lunes, 9 de marzo de 2020

Oriol Junqueras en la Universidad de Vic

G.U. no está pasando momentos muy buenos, por motivos que no vienen al caso, por eso prefiere no hablar de asuntos inquietantes de actualidad, como el del coronavirus (que lo hagan los expertos en diferentes ámbitos). Nos ha parecido oír que, por falta de medios y respiradores, los médicos de Italia han de elegir en algunos casos entre salvar la vida a un joven o un anciano, y se prefiere al joven, claro: si fuera así... preocupante panorama, ¡vive Dios!

Por eso G.U. distrae su mente manteniendo a ratos su blog con vida, escuchando música, viendo algunas películas del canal TCM y también leyendo buenos libros de arte o novelas, y artículos de prensa que destilen un poco de buen humor, ya que «bastantes desgracias tiene la vida para...». El de ayer de Lluís Bosch, bastante sombrío, fue la excepción.



Cambiemos, pues, de registro. De todos es sabido que a Oriol Junqueras le gusta dar clase. Aún recordamos su mítica conferencia sobre mecánica cuántica en el monasterio de Poblet y las lecciones que daba a los presos de Estremera acerca de Aristóteles y el nacimiento de la filosofía en Grecia. De ambos asuntos tratamos en su día en estas páginas.

En ese último caso, el de la cárcel de Estremera (Centro Penitenciario Madrid VII), daba la impresión de que no lo estaban pasando tan mal en el trullo los "presos políticos" (como los llaman aquí), aunque la comida fuera algo escasa y un poco flatulenta, según ellos, lo cual quizá influyera en la notable pérdida de peso que se podía advertir en la imagen del filósofo Junqueras, al que ven con una tiza frente al encerado con el dibujo del susodicho Aristóteles.

La conferencia de Junqueras en el monasterio de Poblet / Una clase de filosofía de Junqueras en la cárcel de Estremera
[granuribe50]
Pero parece ser que en la prisión catalana de Lledoners el condumio es menos flatulento, aunque más abundante y rico en calorías; quizá abunden las «mongetes amb botifarra», el copioso menú adjunto a la «calçotada», els «peus de porc», la «crema catalana» o, incluso, no es descartable que corra a raudales el vi ranci o la ratafía de su enemigo Torra.

El caso es que el aumento de peso del profesor Junqueras es más que evidente, y también lo es el trato de favor que recibe en la trena, hasta el punto de que se le permite abandonarla para impartir doctrina en la universidad de Vic, un santuario del procesismo más rancio. Allí es recibido siempre con aplausos por sus alumnos puestos en pie, como no podía ser de otra manera. El agravio comparativo con respecto a otros presos (y también a los aspirantes a profesor) resulta bastante insultante, pero sabemos de sobra que los procesistas siempre gozan aquí de todo tipo de prebendas.

De esas clases trata precisamente la columna de Albert Soler en Diari de Girona, titulada Aplaudiments a Junqueras. Extraemos  de ella unos párrafos, traducidos al castellano con mayor o menor fortuna por este bloguero.

«No me extrañan los aplausos a Junqueras. A mí también me hubiera gustado, cuando estudiaba en la universidad, que viniera a dar clase un preso en libertad condicional. Aunque fuera en una asignatura optativa, allí que me habría plantado yo, aunque fuera para poder escuchar de primera mano cómo se lo había montado para cometer los delitos y cómo es la vida en prisión.[...] No hay más que ver la reacción de Junqueras en su tuit después del recibimiento con un «Os quiero a todos», para saber cuál será la asignatura maría en la Universidad de Vic.
Oriol Junqueras sale de la cárcel de Lledoners para impartir doctrina en la universidad de Vic [imagen tomada del twitter de Junqueras]
»Si a Capone le hubieran concedido salir de Alcatraz para impartir clases en la Chicago Booth School of Business, los aplausos de los estudiantes se habrían oído hasta en Wall Street, ya que que de hacer negocios y eliminar a la competencia sabía un montón. Desgraciadamente, los jueces federales no se preocupaban por la formación de los estudiantes tanto como los catalanes y el pobre Al se perdió un recibimiento como el de Junqueras. 

Aparte de aprobar por la patilla gracias a los aplausos que le dispensaron, sus alumnos esperan del líder republicano que les enseñe cómo salir de la cárcel por la puerta, y no haciendo un túnel. Ignoro si Junqueras lleva este tema preparado en el temario, o preferirá enseñar a construir la Republiqueta de vuelo gallináceo, ámbito en el que también es un reputado experto. [...]

Se comenta que lo primero que hizo el nuevo profesor fue preguntar dónde estaba la cantina, ya que el viaje entre y Lledoners y la universidad le había abierto el apetito, lo cual provocó muchos aplausos de una parte de los alumnos, animándole a seguir aumentando de peso, mientras el resto cogía apuntes, intuyendo que sería lo más provechoso que saldría de su boca durante el curso».

5 comentarios:

  1. Yo le doy el beneplácito de persona docta. Se lo doy porque lo he conocido en el Seminario Conciliar cuando este se llamaba Facultad de Teología para denominarse después Instituto de las Ciencias de la Religión.
    ¿Qué tendrá que ver las ciencias con la religión, si son tésis y antítesis? pero es lo que hay.
    Dicho esto a lo que voy. Nada tiene que ver que uno sea docto como para que le den el puesto de docente.
    a) ¿Cuándo se han convocado las plazas para ocupar el puesto?
    b) ¿Qué baremo tiene para ocuparla?
    c) si lo tiene ¿porqué no hay convocatoria de examen con los otros licenciados que desean ocupar la misma plaza?
    d) ¿porqué es plaza fija si todo lo que se ofrece es de interinidad cuando no de adjunto porque no se admiten fijos si no hay convocatorias con el fin?
    e) y si hay convocatorias ¿porqué ha de pasar delante de los que llevan cinco, cuatro, tres, dos o incluso meses antes que él?

    Esas son las preguntas que los alumnos se han de hacer, a sabiendas de que no hay convocatoria oficial.
    Menos aplausos y más conocimiento de la ley, a esa que invocamos todos cuando nos vemos necesitados, pero que denostamos siempre, porque nos aferramos en que la ley es para que la cumplan los demás.
    salut

    ResponderEliminar
  2. Si la contratación de Junqueras no cumple los requisitos exigidos para la contratación de profesores deberemos exigir responsabilidades al contratador y al contratado.
    Si es una contatación por motivos ideológicos deduzco que al impartir las clases será un dechado de manipulación. Que sepa la universidad de Vic que con acciones como esta pierde consideración, se convierte en una institución manipuladora que no garantiza una tranmisión del libre conocimiento, es por lo tanto anti-universitaria.
    Saludos
    Francesc Cornadó

    ResponderEliminar
  3. A estas alturas, la política catalana es una gran ópera bufa en la que los tenores, de paupérrima calidad, desafinan y se equivocan en la letra, pero a parte del público parece gustarle (muchos han entrado de gorra), mientras el resto, que sí ha pagado, se tira de los pelos.
    Mateo M.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Totalmente de acuerdo. Todos de paupérrima calidad, por decirlo suave. Pues ahí están. Y un montón de gente que les sigue (100.000 en Perpiñán) a la que parece no preocupar en absoluto esas deficiencias. Lo de la Universidad de Vic, un ejemplo más de lo que pasa aquí. Hay que j******. MJ

      Eliminar
  4. En fin, que, con la bandera por delante, todo vale. Y, como dice MJ, hay que j******. La manipulación, a la orden del día y bien asegurada. Y ese es el nivel...

    ResponderEliminar