Todo acabará llegando aquí plenamente, hasta ahora solo vislumbramos algunos atisbos.
EliminarSoy un lector impenitente desde que era zagal. Ahora un poco menos, porque se me cansa la vista. Desde entonces, siempre me gustaron los rebeldes, los sentía "en mi equipo". Pero no sé escribir apenas, tampoco es que me haya dedicado a ello, y mi ángulo de visión siempre es limitado. Sin embargo, al poner estas frases de Enrque Murillo, un tipo al que tengo mucho aprecio, tenía en mente algo que tú has verbalizado de manera contundente y eficaz, bien escrita, algo que yo no sabría hacer ni en una segunda vida, en el caso bastante improbable de que después de irme de aquí tuviera otra.
De esa entrevista —que es muy larga— es de donde he extraído estas frases de la entrada. Decía otras muchas cosas sobre asuntos relacionados con la literatura y también el mundo editorial (en el que soy todavía más lego), como las que siguen:
«La literatura sirve, en tiempos de simplificación de los mensajes, para tratar de entender lo complejo. Pensar el ser humano como algo difícil de entender es el único punto de vista interesante. Durante toda la historia occidental ha habido buena literatura escrita por autores reaccionarios y progresistas. Nabokov, de haber podido, tenía ganas de coger una metralleta y exterminar a todos los rojos que habían echado a su padre como primer ministro de Zar, y además, escribió una novela cuyo protagonista es un paidófilo. Eso no le convierte en un mal escritor. Porque es muy interesante, pone al desnudo lo que la sociedad no quiere ver.
Durante decenios, las lecturas obligatorias de la enseñanza media mataron muchas aficiones infantiles y adolescentes, como la mía. Solo la recuperé como estudiante de periodismo, años más tarde. La lectura es rebeldía, es dejar de pensar como siempre para ver el mundo de otra manera. Y es una experiencia que es pura pasión».
Hay una influencer bastante millonaria (en seguidores en redes y en pastuqui) —María Pombo— que no ha leído un solo libro en su vida y proclamaba ufana hace pocos días que "leer no nos hace más buenos ni mejores". Le faltó añadir que no es necesario para forrarse. A lo que Murillo responde que está muy bien leer, pero no para ser más bueno ni mejor, "sino porque leer nos hace rebeldes". Y yo añadiría: nos hace disfrutar, nos ayuda a ampliar horizontes y a ser algo más refractarios a las manipulaciones, vengan de donde vengan.
Pues eso. Saludos.
https://cronicaglobal.elespanol.com/letraglobal/letras/20250913/enrique-murillo-vivimos-tiempos-puritanismo-izquierda-literatura/1003742687863_0.html
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPues sí. Lo primero es la calidad Literaria, lo otro es ideología. Y lo mismo pasa cuando hablamos de Arte. Un ejemplo: soy agnóstico y de ideas no conservadoras y me encantan las catedrales góticas, entrar en ellas, sentarme un rato en uno de los bancos, contemplar los pilares cruciformes, perder la mirada en sus bóvedas y en la cúpula del crucero, admirar el retablo barroco del altar mayor, sentir cómo una especie de paz interior... Eso es arte, lo demás me importa un rábano.
ResponderEliminarA mí me ha sucedido en el interior de una mezquita vacía en Estambul (no de las más turísticas) al mirar hacia arriba, a pesar de no ser musulmán.
Eliminar[img]https://images.mnstatic.com/65/3e/653e158d21b50e07d82a178a036a1657.jpg?width=1536[/img]
EliminarY, por supuesto, en ciertas catedrales góticas. En España abundan. La "Pulchra leonina, sin ir más lejos.
Eliminar[img]https://content-historia.nationalgeographic.com.es/medio/2023/10/03/istock_23b1b4e4_848139374_231003103442_800x487.jpg[/img]
Por eso yo sólo leo clásicos del siglo veinte. Un beso
ResponderEliminarEs una buena opción, Susana. Besos.
EliminarHoy a las 20 h transmitimos por el canal de la Asociación Colegial de Escritores de Cataluña, el diálogo On line, "La trastienda de la edición". Es un diálogo entre Álvaro Colomer y Enrique Murillo con la presentación de su último libro "Personaje secundario" Es muy recomendable.
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/c/ACECatalunya
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Lunes, 29 de septiembre
© 2025 ACEC
El puritanismo y lo políticamente correcto están echándolo todo a perder, consiguen que artistas y autores se impongan una autocensura, los medios y la moralina imperante anulan y "cancelan" cualquier obra y pensamiento que no esté dentro de su canon puritano. Hay represión que viene de la derecha y de la izquierda ésta además es supremacista, cree que su moral está por encima de las demás, también en el populismo inculto hay represión y la practican implacablemente. Estamos copiando el más adocenado y ramplón de los puritanismos anglicanos.
Coincido con Joselu, aplaudo su comentario y tu respuesta al mismo.
Saludos.
Sí, uno de los problemas radica en la propia autocensura de los artistas y autores para que su obra no se vea discriminada, ninguneada o directamente prohibida, ni verse insultado en las redes sociales, donde están alojados los principales y más peligrosos acosadores hoy en día.
EliminarGracias por la información. Seguí la entrevista a Enrique Murillo en ACEC, acerca de su libro "Personaje secundario" (lo está leyendo doña Perpetua). Fue muy interesante, básicamente circunscrita al mundo de la edición más que al de la literatura.
Saludos.
La gracia,
ResponderEliminarsuponiendo
que la tenga,
es que lo
políticamente
correcto, ahora
no se le puede
echar la culpa
a la iglesia,
ni sectores
conservadores,
un saludo.
Es un fenómeno curioso. La "Santa Inquisición" llega hoy en día por otros derroteros, ciertamente. Además, hay quien sabe muy bien manejar las redes, que pueden destrozar a cualquiera que tenga una opinión que no les guste.
EliminarUn saludo.
Está todo dicho, Gran Uribe. Poco puedo aportar, salvo la concordancia con las personas que han escrito. Hoy no se reflexiona, se reacciona.
ResponderEliminarTambién coincido con Joselu.
Un abrazo
Otro para ti. Espero que hayas descansado...
EliminarPues para desgracia de todos, en el partido de quién es más puritano la izquierda gana a la derecha en un 4 a1, o así, calculo yo. Están inaguantables y aplican la ley del embudo, claramente. Sólo hay que dejarles un poco y rápido caen en la incongruencia, aunque el culpable vas a ser tú si se lo haces ver. Además de fascista, claro.
ResponderEliminarAquellos principios de deseo sincero de una vida mejor para todos, se han olvidado en un cajón apolillado y cerrado bajo llave. Y a muchos, nos han dejado huérfanos, pues a un padre de verdad se le puede tolerar mucho, pero a un padre político yo le mando a tomar vientos en cuanto me decepciona.
Mateo.
Más que por 4 a 1 yo diría que por "una manita" (en fútbol llaman así al equipo que le mete cinco goles al otro; aquí se celebran mucho, sobre todo si se la endosa el Barça al Madrit).
EliminarHa habido muchas decepciones, pero hay quien sigue "fiel hasta la muerte", por mucho que se haga lo contrario de lo que se prometió. Yo procuro ser todo lo ecuánime que puedo y no perder la lucidez, aunque no sé si lo consigo.
Saludos.
Saludos..