miércoles, 11 de enero de 2023

La exposición «Los caminos de la abstracción, 1958-1975»

¡Feliz año nuevo! (a todas, todos y todes las seguidoras y los seguidores de El blog del gran Uribe). G.U. es consciente de que les ha dejado un poco abandonados en 2022, no se encontraba en plenitud, pero espera enmendarlo en el año que recién comienza. También sabe que, ante la falta de actividad, mucha gente no volverá a visitarlo. Habrá que esforzarse para recuperar audiencia.

Pero hoy la urgencia era máxima y va dirigida especialmente a los amantes del arte abstracto, del Paseo de Gracia y de "La Pedrera" en particular. El día 15 de enero. dentro de cuatro días, se cierra la exposición dedicada en ese lugar a los pintores de la abstracción que inauguraron el Museo de Arte Abstracto de Cuenca en la década de los sesenta (le dedicamos hace ya tiempo la entrada titulada "Cuenca y el Día del Orgullo Abstracto"), con algunas incorporaciones foráneas; las de Rothko, Pollock, De Kooning y Calder son quizá las más sonadas.
[Fotografía: granuribe50]
Bien, prosigamos. G.U. no se acerca mucho por ese paseo, que ha perdido bastante del encanto que tuvo otrora. Pero la ocasión bien lo merecía. A la izquierda, el antiguo edificio de Banca Catalana, de los arquitectos Tous y Fargas, y a la derecha el bodrio del nipón Toyo Ito, con esa fachada de reminiscencias presuntamente gaudinianas. Al frente, un tipo en patinete, una lacra, aunque en la fotografía solo sale uno que a punto estuvo de arrollar a quien esto escribe.


[Fotografía: granuribe50]
Bien, ya estamos ante el maravilloso edificio de "La Pedrera", también conocido como "Casa Milà", de Gaudí, no es preciso decirlo. Por lo general es muy visitado, pero en esta ocasión se ve que todos los japoneses estaban situados delante de la Casa Batlló y el asunto andaba bastante despejado tres manzanas más arriba.


[Fotografía: granuribe50]
Ya estamos subiendo la escalera de "La Pedrera", a punto de entrar en la exposición "Los caminos de la abstracción, 1958-1975 (Diálogos con el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca)". A ver qué.


[Fotografía: granuribe50]
De entrada, la cosa parece que pinta bien. Un grato encuentro con un viejo conocido, Antonio Saura (el hermano del cineasta Carlos), con su "retrato" de Brigitte Bardot (si lo vio en su día no debió de gustarle nada) y Emilio Vedova. La cosa empieza bien. Esto promete. La exposición parece muy bien puesta y no le falta luz, una carencia bastante habitual en las exposiciones que visita, en las que casi siempre hay que aguzar la vista porque no se suele ver tres en un burro. 


[Fotografía: granuribe50]
Seguimos con otros viejos conocidos, Antoni Tapies y Manolo Millares. Se trata dos pintores que conviene verlos en vivo y en directo, porque manejan las texturas y el relieve como nadie. Bueno, eso les pasa a todos, pero en este caso es muy patente. Las fotos de los libros de arte no les suelen hacer justicia nunca. Entre ellos dos, Francisco Farreras.


[Fotografía: granuribe50]
Y aquí es el momento en el que G.U. se cae de culo y le cuesta levantarse. Nos encontramos ante uno de sus ídolos, Fernando Zóbel, el ideólogo y fundador del Museo de Arte Abstracto de Cuenca. Esos degradados tan aéreos, uf, esto ya es demasiado. Desde Cuenca que no lo volvía a ver.


[Fotografía: granuribe50]
Seguimos con De Kooning, el gran Esteban Vicente (de cuyo museo en Segovia un segurata estuvo a punto de expulsar a patadas a este bloguero por intentar hacer una foto), y los no menos grandes De Stäel, Antonio Lorenzo y Luis Feito.

La fotografía que hizo G.U. de una obra de José Guerrero (otro de sus favoritos) no quedó bien y por eso no la sacamos aquí. Tampoco nos salieron bien las fotografías en que salían las obras de Canogar, de Guinovart o las esculturas de Chillida, Oteiza, Pablo Serrano o Martín Chirino. No se permite fotografiar obras concretas, solamente vistas de las salas. En fin, el catálogo de la exposición vale la pena y allí las pueden encontrar todas.


