Rufián se pone "un poco soez" con lo de Netflix

Estamos celebrando hoy el "Día de la Constitución", esa "Carta Magna" que Rufíán, los de Otegui y otros socios de investidura del señor Sánchez pretenden reformar a fondo o incluso liquidar. 

Pero ese es un tema que ahora ha pasado a segundo plano para el "estadista" Rufián, porque el doctor Sánchez le ha vuelto a llevar al huerto con vistas a que le apruebe los presupuestos, firmando que Netflix tendrá obligatoriamente que cumplir una tasa de catalán. Pero ahora va a ser que no. Las plataformas extranjeras no tienen ninguna obligación de cumplir eso, que solo afecta a las que están radicadas aquí (Movistar y Filmin) y Netflix ya ha anunciado que por supuesto que no lo hará, tal como era de prever.

Con lo cual, y eso es lo peor de todo, Rufián se quedará sin ver "El joc del calamar" en catalán, pero —tal y como sugiere R. de E.— a cambio podrá disfrutar en esa lengua, sin ir más lejos, de las obras completas de Ingmar Bergman que ofrecen los de Filmin, una cadena de streaming más de "arte y ensayo" que Netflix, lo cual no es difícil. 

[Cliquen en el triángulo y después en el triangulito inferior a la izquierda de la imagen]

Naturalmente, el susodicho sujeto ha cogido un mosqueo monumental, y se nos ha puesto, según él, "un poco soez, pero también muy claro", llegando incluso a adoptar una pose de chantajista de película de serie B que añadir a su habitual chulería. Lo pueden apreciar en el pequeño vídeo adjunto, en el ha quedado cortado el final de la frase "estamos dispuestos y dispuestas", que acababa así: "a utilizar todos los escenarios posibles, y eso implica al Senado", como si el hombre no supiera que esa institución de gandules y estómagos agradecidos no sirve para nada.

Dice Susana Quadrado en La Vanguardia, en su artículo Que venga el Ejército a Catalunya:

[...] «Está feo ponerse del lado de Ayuso, lo sé. Más lo es, si me lo permiten, entretenerse en tocar las narices a Netflix con la producción en catalán. Entiéndanme, no digo que no sea importante proteger la lengua propia. No obstante, lo urgente ahora está en otro lado: se trata de proteger vidas y a quien nos las salva. [...] Faltan manos, faltan medios, falta invertir en la sanidad. Por eso quien esto firma le pregunta al diputado Rufián, por seguir con él, por qué no monta una batalla para que el Gobierno central incluya la renovación de los fondos covid a las comunidades. Sánchez les hace la cobra . Sin ese aporte extra, no solo no se podrán recuperar las listas de espera y la asistencia atrasada sino que todo lo anterior se agravará».

Está bien, con dos apuntes: 1) lo de "lengua propia" es un decir; 2) Los fondos irán a nutrir a embajaditas, chiringuitos y TV3, ese canal de televisión del que solo recibimos agitación, propaganda, desplantes, grosería y aburrimiento.