miércoles, 29 de enero de 2025

«The Brutalist», la Bauhaus y Vitruvio

La Arquitectura está de moda, apreciados lectores. No sé si han oído hablar de la película The Brutalist. G.U., aunque no la ha visto, sí que ha leído comentarios muy elogiosos por parte de críticos de cine, algunos habitualmente implacables. Claro que, de la crítica... uno ha aprendido a no fiarse un pelo; el vil metal afloja la mosca para entronizar películas, y más cuando se acercan los Óscar (y los Goya).

Cuando la veamos ya diremos esta boca es mía. Parece ser que la trama sigue a un tal László Tóth, arquitecto judío húngaro que sobrevive al Holocausto y emigra a los Estados Unidos. Se encuentra con muchas dificultades al principio, pero su talento acaba por ser reconocido por un adinerado cliente y...

Walter Gropius, Edificio de la Bauhaus, en Dessau (1925-1926) 

Bien, no fue el único. Gropius, Mies van der Rohe y tantos otros se trasladaron a EEUU (ojo al dato, otros —pocos— lo hicieron a Rusia) huyendo del nazismo, y exportaron el espíritu de la Bauhaus, una escuela que albergaba mucho genio dentro. De hecho, Gropius fue su fundador y primer director y Mies el úlimo [su predecesor en el cargo, Meyer, es uno de los que marcharon a Moscú]. El caso es que en USA desarrollaron al máximo su talento; allí había pasta y ganas de demostrar al mundo quién era el p*** amo. De esto ya hablaremos cuando nos quitemos la som de les orelles, como se dice por aquí.


De momento, vamos a remontarnos veintitantos siglos atrás, para hablar de un sujeto llamado Vitruvio.

Su tratado, De Architectura, cubre una amplia gama de temas relacionados con la arquitectura, incluyendo diseño de edificios, materiales, construcción, acústica, y proporciones humanas. Hablando de proporciones, quizá conozcan algo de él a través del dibujo «El hombre de Vitruvio», de Leonardo da Vinci. Representa una figura masculina desnuda en dos posiciones sobreimpresas de brazos y piernas, inscritas en una circunferencia y un cuadrado.

Leonardo da Vinci, El hombre de Vitruvio, 1492

Quizá se pregunte alguno de ustedes ¿quién demonios era ese tal Vitruvio? Vamos a ello: 

Se estima que nació entre 80-70 a.C., en la antigua Roma. Vivió durante un período de turbulencia política, en la transición de la Repúblia al Imperio. Combatió bajo Julio César en Galia. De hecho, fue su arquitecto durante su juventud y, al retirarse del servicio, entró en la arquitectura civil, siendo de este periodo su única obra conocida, la basílica de Fanum (Italia). Es el autor del tratado más antiguo sobre arquitectura que se conserva y el único de la Antigüedad clásica, el ya citado De Architectura, en diez libros (probablemente escrito entre los años 27 a. C. y 23 a. C.), inspirada en teóricos helenísticos.

Vitruvio y su libro De Architectura
Según Vitruvio, y no será G.U. quien le quite la razón, para que la arquitectura produzca resultados aceptables debería seguir los principios establecidos en su tríada «venustas, firmitas et utilitas», esto es, belleza, solidez y utilidad. Allí es nada.
 
Y en la obra antes citada añade cómo debe ser el arquitecto: 
«Et ut literatus sit, peritus graphidos, eruditus geometria, historias complures nouerit, philosophos diligenter audierit, musicam scierit, medicinae non sit ignarus, responsa iurisconsultorum nouerit, astrologiam caelique rationes cognitas habeat – haec omnia faciunt virum vere eruditum et polyhistorem».

Lo que «en roman paladino» viene a decir, más o menos:
«Que debe saber escribir correctamente, ha de ser experto en dibujo y sabio en geometría, que debe conocer muchas historias y sucedidos, que ha de escuchar atentamente a los filósofos, que ha de conocer la música y algo de medicina, así como leyes, y desde luego ha de saber leer en los astros y estar familiarizado con el sistema celeste: todas estas cosas hacen que un hombre sea verdaderamente erudito y polímata».

