Anteayer vimos cómo el señor Collboni conquistaba la alcaldía de Barcelona de la mano de la Colau y del PP. Se ha impedido así que el nacionalismo más rancio se haga con el control de la plaça de Sant Jaume al completo, es cierto. Aunque no olvidamos que Collboni ha sido teniente de alcalde todos estos años y ha asistido en primera fila a cómo Barcelona iba decayendo bajo el mandato de Colau, sin decir esta boca es mía.
Ernest Maragall, Ada Colau, Jaume Collboni, Xavier Trías y Daniel Sirera |
La ciudad está hecha unos zorros, sí, pero no entraremos hoy en detalles, solo enumeramos. Pobreza, abandono, desolación, suciedad, pintarrajos, turisteo y desfase, las "islas verdes" que traerán
más problemas que ventajas, etc. Mucho dinero invertido en cosas innecesarias
y poco en lo realmente importante. Del Casco Antiguo ni hablemos, más
vale no acercarse mucho por allí, y el Ensanche está inhabitable e
intransitable, en la percepción de G.U.
¿Podrá revertirse esta tendencia o que no persista? ¿Al
menos lo intentará Collboni? No creemos. A G.U. le parece un merluzo, aunque educado. No nos gustan estos trapicheos poselectorales, los haga quien los haga, y los hacen todos. Pero, aún así, la solución Collboni es un mal menor que
celebramos.
[granuribe50] |
La rabieta de Trias ha sido espectacular por lo insólito. Un discurso muy curioso, que recordaremos siempre. De empezar diciendo que "hay que saber perder con elegancia" para acabar mandando a tomar por saco a todos («QUE US BOMBIN A TOTS»). ¿Dónde quedan aquellas coronitas de emperador que le adornaban la cabeza en cada "promulgación de dignidades", cuando estudiaba en los jesuitas? "¿Es esto lo que te enseñan los frailes?", como se solía decir antes.
El hombre repetía que aquello era una gran equivocación sin dar ningún argumento, como no sea el de que la alcaldía debía ser suya porque para eso es un convergente pata negra, pujolista de pro, que ha seguido fielmente la deriva separatista del partido. Sí, es esta casta nacionalista, vertebrada en torno al pujolismo, que se cree con derecho a gobernar una Cataluña que ha convertido en su cortijo. Son todos los poderosos que se han forrado en el corrupto oasis catalán. Pues bien, todos ellos, además de Puigdemont, Laura Borràs y el provecto hermano de Pascual Maragall, se han quedado como pasta de boniato. Y G.U. se alegra (también de que Colau ya no sea alcaldesa). A ver cómo contraataca el procesismo y qué huequecitos les buscan a los defenestrados.
Nada que decir, nada. Creo que está muy bien expresado.
ResponderEliminarDe acuerdo en todo, sin excepciones.
Salut
Son cosas que hemos comentado muchas veces ¿verdad? Por eso no me extraña que estés de acuerdo...
EliminarSaludos.
Trias se marcó un Fernan Gomez, o un Labordeta de manual, pero estos tenían motivos más sólidos que él, aunque el hombre tenía su parte de razón, es la tercera vez que le birlan la alcaldía. De todos modos, pocas esperanzas tengo depositadas en Collboni y su gestión. El tiempo, este juez que da y quita razones, dirà.....
ResponderEliminarSí, hay que reconocer que estuvo espontáneo el hombre. En cuanto a mal educado, tan mal educado es él como pueden serlo otros que tras pronunciar la palabra "señoría" en el parlamento son groseros con su señoría, no le escuchan, miran el móvil o se ríen ostentosamente cuando habla, con ánimo de demostrar que lo que dice es una tontería o una mentira. Vemos a menudo estas actitudes tan groseras hacia el que habla.
EliminarNo tengo ninguna esperanza en Collboni, pero me alegro de que no siga Colau...
Hacen gala de su mala educación y no les da vergüenza.
ResponderEliminarSalud
Creo que no soportaría tener que asistir a alguna reunión de esa gente, saldría muy deprimido.
EliminarSaludos.
Sí, la carita que pone es todo un poema. La de Colau también, porque le ha sabido muy mal quedar tercera, ella que estaba tan ufana.
ResponderEliminarComo no soy politólogo, yo tampoco me explico lo de Trías, aunque vivo en Barcelona. Pero, ejerciendo un poco de sociólogo de pacotilla, me aventuro a opinar lo siguiente:
En la parte de Barcelona por encima de la Diagonal, los barrios más burgueses, tiene mucho predicamento Trías y Convergencia (y Colau más bien poco). Pero los de más abajo de la Diagonal, que eran en parte del partido socialista y en parte colauitas, están hasta el gorro de cómo les ha dejado esa parte de la ciudad en pocos años (el desastre empezó quizá con el confinamiento; cuando la gente salió de su casa se encontró con muchas cosas que no esperaba) y han dejado de votarla, pasándose a Collboni.
En fin, esperemos que éste no nos haga muchos destrozos y tenga más en cuenta el malestar de muchos sectores, que lo hay.
Un abrazo.
Ya está, se nos va la señora y su peculiar forma de ver Barcelona, adorada por muchos e igual de odiada por otros, no tiene punto medio.
ResponderEliminarA ver que pasa ahora, si deshacen todo lo hecho, por los que entran o se queda igual. Desde luego, no me gustaría que tocaran los carriles bicis, al contrario que los aumenten. Claro que cada uno tiene una visión distinta de la ciudad.Ya veremos.
Saludos.
Sí, con esa señora no había término medio. Yo le tenía bastante manía, pero reconozco que tenía muchos fans, partidarios de lo que estaba haciendo en Barcelona, una ciudad que ha empeorado mucho en pocos años, desde mi percepción.
EliminarSupongo que los usuarios habituales de la bicicleta, como es tu caso, estaban contentos con ella, porque ha creado muchos kilómetros de carril bici. Los que no la usamos, mucho menos contentos, porque, además de bicicletas (ahora muy silenciosas y peligrosas), ahora pululan silenciosos patinetes a cien por hora, y nuestra seguridad al ir por la calle ha menguado mucho, ya que tenemos que andar de manera muy cautelosa, mirando hacia todos lados (y si tuviéramos retrovisores en las orejas, mejor). Y si vas en coche, ojo con los giros, porque si te llevas por delante a uno de esos ciclistas o patinetistas que se saltan el semáforo, se te cae el pelo (no es ya mi caso).
En fin, no sé lo que hará Collboni, pero pesimista que suelo ser, me temo que poca cosa.
Saludos