miércoles, 30 de agosto de 2017

A Enric Hernández "le quedan dos telediarios"

Como director de El Periódico, se entiende. Visto lo sucedido con Gregorio Morán y del ambiente de talibanismo generalizado, albergamos pocas dudas de que a Enric Hernández le queden "dos telediarios", como se suele decir.

Ya hay muchas voces "autorizadas" que reclaman su cabeza, las de Pilar Rahola y Carme Forcadell entre otras, y no nos deberá sorprender que pronto aparecezca en una bandeja como la de San Juan Bautista a manos de Salomé. Leamos el que quizá sea su último artículo como director de ese diario que, recordemos, también recibe cuantiosas subvenciones de la Generalitat por su edición en catalán, aunque menos que La Vanguardia. Agárrense, que vienen curvas. Esto no ha hecho más que empezar, amigos. El mes de septiembre se presenta movidito.

Carme Forcadell y Enric Hernández [A partir de:
Pierre Bonnaud / "Salomé" / Musée Ernest Hébert (París)]

«Conmocionados aún por las tragedias de Barcelona y Cambrils. Decepcionados por la triste imagen internacional que algunos quisieron proyectar de la manifestación del sábado. Ingratamente sorprendidos por el impúdico empleo de las víctimas como armas arrojadizas en la batalla política. Así afrontamos el convulso septiembre que se avecina: alarmados por la virulencia dialéctica del debate público, por las campañas de intimidación para acallar la voz del discrepante, por el odio visceral que anida en tantos corazones. De nuevo, la maldita línea entre 'nosotros' y 'ellos'. La que incendió Barcelona hace más de un siglo. La que asoló España 80 años atrás. La que enajenó a un puñado de jóvenes en Ripoll. La misma.

El separatismo, en su ya dilatada huida hacia adelante, ha abierto entre los catalanes profundas heridas que tardarán en cicatrizar. A medida que se acerca el 1-O, la polarización maniquea de la sociedad, alimentada a base de propaganda soez y teorías conspirativas, va envenenando el debate.

Amortizados los reproches por el autoritarismo del Estado, el carácter maléfico de cuanto procede de España y demás lindezas, ahora quienes de verdad indignan al independentismo más impaciente son los catalanes decididos a dar la espalda al 1-O, sean contrarios a la independencia o reacios a legitimar otro simulacro de referéndum como el del 9-N. Si tú no vas a votar es que no quieres que yo vote, que te parece bien que me lo prohíban, que en la práctica me impides votar. Este es el nivel.


A combatir esa peligrosa distinción entre buenos y malos catalanes no ayudan Junts pel Sí y la CUP cuando aclaran que la ley de transitoriedad y fundacional de la república catalana está orientada a "dar un marco conocido a los que votarán que 'sí'" (Lluís Corominas). Los del 'no', se infiere, con su pan se lo coman; curiosa manera de promover un referéndum inclusivo y estimular la afluencia a las urnas. La responsabilidad de todos los políticos, piensen como piensen, es evitar que su incapacidad para dialogar sin condiciones previas ponga en peligro el bien más preciado para Catalunya: la convivencia».


6 comentarios:

  1. Tres telediarios... La Sra Rahola sucará melindros.
    salut

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  2. Naturalmente, este pobre será el próximo. Nos están dejando un país guapo.
    nvts

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  3. Igual el 1-O sería mejor pedir un certificado de que has votado. Tenerlo puede ayudar mucho en la nueva república...

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    1. Interesante iniciativa. Habrá que estudiarla porque no se sabe lo que puede pasar...

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    2. Ay, si lo que me da miedo es que acabe siendo verdad...

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  4. Yo ya estoy jubilada. MJ

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