Homilía del gran Uribe (1)

POR DONDE OS QUEPA

Sin duda al servicio de intereses oscuros, lo que ha hecho el gobierno de España con los derechos de los trabajadores es una masacre vergonzosa. También lo es el destrozo de la sanidad y de todo aquello que era de todos y que costó tanto conseguir. Para ello, ha tomado como coartada el paro desbocado, la “herencia recibida”, el chantaje de los mercados y “la Merkel”. Se trata de una jugada perfecta. Estamos hablando, pues, de la historia de una gran estafa, ni más ni menos.

Aquí, en Cataluña, los políticos y clases dirigentes en general se han frotado las manos —en la intimidad— porque Madrit les ha hecho ya el trabajo sucio. Pero a nuestros gobernantes no les gustó tener que entrar en helicóptero en el Parlament abucheados por la masa; por eso consideran que ahora es un buen momento para ilusionar a esa gente pidiendo la independencia. Pero, ojo, no con ánimo de darle la vuelta a todo eso como a un calcetín, no. Basta ver cómo se han aprobado los presupuestos, sin explicación ninguna, y ¡qué presupuestos! Se trata, en el fondo, de disimular su absoluta incapacidad para resolver los problemas y, de paso, repartirse la finca y tapar las vergüenzas propias sin que nadie de fuera venga a meter las narices en la basura que ocultan.

Pues bien, como ese “objetivo nacional” no lo pueden conseguir solos, han permitido que se les suba a la chepa una partida de iluminados. Juntos, han sacado en procesión a la Verge de Montserrat y el Virolai, la senyera, la llengua, la identitat i la pàtria, la lagrimita, la barretina, la pela (Espanya ens roba) i els calçots, que eso vende bien. Todo ello con el apoyo de la impresentable TV3 comiendo el tarro al personal sin misericordia alguna y el Barça como gran aglutinador de multitudes. Todo un bonito cuadro en el que, para ser perfecto, sobramos los que “ni som ni serem” nunca de su cuerda y que, por tanto, lo mejor que podemos hacer, según ellos, es irnos a tocar els collons a otra parte.

¿Sabéis qué os digo? Que por mí ya os podéis introducir el "derecho a decidir" y la independencia por donde os quepa.