domingo, 28 de septiembre de 2025

Literatura, puritanismo, derechas, izquierdas


2 comentarios:

  1. En el arco de vida que he conocido, esta época es la más puritana y represiva. Hemos interiorizado perspectivas que eran ajenas a tiempos anteriores y leemos con unas gafas moralistas que nos hacen sospechar de casi todo. Pero en España, solo hemos conocido -de momento- una parte pequeña de lo que está sucediendo en Estados Unidos y en los países anglófonos, además de parte de América Hispana. Las perspectivas de género, la interseccionalidad, el antirracismo y el anticolonialismo además del poder del lobby LGTBiQ+ hacen que toda obra del pasado o del presente sea juzgada y cancelada. La mayoría de los grandes escritores conocidos son calificados de machistas, racistas, homófobos, colonialistas... y son condenados por este tribunal de jueces inmisericordes. La historia de la literatura y del arte pasa, por un filtro terrible de las ideologías del presente, y lo cierto es que incluso los más contrarios a ello, estamos sumidos en una concepción moralista que no podemos eludir. No leo como leía en los años noventa del siglo pasado por ejemplo. El moralismo, el puritanismo de izquierdas ha invadido la visión del arte. En Estados Unidos, el fenómeno Trump, un hombre impresentable, ha crecido exponencialmente ante la ideología woke que hace que la mayor parte de las obras que aparecen en librerías sean testimonios de personas no blancas, gays, o mujeres que cuentan sus traumas ante la blanquedad y el patriarcado. Nos muestran lo que han sufrido. Se habla de que la cultura actual en Estados Unidos es terapéutica. Todos tienen un trauma que contar, la mayoría se conciben como víctimas, filosofía del presente. Quien no es víctima seguramente es un victimario. Ya digo que todavía esto no ha llegado, pero llegará, a España. Y en este terreno es difícil que la buena literatura, la que no acepta dogmas, pueda florecer. El moralismo de la derecha es diferente y en el fondo duda más de sí mismo que el de la izquierda que se arroga la supremacía moral. Cuando alguien dice de sí mismo que se posiciona en el lado correcto de la historia, me echo a temblar porque sé cómo acaban las ideologías que ponen a la historia por testigo. En fin, temo haberme extendido mucho y sin mucho sentido. Saludos.

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    1. No, no, qué va. Te has extendido con mucho sentido. Todo acabará llegando aquí plenamente, hasta ahora solo vislumbramos algunos atisbos.

      Soy un lector impenitente desde que era zagal. Ahora un poco menos, porque se me cansa la vista. Desde entonces, siempre me gustaron los rebeldes, los sentía "en mi equipo". Pero no sé escribir apenas, tampoco es que me haya dedicado a ello, y mi ángulo de visión siempre es limitado. Sin embargo, al poner estas frases de Enrque Murillo, un tipo al que tengo mucho aprecio, tenía en mente algo que tú has verbalizado de manera contundente y eficaz, bien escrita, algo que yo no sabría hacer ni en una segunda vida, en el caso bastante improbable de que después de irme de aquí tuviera otra.

      De esa entrevista —que es muy larga— es de donde he extraído estas frases de la entrada. Decía otras muchas cosas sobre asuntos relacionados con la literatura y también el mundo editorial (en el que soy todavía más lego), como las que siguen:

      «La literatura sirve, en tiempos de simplificación de los mensajes, para tratar de entender lo complejo. Pensar el ser humano como algo difícil de entender es el único punto de vista interesante. Durante toda la historia occidental ha habido buena literatura escrita por autores reaccionarios y progresistas. Nabokov, de haber podido, tenía ganas de coger una metralleta y exterminar a todos los rojos que habían echado a su padre como primer ministro de Zar, y además, escribió una novela cuyo protagonista es un paidófilo. Eso no le convierte en un mal escritor. Porque es muy interesante, pone al desnudo lo que la sociedad no quiere ver.
      Durante decenios, las lecturas obligatorias de la enseñanza media mataron muchas aficiones infantiles y adolescentes, como la mía. Solo la recuperé como estudiante de periodismo, años más tarde. La lectura es rebeldía, es dejar de pensar como siempre para ver el mundo de otra manera. Y es una experiencia que es pura pasión»
      .

      Hay una influencer bastante millonaria (en seguidores en redes y en pastuqui) —María Pombo— que no ha leído un solo libro en su vida y proclamaba ufana hace pocos días que "leer no nos hace más buenos ni mejores". Le faltó añadir que no es necesario para forrarse. A lo que Murillo responde que está muy bien leer, pero no para ser más bueno ni mejor, "sino porque leer nos hace rebeldes". Y yo añadiría: nos hace disfrutar, nos ayuda a ampliar horizontes y a ser algo más refractarios a las manipulaciones, vengan de donde vengan.
      Pues eso. Saludos.

      https://cronicaglobal.elespanol.com/letraglobal/letras/20250913/enrique-murillo-vivimos-tiempos-puritanismo-izquierda-literatura/1003742687863_0.html

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