Recuerdos desde Benicarló y más cosas

"Rey moro macho", sobre roca con líquen

De camino hacia Benicarló, G.U. leyó esta mañana una Carta al Director que le llamó la atención, precisamente por ser un asunto que hablamos con El Tapir hace unas semanas: cuando éramos bastante más jóvenes, el campo donde pasábamos los veranos estaba lleno de mariposas, croar de ranas, variedad de insectos, luciérnagas, pájaros diversos, escorpiones, alguna serpiente que otra, etc.

Bueno, vamos por partes: mariposas solo queda la del geranio, que buena guerra le da a este modesto bloguero. En cuanto a lo de las serpientes, ya lo sabemos: están todas en Ibiza, donde nunca hubo ni una sola, pero han llegado agazapadas en olivos y plantas exóticas y ahora hay millares de ellas. No las echábamos en falta para nada, como tampoco a los escorpiones. Pero... ¿y todo lo demás? ¿Dónde está?


La susodicha Carta al Director también se lo pregunta, aunque le da una respuesta que no sabemos si es la acertada ni la única posible. Dice así:


Vivo en el campo, en contacto con la naturaleza. ¿Dónde están las ranas, las mariposas, los caracoles, las serpientes, las luciérnagas? ¿Dónde están las zorras y tantas variedades de pájaros que hasta hace poco convivían en nuestro entorno? ¿Cómo ha podido suceder una desaparición tan rápida de tantas especies y que sigue en aumento? Esta sería mi respuesta: con el afán de multiplicar las cosechas, se ha recurrido al lanzamiento de purines. También hay un exceso de productos químicos, herbicidas, insecticidas y fungicidas aplicados sistemáticamente. Poco a poco estos productos se van filtrando a través de la tierra, contaminando las capas freáticas que alcanzan los riachuelos donde, hasta hace poco, centenares de ranas se zambullían felices. Solo podremos detener esta tragedia si recuperamos una agricultura respetuosa con el entorno.— Carmina Vilaseca Anglada. Gaüses (Girona).

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Por lo demás, la llegada a Benicarló se produjo sin problemas. Pese a pasar muy cerca de diversos escenarios del reciente horror, Gran Uribe no ha podido dar con ningún indicio que no hayan descubierto ya nuestros avispados mossos d´esquadra, cuerpo policial del que nuestros polítiquillos están muy ufanos. En efecto, se ponen muchas medallas y aprovechan para hacer apología del procesismo porque, aunque con bastantes sombras de las que no hablaremos hoy para no enmerdar, hemos oído decir que esos maderos made in Catalonia han asombrado (valga la redundancia) al mundo por su intuición, perspicacia y eficiencia.

Por cierto, esta última cualidad —la eficiencia— alcanzada en parte merced a la buena puntería de un antiguo miembro de la Legión, ese cuerpo que desagrada tanto a nuestra ilustre alcaldesa Colau, otra que tal baila. Llama la atención que estos expeditivos medios, propios del far west, de 'liquidar' ('abatir' es el eufemismo que se utiliza) terroristas no desaten ya polémica alguna, cuando en tiempos de la Guardia Civil y ETA levantaban una polvareda tremenda. Pues resulta que al contrario: esas 'ejecuciones' ahora suelen merecer el aplauso general, sin que a casi nadie se le ocurra ponerlas en crisis, y pobre de aquel que lo haga.

El caso es que som collonuts y Cataluña ha demostrado que se basta a sí misma, funciona ya como Estado y no necesita a España para nada, ese es el mensaje que se veía venir desde el minuto cero que intentarían colarnos. Muy cansino. Lo que sorprende es que de las víctimas no habla ni Dios, aunque sí se nos advierte de que no seamos islamófobos, no en vano el Islam es un futuro buen granero de votos para el procesismo.

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Y aquí, buenos baños y paseos junto al mar, buenas comidas, siestas y lecturas. ¿Qué más se puede pedir a día de hoy?

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