Pues estamos apañados. G.U. cumple a rajatabla muy pocas de esas condiciones del arquitecto que demandaba Vitruvio, y a juzgar por los edificios que vemos por aquí, no es el único. Solo conoce a uno que las cumpla más o menos. Sabemos que la película citada al principio él no la verá nunca, porque no suele ver ninguna. Por suerte, Vitruvio no exigía que se fuera buen conocedor del Séptimo Arte...
Veremos si las dimensiones son tan colosales. G.U. no va ahora al cine. Esperará a Movistar (tardará).

19 comentarios:

  1. No soy mucho de cine, pero al igual iré a ver la peli para situarme en la época y en los personajes.
    Tuve la oportunidad de comprar una edición en latín del año 1860 de los diez tomos de Vitruvio, allá cuando el euro se instaló en España, pero mi mujer dijo que no se gastaba siete mil euros, que es lo que me pedían y menos por unos libros que no eran ni de su especialidad ni de la mía. Así que abandoné la idea.
    Los bajé posteriormente en PDF.
    Siempre me encantó su manera de hacer carreteras, de asfaltarlas, de hacer los desniveles y los desagües, de canalizar las obras... un genio
    Es una obra que no aburre porque no paras de aprender.
    Un abrazo Mañana escribo más sobre lo de la Bauhaus.
    Supongo que lo tendrás, pero te los dejo para quien quiera leerlos:
    file:///D:/Ir%20a%20DATA%20(D)/1%20BIBLIOTECA%20de%20libros/Vitrubio/Los%20diez%20Libros%20de%20Arqutiectura%20-%20Vitrubio.pdf

    Un abrazote

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo tampoco soy mucho de cine, desde luego menos que doña Perpetua. Dicen que esa "peli" (no me gusta mucho esa denominación apocopada, pero es lo que se lleva) la pasarán en breve por las "plataformas". Entonces me asomaré, aunque si dura cuatro horas tendré que hacelo en varias fases. No aguanto mucho. De todas formas, no me fío la manera de ver las cosas de Hollywood.
      Te agradezco el envío pero no me ha llegado, ya que es un archivo extraído de tu disco local y creo que esas cosas no llegan por esta vía si no llevan el "http" correspondiente. Quizá por WhatsApp o email, pero entonces no lo podrá leer nadie (yo sí).
      En cualquier caso, ¡gracias!
      Un abrazo.

      Eliminar
  2. Amigo Gran Uribe, no había oído hablar de esa película. Seguramente no iré a verla. No leo las noticias de cine ni mucho menos las críticas.

    Cada vez que veo una imagen de la Bauhaus me gusta más y sobre todo pensar en la gran cantidad de talento que había dentro de aquellas paredes. Muchos sabios que tuvieron que huir de la barbarie para proteger su piel, afortunadamente desarrollaron su obra al otro lado del océano o en la Unión Soviética.

    El lema vitruviano es la máxima absoluta que debe presidir toda obra de arquitectura: «venustas, firmitas et utilitas» ¿Es lícito poner una piedra sobre otra sin tener en cuenta la terna vitruviana?
    A qué vienen estas obras teatreras que se levantan por ahí haciendo ostentación de mal gusto, de idiotez estructural y de inutilidad. La soberbia y la incultura del promotor (público o privado) y la vanidad e incultura del arquitecto de campanillas, son la respuesta.

    La belleza, la solidez y la utilidad, aquellas «venustas, firmitas et utilitas» se han convertido en luxury, show-business, vanity. (Al paso del latín al inglés dadle la significación que queráis)

    Cuando la "venustas" (la belleza) se convierte en ostentación sólo interesa a los nuevos ricos, especialmente a los más incultos. Contemplamos a menudo como se ha pervertido el principio de belleza -venustas-. Vemos como se trastocan las medidas y las proporciones adecuadas por la megalomanía y por la originalidad mal entendida. ¿Qué valor tiene la originalidad?, ¿las audacias geométricas o estructurales sirven para algo?, ¿o son sólo una complicación cara, grosera y difícil de construir?
    Todo esto es sólo un puro espectáculo de una sociedad opulenta.
    Sólo interesa la fotografía del día de la inauguración del edificio donde se pueda ver el engreimiento del arquitecto histrión y la chulería de quien hace el encargo.

