domingo, 8 de marzo de 2020

Bosch, Goytisolo, Cercas y un «charnego internacional»

Captura de pantalla de la página de la DRAE, acerca de la definición de la palabra «charnego»
En una entrada de Lluís Bosch, titulada Pues bueno, pues vale, pues adiós Cataluña, todavía más amarga que otras suyas, en un momento dado —refiriéndose a un pijotero secesionista de Sant Cugat que ha ido dando leccioncillas patrióticas al deprimido barrio donde él vive— dice el propio Lluís Bosch: «Esa gente, que lo tiene todo y viven como Dios vienen a hacer lo que científicamente se denomina "romper las pelotas" a los que viven peor que ellos (aquí he abandonado el tono antropológico). Y lo hacen en nombre de su propio bien, de su verdad revelada».



Al hilo de esto, ha surgido una interesante ristra de comentarios (siempre tienen nivel en ese blog, aunque no sabemos si Lluís elimina algunos) en la que ha quedado acuñada una nueva denominación, la de «charnego internacional». Y, G.U. piensa que el hallazgo es de Tot Barcelona, que en una de sus intervenciones dice:

«También yo me siento reflejado y, como un apátrida, ya no me considero catalán de las barracas de Can Valero Petit, sino charnego internacional. No le veo solución, siempre seré para "ellos", los de San Cugat revolucionario, un ciudadano de segunda, pues en la viña del Señor ha de haber de todo, y sobre todo si ha de haber, que hayan servidores, pero que hablen catalán».

Pues bueno, pues vale: G.U. quiere proclamar desde esta página que, a su modo, el que esto escribe se considera también un «charnego internacional», aunque —todo sea dicho— le hayan sido dadas muchas cosas sin necesidad de mover un dedo, gracias a la relativamente acomodada situación de sus padres, algo que no ocurre con muchos otros, menos afortunados.



Sigamos. Con ocasión de la exposición del fotógrafo Carlos Pérez Siquier en la Fundación Mapfre —un inciso: pongan una iluminación más potente: sin luz... no existe el color— hemos estado releyendo los Campos de Níjar, de Juan Goytisolo (escrita en 1959), una de las obras mejores y menos pedantes de ese autor, magnífico por otra parte.

Extraemos unos párrafos en los que se relata una situación que G.U. vivió muchas veces en el pasado (ya no, ahora dice que viene de Albacete), en sus viajes por la España deprimida: la admiración que despertaba antes Cataluña entre la gente de allí, hasta el punto de que le hicieran preguntas parecidas a las que le hace el chófer a Goytisolo en su viaje.

Juan Goytisolo, Campos de Níjar, Seix Barral (3ª edición, 1978), pág. 19


Precisamente hoy, Javier Cercas escribe en EL PAÍS SEMANAL de hoy un lúcido artículo, titulado La revolución de los ricos, en el que afronta en cierto modo estos asuntos. Dice, entre otras cosas:

[...] «Basta no cerrar los ojos para verlo: De entrada, recordemos lo obvio: desde que el mundo es mundo son los ricos los que quieren separarse de los pobres, no los pobres de los ricos; ahora ocurre otro tanto: son los europeos del norte los que quieren separarse de los del sur, los italianos del norte de los italianos del sur, los alemanes del sur (los muniqueses, los ricos) de los del norte (los berlineses, los pobres).

La brillante propaganda secesionista apacigua la mala conciencia de sus encantadas víctimas asegurando que los ricos catalanes somos, cómo no, una excepción a esa regla, y que no queremos separarnos de los pobres extremeños  y andaluces, sino sólo del rico Madrid franquista; pero la verdad es que ni Madrid es franquista ni el secesionista más alienado por la propaganda cree en su fuero interno que Cataluña querría separarse ahora mismo de Extremadura si Extremadura fuera más rica que Cataluña. Por otra parte, todos los estudios que conozco —incluidos los del CEO, el CIS catalán— constatan que los votantes separatistas poseen, de media, un mayor poder adquisitivo que los no separatistas».[...]

4 comentarios:

  1. Si los moradores de barrios como Sarriá St.Gervasi o Pedralbes captaran lo absurdo y contradictorio de banderas y eslóganes que cuelgan de fachadas de fincas espléndidas (con conserje, servicio de jardinería y vigilancia las 24h) en los que se reclama con todo el descaro libertad y el fin de la opresión del Estado sobre Cataluña, se lo pensarían dos veces.

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  2. Se trata de quedar por encima como el aceite, pero creérselo, creérselo, no sé yo. Quieren hacer que el resto nos lo creamos. MJ

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  3. Bueno, pues no sé si se lo creen o no, o si les conviene creérselo. Y tampoco me parece que se paren a captar contradicciones, para eso hay que parar, y pensar...

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