lunes, 20 de marzo de 2017

La misión de Guardiola... ¿"kaputt" (finished)?

¡Vaya por Dios! Parece que fue ayer cuando llegó Guardiola a Inglaterra a evangelizar a esos barbarotes, que lo único que dominan es lo de la "patada a seguir" del rugby; por no hablar de los hooligans, esos descerebrados cafres que aterrizan cada verano en el West End de San Antonio (Ibiza) cual invasión de los bárbaros. Lo comentábamos en la entrada de hace nueve meses (Guardiola y su misión evangelizadora en Inglaterra).

El caso es que hizo gastar al presidente del Manchester City (un sujeto llamado Sulaiman Al-Fahim, un negociante del petróleo) 213 millones (no sabemos si de euros o libras) pero ahora, visto el fiasco, tiene que echar a 18 futbolistas de la plantilla (muchos de ellos fichados por el propio Guardiola) y sustituirlos por otros más competitivos.

Tiempo y dinero tirados a la basura, aunque al susodicho Al-Fahim no le venga de esa minucia, calderilla. Pero como no consiga fichar a Busquets, Iniesta, Neymar o ¡Messi! y empiecen a meter goles, le acabarán echando al ex Herr Pep a gorrazos. Y si no... al tiempo. Palabra de Gran Uribe, que de otras cosas no, pero esto del fútbol lo tiene por la mano.

O sea, lo importante son los jugadores. Lo decía un tal Ibrahimovic (inventor del apelativo de "el filósofo" dirigido a su entrenador), el fichaje estrella del Barça de Guardiola, que fue un fracaso: "A ese equipo, con esos futbolistas, lo entreno hasta yo". También lo reconoce el entrenador del Atlético de Madrid, y eso que se las apaña con jugadores de medio pelo: lo importante son los futbolistas. Veamos lo que dice la prensa:

«"Lo importante son los futbolistas" (Simeone dixit). Pero esto no cuadra con cuanto leímos y escuchamos cuando Guardiola apareció en Inglaterra para hacerse cargo del Manchester City. Llegó allí el técnico a evangelizar a aquellos bárbaros. Eso se decía, al menos, desde el guardiolismo más devoto, que tanto daño ha hecho y hace a Guardiola.

Llegada de Guardiola a Manchester en misión evangelizadora
[granuribe.blogspot.com]
Guardiola iba a poner del revés el fútbol británico. Y punto. El jeque que gobierna y paga en el City accedió a la mayoría de sus pretensiones y se dejó en la ventanilla de fichajes más que nadie en el mundo, 213 millones, amén de convertir al técnico en el mejor pagado del planeta. Poco a poco las cosas se torcieron en la Premier. Esto no era el Bayern, que en la pretemporada ya celebra el siguiente título de Liga. El City empezó a descolgarse, a acumular desastres, y los periodistas ingleses, pérfidos como son, comenzaron a cuestionar no a los jugadores sino a Guardiola. Quedaba, sin embargo, la Champions. Y en el horizonte apareció el Mónaco. "Nos matarán si no ganamos", declaró el técnico. No ganaron.




Entre el millón de formas de entender el fútbol, Guardiola ha elegido una. Con ella va a morir y eso le honra. Fue la que le encumbró en aquel inolvidable Barça repleto de extraordinarios jugadores y con uno de leyenda. En el City no tiene ni a esos extraordinarios jugadores ni al de leyenda, que sigue llevando el 10 en el Barça. Tras su eliminación en Europa nos despertamos con las brutales críticas de la prensa inglesa, "el plan de la derrota" llamaron al sistema de Guardiola y con la inmediata respuesta de quienes a este lado del continente lavan, cosen y planchan el vestido del santo, a quien ya buscan un lugar de honor en el martirologio del fútbol mundial. La culpa, dijeron, fue de los jugadores. 

Pues claro que fue de los jugadores. Como lo fue en aquellos lejanos triunfos. Porque en el fútbol, y en el de Guardiola también, lo importante son los futbolistas, como sostiene Simeone».



2 comentarios:

  1. Es que quizás la "Filosofía Futbolera Guardiolista" es demasiado sofisticada y evolucionada para ese país que es Inglaterra, que en el fútbol va separada de, Escocia, Gales e Irlanda del Norte. Igual a los del Brexit les va más algo así como "Football is Football". MJ

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