    Tampoco se debe sustituir la solidez,-firmitas- por el espectáculo efímero y temporero de una arquitectura de bambalinas que se ha levantado al servicio del negocio inmobiliario o mediático.
    Cuando esto ocurre contemplo las fachadas y pienso en la durabilidad y en la vida útil del edificio, cuán caro es mantener este espectáculo, y me entran escalofríos calculando la pecunia que produce el show-business de la arquitectura.

    En cuanto a "utilitas", no debería hacer falta decir que la arquitectura debe ser útil; debe responder perfectamente a la función que tiene encomendada y servir a las necesidades del hombre.
    No vale trastocar "utilitas" por lujo y construir grandes edificios insostenibles, que hacen gala de derroche de energía y dilapidación de materiales. Son monstruos que se lo comen todo y con chulería enseñan su piel lustrosa de muros cortina de vidrio y titanio.

    Las palabras de Vitruvio sobre la formación del arquitecto, deberían estar grabadas en las puertas de todas las aulas de las escuelas de arquitectura. La geometría, el dibujo, la matemática, la física, la historia, la música, el funcionamiento del cuerpo humano, las medidas de los cuerpos y las cosas, el conocimiento científico en general son indispensables para trazar la primera línea de un plano.
    Está claro que no iré a ver esta película.
    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Caramba, Francesc, no verás la película! No esperaba otra cosa de ti. Yo esperaré y si María, como ha prometido, ens fa cinc cèntims aquí, se lo agradeceré mucho. Es una mujer lúcida y no se corta un pelo a la hora de expresar sus opiniones.

      Venustas, firmitas, utilitas, ¡vaya tríada! , que contrapones en clave actual a luxury, show-business, vanitye. Bien buscado. Te despachas a gusto con ciertas arquitecturas espectáculo, y no nos sorprende a quienes seguimos tu blog, tienes las ideas bien claras al respecto. Las comparto cien por cien.

      Respecto al frontispicio sobre la formación del arquitecto que, según tú, debería figurar en las puertas de las aulas de todas las ETSAB´s del mundo, creo que no se apuntaría nadie, retrocederían aco***ados antes de atravesar el umbral y clamarían: ¡Prefiero ser influencer! «Me irá mejor y ganaré más pastuqui sin pegar ni sello».

      Un abrazo y muchas gracias por tu exposición.

      Eliminar
  3. A mí ese estilo no me gusta. Soy màs clásica. Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, ya me lo imagino, Susana. Lo sé desde que me dijiste que preferías el chalet suizo de al lado al vanguardista de Rem Koolhaas. Me refiero a:
      https://granuribe50.blogspot.com/2025/01/el-ultimo-chalet-de-un-arquitecto.html?showComment=1736583184941#c8690338528461155490
      Besos.

