jueves, 8 de junio de 2023

Todos polarizados, o eso se pretende

Campaña del Ministerio de Igualdad (2022) / (Captura de pantalla)
Todos polarizados. Parece como si se pretendiera eso; incluso en asuntos de corto vuelo, en los que buscar polémica es ganas de crear conflicto. Verbigracia con algo reciente. Sucedió durante un acto en el FNAC, en el que se presentaba un combativo libro titulado ‘Más yo que nunca’, de la influencer y activista Mara Jiménez, que trata sobre la obesidad (desde un punto de vista "podemita"). Llegó el turno de preguntas. Y ahí empieza el lío.

Un asistente al acto, que ya había tenido ciertas intervenciones incómodas anteriormente, levanta la mano de nuevo. Desde la mesa, la autora le inquiere: «Dices que quieres combatir la obesidad. ¿Qué solución das tú?». Y al que levantó la mano no se le ocurre otra cosa que afirmar que «a la obesidad se la combate con dieta estricta y ejercicio». «¡A tomar por el culo!», exclama la de la mesa (esto apenas se oye en el vídeo, mejor, por si nos siguen niños); «¡Seguridad, echen de la sala a ese tipo!» Y el hombre sale huyendo, «¡no, si ya me voy!», exclama. O algo así (no es textual).

Dentro vídeo.

Es aceptable que haya personas con problemas de peso que ni lo deseen ni les apetezca reducirlo, o si quieren hacerlo, no quieran entrar en la sórdida dinámica del "fitness" de gimnasio, o simplemente les sea imposible, por problemas de metabolismo o por lo que sea. Cada uno que haga lo que le venga en gana. Pues va a ser que no. Para el disidente hay que montar un auto sacramental, con complicidad de toda la audiencia, en el que por poco no se lleva a la hoguera al tipo que sugiere la dieta y el ejercicio. Es un ejemplo mínimo, pero representativo, del momento en que estamos.

Y es que se ve que vivimos ahora en la polarización, a todos los niveles. O eres de los míos o estás contra mí, o algo así. La disidencia del discurso dominante está execrada. Mala índole tiene esta dinámica, muy poco edificante, piensa G.U. 

En palabras de Carlos Mayoral en Guerra civil gordofóbica: «Han enfrentado a gordos con flacos, a feministas de nuevo cuño con feministas de viejo cuño, a trabajadores de granja con consumidores de carne, a inquilinos con caseros, a seres que menstrúan con los que no lo hacen, a filólogos con el lenguaje, a animalistas con amantes de los animales, a tíos de izquierdas con tíos de izquierdas, a víctimas con causas, y así ad infinitum». Un mundo guerracivilista perpetuo.

6 comentarios:

  1. Es como mantienen sus asientos. Enfrentando a la gente, Gran Uribe. No tienen nada de políticos. Son analfabetos funcionales, advenedizos de nuevo cuño, apalanca sillas, aprovechados del momento y perroflautas reconvertidos, no son más que eso.
    No dejarán huella alguna, y el "cuanto peor, mejor", es su lema. No te quepa duda.
    Ayer por "error" nació otro partido, "juntos si se puede", ¡cágate lorito!, pa mear y no echar gota.
    Ahora ven que la tal Montero, es tóxica y que hay que vetarla, y entre ellos se dan codazos por ir lo más arriba posible en las listas. Mi pregunta es:
    ¿qué diferencia ideológica hay entre Mas Madrid, Podemos, Sumar, o Juntos si se puede?, si todos son confluencias de una misma raíz.
    ¿Por qué tantos partidos?
    Salut

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    1. "Apalanca sillas". Eso está bien encontrado...
      Esto último que planteas me pregunto yo. No soy capaz de distinguir matices entre unos y otros, aunque la verdad es que tampoco lo intento.
      Saludos.

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  2. Ahora todo es, o debe ser, políticamente correcto, pero nunca la falta de respeto al pensamiento ajeno había sido tan exagerada como ahora. Una pandilla de intolerantes sectarios y de pensamiento único han formado un conjunto de clichés de color violeta-magenta con un mensaje panfletario redactado por sujetos que no se respetan otros comportamientos o formas de pensar distintas de las suyas. Todos dispuestos a enrabiarse por cualquier insignificancia.
    Qué se callen, que reconozcan que no saben nada más que lo escrito en sus pancartas y estudien y respeten a los demás y si uno quiere ser un hámster o un ciborg de cuatro orejas que lo dejen en paz y que tampoco nos obliguen a los demás a comer tofú con maracuyá.
    Salud.

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    1. Intolerancia, sectarismo, pensamiento único, mensajes panfletarios... Eso es lo que tenemos. Mal asunto. Pero no será fácil que se callen, Francesc y que reconozcan que no saben nada más que lo escrito en las pancartas.
      Saludos.

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  3. Vamos a ver qué tener una dieta sana y hacer ejercicio es fascismo y machismo.
    No hay más que idiotas y no se me ocurre otra cosa mejor para definir esto, aunque suene mal.
    Un saludo

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  4. Hombre, "idiotas" es una palabra muy expresiva, que me gusta mucho y que define bien a ciertas personas, sin que pueda considerarse propiamente un insulto. Aunque a un mosso d´esquadra, que le soltó a un tipo "La República no existe, idiota", lo expedientaron y llevaron a galeras por tamaño "insulto".
    Saludos.

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