[Fotografía: granuribe50]
Otro favorito de este bloguero, Pablo Palazuelo, le ha emocionado volverlo a encontrar por aquí. Del Equipo 57 hay bastante representación, aunque aquí una de sus esculturas acompaña al gran Palazuelo.


[Fotografía: granuribe50]
No podía faltar otro grande del museo de Cuenca, Eusebio Sempere, en este caso con una escultura cinética, aunque hay otras obras suyas. Le acompaña uno de los clásicos móviles de Alexander Calder. Ahí es nada.


[Fotografía: granuribe50]
Bueno, lo que decíamos, a Manolo Millares no se lo puede mirar en una fotografía de las que salen en los libros de arte. ¡Qué pena que falleciera tan prematuramente! Como tampoco a Lucio Muñoz, el marido de Amalia Avia, de quienes hablaremos en una próxima entrada (estamos leyendo ahora "De puertas adentro" de esta última, excelente, y no pudimos acudir a su exposición "El Japón en Los Ángeles", una pena, Madrid nos pilla lejos).


[Fotografía: granuribe50]
Por si no tuviéramos bastante, aquí tenemos a tres grandes del abstracto: Rothko, Esteban Vicente y Ràfols Casamada. Ellos cierran una exposición muy abarcable, con pocas obras pero bien escogidas. No apta para los que ignoran o detestan el arte abstracto, que en general añaden: "no lo entiendo" o "eso también lo sé pintar yo", aunque no es raro que decoren su casa con reproducciones de obras de ese tipo, que siempre quedas bien y muy al día, mejor que con paisajes alpinos. Pero si ustedes son de esos, pueden abstenerse sin problema.


[Fotografía: granuribe50]
Y nos vamos tan contentos. La escalera de la Casa Milà vale la pena ya por sí misma. No hemos subido a la azotea con sus chimeneas porque estaba superpoblada (la exposición, no, salvo algún grupo escolar con sus esforzados profesores tratando de explicar lo inexplicable. Pobres...). Recuerden, si no la amplían, esto acaba el 15 de enero.

13 comentarios:

  1. Que bueno ¡¡¡
    Bajo el sábado para visitarla, sin falta.
    Gracias y me alegro mucho de verte ¡¡¡
    Y no te preocupes, te seguimos
    Salut

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    1. Hola, Miquel. Ya ves, aquí estamos. Yo creo que vale la pena pasarse por esa exposición, que refleja un momento del arte en la España de los 60 especialmente fructífero. No abundan en Barcelona, y a mí mismo me había pasado desapercibida porque apenas se la publicitó.

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  2. Ante todo, te deseo que tengas un feliz 2023 y me alegra que vuelvas al blog. No he visto la exposición de la Pedrera y creo que ya no podré ir a verla. Conozco muchas obras de las que mencionas y todas son dignas de verlas una y otra vez.
    Seguiremos en contacto.

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    1. Yo te deseo lo mismo para 2023, sabes lo que te aprecio, a pesar de no conocerte personalmente. Leo lo que escribes, me gusta, m interesa, está muy bien dosificado y es profundo, tanto que a veces no llego y no soy capaz de aportar nada. Y luego están tus pequeñas pinceladas de humor, que derramas con cuentagotas, y que son impagables.

      También sigo con atención tus aportaciones en el blog de nuestro común amigo Miquel (a él sí que lo conozco "en vivo y en directo"). De la que hacías hoy, más larga de lo habitual, referente a la malversación de caudales públicos, comparto el cien por cien de lo que dices. Lo explicas muy bien, además. Cualquier día tomo un extracto para mi blog, si no tienes inconveniente.

      En cuanto a la exposición de la Pedrera, me sabe mal que no llegues a tiempo. Son obras que conocemos sobradamente, pero verlas expuestas resulta una experiencia diferente que publicadas en un libro o catálogo.
      Un abrazo, Francesc. Seguimos en contacto.

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    2. Amigo Granuribe, puedes tomar de mi blog lo que quieras, como si quieres tirarlo al contenedor magenta, mi blog no es nada del otro mundo.
      Coincidimos en nuestras opiniones y establecemos una comunicación muy enriquecedora. Compartimos también criterios con Miquel. Todo esto fluye, continuaremos así.
      Abrazos

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    3. ¡Caramba, Francesc! Eso de tirar al contenedor magenta tu blog es muy fuerte, aunque supongo que es un detalle de humor de esos que a veces dejas caer. Antes tiraría a ese lugar muchas otras cosas que no cito aquí, quizá porque me desagradan mucho y prefiero obviarlas en aras de mi salud mental. Pero, ojo, no descarto que un día de estos escriba algo de lo que pienso sobre algunos asuntos de actualidad, que en muchos aspectos coinciden contigo y con nuestro bien amado Miquel. Seguimos en contacto. Un abrazo.

