Un concejal de Badalona muestra orgulloso el auto del juez |
Muchos ayuntamientos catalanes, como los de Badalona o Argentona (en el Maresme), se han declarado en rebeldía y han abierto hoy sus puertas con la consigna "no tenim res a celebrar", por el asunto del 'esclavista' Colón y la Fiesta de la Hispanidad, ya saben. Por no hablar de los destrozos que ha sufrido el monumento que tiene en Barcelona. Esos actos vandálicos también han afectado a la estatua de Antonio López, marqués de Comillas, un negrero santanderino cuya hija se casó con Eusebi Güell (el mecenas de Gaudí), hijo a su vez de Joan Güell, rico esclavista con calle en BCN (¡menudos consuegros!). Por las mismas, podrían también haber atacado las decenas de mansiones que hay por el Maresme levantadas por negreros catalanes —como Maristany o Xifré (fundador de La Caixa)—, o haber hecho extensiva su furia al parque Güell o al edificio de La Caixa en la vía Layetana.
Pueblos como Tiana, Alella, Masnou, Vilassar, Mataró, Argentona, etc. pueden presumir de «preciosas casas modernistas y también de caprichos de estilo colonial, bonitas casas construidas por burgueses, comerciantes, industriales, por los míticos indianos, aquellas gentes aventureras que zarparon a "hacer las Américas", emprendedores que lo apostaron todo y volvieron enriquecidos de sus aventuras mercantiles y que orgullosamente construyeron casas con todo lujo de detalles y ornamentos, para adorno de la capital y de sus poblaciones de recreo». Esto dicen los historiadores y cronistas oficiales.
Portade de Pirata i negrer, de Joan Muray |
Joan Muray, un historiador de El Masnou, ha estudiado a fondo el asunto y publicado algún libro al respecto, como Pirata i negrer. Hace unos años hacía un reportaje sobre este tema el siempre inquieto Víctor Amela para la Vanguardia, con una entrevista a Muray de la que entresacamos un fragmento:
—[...] ¿De aquí salían barcos esclavistas?
—En El Masnou hubo en el siglo XIX cuatro astilleros, decenas de armadores y 800 capitanes de barco.
—¡Ochocientos!
—Altísima proporción para una población de 4.000 habitantes, todos pescadores.
—¿De la pesca al comercio marítimo?
—Sí: aquí hubo mestres d’aixa, pilotos, marinos… ¡y 400 navíos!, que se fletaban y zarpaban desde Barcelona u otros puertos.
—¿Hacia dónde?
—Hacían la “carrera de América”.
—¿En qué consistía?
—Exportaban naranjas, aceite, vinos y alcoholes, aceite, frutos secos, ladrillos, telas… E importaban de América azúcar, algodón, maderas exóticas, especias… Y traficaron a veces con esclavos.
—¿Fueron negreros? ¿Hay pruebas?
—Ocho casos documentados de capitanes negreros en El Masnou: Joan Maristany, Francesc Maristany, Carles Maristany, Pere Estapé, Joan Curell… Los hubo también en otras localidades catalanas. Aquí son ocho capitanes entre 800: es sólo el 1%, ¿eh?
—¿Hay memoria popular de eso aquí?
—Ha sido un asunto tabú, se ha hablado poco… Fue una actividad muy rentable, sobre todo desde 1821: ¡entonces un solo viaje negrero hacía ricos a los capitostes del barco!
—¿Por qué desde 1821?
—Los británicos abolieron la esclavitud ese año. No por compasivos, sino porque ya no era rentable en su industria… Y se convirtieron en policía de los mares.
—¿Detenían a los negreros?
—Sí. ¡Los archivos ingleses rebosan de documentos sobre barcos catalanes!: falta quien vaya a estudiarlos… De 1821 a 1845 hubo 220 expediciones negreras catalanas.
—¿Tan rentable era ser negrero?
—Era ilegal: a más riesgo, más beneficio. Si antes de 1821 un barco negrero rendía un beneficio del 2%, ¡después saltó al 200%! Como hoy la droga… Con eso, armador, capitán y piloto se hacían bonitas casas… que les hubiesen costado años de comercio legal.
Planta de distribución de la bodega de un barco negrero |
—El barco iba al golfo de Guinea y cargaba a los negros: cabían de 100 a 200 africanos por barco. Y se los llevaban a Cuba.
—¿En qué condiciones viajaban?
—Eran dos semanas encadenados en la bodega, tumbados y capiculados, aprovechando el espacio. Casi sin comer. Se defecaban encima… Un tercio moría antes de llegar.
—¿Y sus cuerpos…?
—Al mar. Una estela de tiburones seguía a estos barcos. Sé de cierto castigo de un capitán de El Masnou a un negro revoltoso…
—¿Sí?
—Lo colgó cerca del agua y se entretuvo viendo cómo los tiburones lo despedazaban…
—Eso no sale en los libros de historia…
[...]
Enlace a la hemeroteca de La Vanguardia: “El negrero Joan Maristany se cargó la cultura pascuense”
Los yoruba, originarios de Nigeria, llegaron a las Antillas en los infames barcos negreros. El poeta cubano Nicolás Guillén canta a los yorubas o locumís de su país que trajeron el ritmo y el color desde la lejana África. Lo interpretan Los Lobos.
¡Qué manera de hacer el ridículo con esa gilipollez de rebeldía! En cuanto a lo de los negreros, "en todas partes cuecen habas y en mi tierra calderadas". MJ
ResponderEliminarEl vídeo Los Lobos Yoruba (Nicolás Guillén) estupendo. Muchas gracias, Gran Uribe. MJ
EliminarSí, creyendo que hacen actos heroicos (para la historia de la "liberación" del pueblo catalán) lo que hacen es el ridículo con esas gilipolleces, muy poco exportables desde luego. Da vergüenza ajena.
EliminarPor otro lado, interesante información, que desconocía, y buen video, con música y fotos estupendas.
Muchas gracias
F.G.
Pues sí, ya vemos, quien más piedras, y con más mala leche, quiere tirar es a menudo quien más tiene que callar, o que ocultar. No me fío de las personas, ni de los grupos, ni delas gentes, que manipulan, cambian u ocultan su propia historia, sobre todo, los trazos más negros. No hay pueblo que no los tenga. Es más, desconfío muy mucho de los que van de angelitos. Sé que me están mintiendo.
ResponderEliminarEl vídeo de los lobos precioso. gran Uribe. Mil gracias.
ResponderEliminar¡Vaya, vaya!, parte del modernismo catalán y del paseo de Colón (los porches de Xifré, donde "las Siete Puertas") sufragados con dinerito obtenido gracias a los negros de África...
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