Esas masacres escalofriantes, aunque ocurran con frecuencia, no pueden formar parte de la vida cotidiana, creo que es imposible acostumbrarse a algo así. Las caras de las personas que sobreviven a esos crímenes son terroríficas, ya no hablemos de los familiares de los muertos. ¿Se llega a superar algo semejante?. Quizás no se consigue nunca. Los expertos tienen un montón de trabajo por delante.
Esas masacres escalofriantes, aunque ocurran con frecuencia, no pueden formar parte de la vida cotidiana, creo que es imposible acostumbrarse a algo así. Las caras de las personas que sobreviven a esos crímenes son terroríficas, ya no hablemos de los familiares de los muertos. ¿Se llega a superar algo semejante?. Quizás no se consigue nunca. Los expertos tienen un montón de trabajo por delante.
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