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  3. Estupenda exposición, por lo que muestras, lástima que no pueda verla(aunque pase mucho por el lugar).No puedo dejar la bici aparcada fuera, puedo quedarme sin la mitad o toda. El carril, por donde va el patinete es de prioridad ciclista(u otras movilidades),pero se ha convertido en un carril múltiple(bicis,motos,coches,turistas despistados) ,ósea el puro Oeste, salvase quien pueda, así que ten cuidado.
    Saludos

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    1. Siento tu problema, car res. Tener miedo a aparcar la bicicleta no es un asunto menor. Y una exposición así es mejor visitarla tranquilamente, no con el corazón en un puño por el temor de volver a la bici y no encontrarla al cien por cien (o, en el peor de los casos, al 0%). También comprendo tu problema con el carril bici. No lo uso, pero sé que se inventó para ciclistas, no para patinadores, motociclistas y turistas despistados.

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  4. Vi esta exposición hace unas semanas y me di cuenta de que el arte abstracto en general me es lejano. En realidad no sé qué mirar. Pasé por los cuadros -obras todas excelentes- pero impenetrables para mí. Me decía: lo importante no es el mensaje ni el significado sino la forma, el color, la textura, la composición, me lo repetía pero seguía siendo críptico para mí. Eso sí, cuando llegué a los cuadros de Rothko, artista sobre el que he leído un libro sobre su mundo pictórico, me estuve un cuarto de hora sentado frente a sus obras. Tengo una lámina de Rothko en mi salón. Tal vez si hubiera tenido información sobre la búsqueda personal de cada uno de los artistas, hubiera podido acercarme, pero no era así. Me dejó frío, salvo lo que he dicho. Saludos.

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    1. Hola, Joselu. Te deseo buen año. Vuelvo a seguir los blogs que dejé un poco de lado y me han interesado mucho tus reflexiones sobre el tema de la concentración en la escuela. A ver si digo algo.

      Por lo demás, en lo que respecta al arte abstracto, no eres el único, a mucha gente le pasa lo mismo que a ti, pero no todo el mundo lo reconoce abiertamente. A cada uno nos va lo que nos va. La verdad es que yo tampoco soy capaz de decodificarlo muchas veces, aunque me cuesta entender que Rothko te inspire más que otros de igual nivel, cierto que en muchos casos son epígonos suyos.

      En lo que a mí respecta, como valor añadido a la exposición, está que desde los primeros setenta en que viajé a Cuenca (yo era bastante "más joven" que ahora, y luego en alguna otra ocasión más cercana), esos cuadros que vi entonces me impactaron, y ahora quizá han ejercido un efecto a lo "madalena de Proust". Pero la mayoría de los expuestos son muy buenos, en mi opinión.

      Un saludo, Joselu, admiro tus caminatas: yo no soy capaz de algo así, por desgracia.

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  5. Hola G.U. se me pasó la exposición. Otra vez será. Aunque tarde, Feliz año. Un abrazo. MJ

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  6. Hola G.U. Me alegro de esta vuelta. He entrado hoy por si acaso y veo, con alegría, que tengo material para leer y ver en los próximos días. Iré poco a poco.
    A mí me gusta el arte moderno, pero no todo. La abstracción me gusta cuando son cuadros alegres, por ejemplo los clásicos de Kandinsky. Pero, en cambio, detesto la abstracción fea, tipo Saura. Me resulta agresiva. Y luego reconozco que muchos me parecen auténticos timos. Miró, sin ir más lejos, me parece altamente sobrevalorado, siendo de los que considero abstracción "amable".
    En otro orden de cosas, una vez vi un documental que decía que los EEUU alentaron el expresionismo abstracto para llevar el centro mundial del arte desde París a Nueva York. Metían hasta a la CIA en el asunto. Por eso miro con recelo a Rothko y a Pollock, por ejemplo, ejemplos extremos de obras que no valoro.
    Bueno, lo dicho. Bienvenido Mr. Marshall y por aquí nos daremos unas vueltas a ver qué podemos leer.

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