      Eliminar
  4. jaja mis queridos GU y FRANCESC, todos tenemos claro q es un lujo impagable tener aquí a dos arquitectos multidisciplinares q cumplen a la perfección el perfil descrito por Vitruvio. Quizá FRANCESC como erudito, casi diría q excede en mucho esos requisitos como hombre del renacimiento multidisciplinar q es, creo q menos astronomía y filmografía lo domina casi todo ...por eso todos sabíamos q no iría a ver esta película ; ) Sin embargo yo pienso verla este finde y si puedo, ya os contaré...Eso sí, me prepararé un táper porque creo q es larguísima , pero tengo muchas ganas de verla, aunq como tú, no es q me fíe demasiado de la crítica ..de hecho a veces voy a ver películas justo porque la crítica las entierran como Megalópolis, pero ese es otro tema. ..La Bauhaus nació con la idea de crear una especie de escuela gremial de artesanos contando con artistas del calibre de Kandinsky entre sus profesores, todo lo q tenga q ver con algo así me interesa ...Cuando se unen buenos ingredientes, inteligencia y cariño, siempre sale algo rico...como aquí , por eso es un gusto leerte/os , un abrazo muy fuerte GU!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Para multidisciplinar, F.C. Yo solo soy un aplicado alumno que, cuando él publica algo de lo que yo no tengo ni p*** idea (sucede a menudo), estudia y le intenta hacer comentarios que no desmerezcan.
      Estoy deseando leer tus comentarios sobre esa película, porque yo tardaré en verla (no voy a los cines desde hace cinco años) y tengo en mucha estima tus opiniones, aunque no siempre las comparta. Ya sé que de F.C. no obtendré nada, dado que la película más reciente que ha visto es La lista de Schindler, de eso hace treinta y tantos años, creo.
      [img]https://www.autopista.es/uploads/s1/99/59/52/2/uno-de-los-carteles-de-la-aclamada-pelicula-la-lista-de-schindler.jpeg [/img]
      Era una película muy larga (menos que la que comentamos hoy) que, por cierto, vimos en un cine de Burgos durante un viaje de Semana Santa y que me provocó unos fuertes mareos y sensación flotante durante meses y meses. Parece ser que, por haberla visto en la primera fila y mirando hacia arriba, se me descompensaron los líquidos del oído ("síndrome vestibular"). Esta vez no me pasará, te lo juro.
      Un abrazo fuerte

      Eliminar
  5. Muy interesante,pero no iré a ver la película, estoy con los culebrones colombianos de 80 capítulos o más, no sabes tú lo que se aprende,a veces te ries
    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hubo una época, hace años, en que me enganché a ellos y lo pasaba de p*** madre. Por ejemplo, recuerdo uno muy bueno que se llamaba Cristal, pero no solo ese. Hce tiempo de aquello, mira los protagonistas de entonces y cómo son están ahora:
      [img]https://album.mediaset.es/eimg/2024/02/20/espana-se-paralizo-con-la-emision-de-este-emblematico-culebron-venezolano_16e5.jpg?w=1200 [/img]
      Luego, conseguí quitarme de encima eso y ahora tiendo a rehuirlos. Son productos muy adictivos y procuro andarme con ojo.
      Saludos

      Eliminar
  6. Y ahora????
    https://www.sedhc.es/bibliotecaD/1787_J_Ortiz_Sanz_Los_diez_libros_de_M_Vitruvio_Polion.pdf

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gratias tibi tantas! Iam feliciter advenit, quia litterae magicae "http" praecedun. G.U. salutat te.
      O , en roman paladino, por si alguien no nos entiende:
      ¡Muchas gracias! Ahora ha llegado felizmente, porque las letras mágicas "http" lo preceden. G.U. te saluda.

      Eliminar
    2. Ohh ¡¡¡, dilecte mi Magna Uribe;
      Fas ago, et di tibi salutem dent!

      Eliminar
  7. Puedo decir con orgullo que he logrado que mi mujer sepa lo que es un edificio racionalista y también uno brutalista, a fuerza de ir identificándolos en nuestros distintos viajes. Es más, fuimos a la Bauhaus de Weimar (aparcamos casualmente al lado de la casa donde vivió Gropius), aunque no me atreví (aún no sé por qué) a entrar dentro del edificio de Van de Velde. Eso lo corregí en nuestra parada obligada en Dessau, donde sí que deambulé por dentro de los espacios comunes de aquel singular edificio que hizo el mencionado Gropius para la nueva sede. Además, visitamos las casas de los Maestros (cuya existencia desconocía hasta llegar allí), teniendo una jornada arquitectónica de primera división (o de Champions si me vengo arriba).
    Me quedo, no obstante, con esa enorme síntesis: "Belleza, solidez y utilidad." Eso sí que es tomar la posición, que se diría en baloncesto. Dejó a los posteriores teóricos como meros complementos circunstanciales.
    Saludos.
    Mateo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. [img]https://architecture.uic.es/wp-content/uploads/2015/10/15.jpg?w=547[/img]

      ¡Caramba, qué envidia! No he estado por allí, ni en Weimar ni en Dessau. Tenía un profesor en la ETSAB, segundo de a bordo de Bassegoda, llamado Terol, que lo sabía todo de todos los edificios del mundo, pero nunca había salido de Barcelona. Todo lo aprendió en los libros. Pues a este paso, si sigo estudiando, llegaré un día a ser como ese sujeto, aunque la memoria me va resbalando un poco.

