Paseo de despedida por el puerto

Vista de las murallas y catedral de Ibiza, desde 'el muro' (21:03 h.)

Ibiza y Crucero Sirena, desde 'el muro' (21:15 h.)

Para serenar los ánimos, un poco convulsos a día de hoy, un paseíto de despedida de la isla por el puerto de Ibiza en un hermoso atardecer, rodeado de buenos yates (el de un jeque árabe, el de Figo, el de Amancio Ortega, etc.).

Están todos aparcaditos frente al paseo para envidia de transeúntes, a los que se cae la baba con el lujo de otros y se hacen selfies como locos. También hay en esta zona del puerto cruceros de tipo medio, como el "Sirena" (solo caben 700 pasajeros y 350 tripulantes).

El crucero Costa Riviera, amarrado en el muelle junto al faro de Botafoc (21:02 h.)

Los más grandes —ya totalmente fuera de escala—aparcan un poco más lejos, junto al faro Botafoc. Sería el caso del "Costa Riviera" (1500 pasajeros y 500 tripulantes —los hay mayores, con capacidad de hasta 3000 turistas—), que es hermano gemelo del mítico "Costa Concordia", aquel que embarrancara el valeroso capitán Schettino.

INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA Según Oceana, entidad centrada exclusivamente en la conservación de los océanos, la protección de los ecosistemas marinos y las especies marinas amenazadas, un crucero con capacidad para 3.000 pasajeros puede generar cerca de 1.000 toneladas de residuos cada día. Esta cifra incluye de 500 mil a 800 mil litros de aguas grises, unos 100 mil litros de aguas negras, de 13 mil a 26 mil litros de aguas oleosas procedentes de las sentinas; además de entre 7 mil y 10.500 kilos de basura y residuos sólidos, y de 60 a 130 kilos de sustancias tóxicas. De acuerdo a los datos suministrados, cada pasajero genera al día más de 350 litros de desechos de basura. Asimismo, el gigantesco consumo de combustible de un crucero puede llegar a ser equivalente al de unos 12 mil vehículos.