      [img]https://stepienybarno.es/blog/wp-content/uploads/2014/05/Walter-Gropius.-Casas-de-los-maestros-del-Bauhaus-en-Dessau-1925-1926-2-.jpg[/img]
      Estoy en la idea de poner algo de esto aquí. El caso es que Gropius se reservó la casa más amplia para él, no en vano era el director. Las otras tres, pareadas, eran para los otros profesores (seis). No estaban mal tampoco. Ahora creo que están restauradas, porque este tipo de edificios se deterioran con facilidad. Aquí hay imágenes de todo eso:

      https://es.wikiarquitectura.com/edificio/casa-de-los-maestros-de-la-bauhaus/#casa-de-maestros-bauhaus-002-gropius

      En cuanto al brutalismo, en Cataluña tenemos una iglesia en la Costa Brava reubicada al lado de Barcelona, en Viladecans (que tampoco he visitado, quizá tú sí, cuando vienes a Castelldefels). El arquitecto Robert Kramreiter huyó a España en la Segunda Guerra Mundial, una historia parecida a la película 'The Brutalist'.
      [img]https://a1.elespanol.com/cronicaglobal/2025/01/30/vida/920417990_14044100_1706x960.jpg[/img]

      Supongo que tu mujer viendo las imágenes de las casas de los maestros en Dessau y este edificio verá la diferencia...

      Saludos.

      Eliminar
    2. La llaman "la iglesia tobogán". Viendo la imagen, es fácil entender el apodo. Todo empezó con la idea de construir un templo en la playa de Santa María de Llorell, entre Lloret y Tossa de Mar, en plena Costa Brava. De hecho, el balcón que tiene estaba pensado para instalar un altar al aire libre, permitiendo la celebración de misas en verano con vistas al mar.

      Finalmente, el proyecto se trasladó a su actual ubicación en Viladecans,
      https://www.urbipedia.org/hoja/Iglesia_Santa_Mar%C3%ADa_de_Sales

      Eliminar
    3. Pues no conocía esa iglesia. La apunto por si se cruza en mi camino. La última vez que estuvimos por allí fuimos a Tarrasa, a ver el Museo de la Técnica, que está en una más que magnífica nave industrial, del mismo autor que el Ayuntamiento de la ciudad y de una masía espectacularmente transformada en joya modernista exaltada (a mi juicio).
      De las casas de los maestros, decirte que creo recordar que la de Gropius estaba reconstruida, pues fue destruida en la guerra. Las otras estaban bastante bien conservadas, supongo que con arreglos. Pensar que allí dentro estuvieron Paul Klee, Marcel Breuer y otros, tiene su punto. Hoy creo que ya son Patrimonio de la Humanidad, que es algo que hace que hasta los legos en la materia se interesen por estas cosas, lo que no está mal.
      Mateo.

      Eliminar
  8. Cosa más fea¡¡¡ ya te digo que por dentro es tan pequeña, tan pequeña, que no cabe ni Dios ¡¡¡

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si miras la planta, no es tan pequeña. Cabe Dios y bastantes más.
      Con razón la llaman iglesia tobogán.
      [img]https://s.alicdn.com/@sc04/kf/H81d1fe1d4fe847d59fb07afa745ddb8cy.jpg_300x300.jpg[/img]
      Solo que aquí, si te subes en lo alto de la rampa y te dejas ir, no acabas en el agua sino que te das de narices contra un muro de hormigón.

      Eliminar