Enlace a 3minutosdearte.com
Transferimos aquí una parte de lo que escribió ayer G.U. en
un blog amigo, al que debemos el ocuparnos de María Blanchard hoy. En breve le dedicaremos una entrada que intente hacerle honor, aunque sea tardío y modesto. [También trataremos de Juan Gris, pero éste ya recibió honores].
«Era una gran dibujante y España se le quedaba pequeña. Su deformidad física fue siempre una traba para ella; quería irse y consiguió una beca de la Diputación de Santander, de donde era oriunda, para formarse en París. Allí siguió pintando figurativo y recibió clases de Anglada Camarasa (¡ahí es nada!), con quien mantuvo una larga amistad. Éste fue quien la desinhibió de su academicismo anterior. Pero las cosas no le fueron muy bien, volvió a España y ganó una cátedra de Dibujo en Salamanca. En Wikipedia hay un largo artículo sobre ella, pero en él se dice que nunca llegó a dar clases. Por lo poco que sé, sí que las dio, pero tuvo que abandonarlas porque los alumnos (que ya en aquella época debían de ser unos hijos de p***) se mofaban de ella por su físico, ya que era un poco jorobada, por un problema de columna. [...] Por tanto, volvió a París, se instaló en Montparnasse, donde estaban todos los artistas y marchantes, y allí trabó buena amistad con Gertrude Stein y con otro español, el madrileño Juan Gris.[...] | | María Blanchard, Composición cubista (1916) / Museo Reina Sofía |
El caso es que Juan Gris fue quien indrodujo a Marie Blanchard en el cubismo sintético que él practicaba, y cogió un gran disgusto cuando ésta volvió a pintar "normal", hacia 1920. Es una de las primeras mujeres que asumió el lenguaje de las vanguardias y tuvo que luchar mucho por su mala salud y contra la mentalidad hiipócrita de la época, por ser mujer y deforme. Los libros de arte y los museos no le han hecho ninguna justicia. Menos mal que el Museo Reina Sofía tiene una buena colección de obras suyas [...], cubistas y no cubistas. En las cubistas se nota mucho la influencia de Juan Gris».
|
Leí tu comentario en el blog amigo. Agradezco la información que nos proporcionas.
ResponderEliminarBlanchard fue una gran artista que merece más reconocimiento. Sólo conozco su obra por reproducciones y lo que veo en ellas es un magnífico y depurado cubismo, se nota la influencia de Juan Gris, Gracias otra vez.
Salud
Gracias a ti, estimado colega. Quedabas incluido en una respuesta que le doy a Miquel, más abajo. Me gusta la obra de ambos, el uno incitó a la otra, que aprendió bien la lección. Pero, por presión de los marchantes y porque estaría harta de "la escuadra y el cartabón" (no te mosquees), volvió a lo que hacía antes, aunque con algunas reminiscencias cubistas. Más abajo explico más cosas de las pocas que sé sobre el asunto.
EliminarUn abrazo.
Reconozco que no había oído hablar nunca de esa pintora. Debió de pasarlo muy mal. Supongo que concentrarse en la pintura le ayudaba a sobrellevar esas penurias que comentas tú y también el enlace que señalas debajo de la frase. En él leo los comentarios cariñosos que le hacía García Lorca, pero, la verdad, no sé si la animarían mucho...
ResponderEliminarDe Juan Gris, sí, un pintor que me gusta mucho y creo que tampoco andaba muy sobrado de salud. Veo que los cuadros cubistas de ambos tienen mucho en común. Quedo a la espera por si nos cuentas algo más.
Muchas garcias
F.G.
En un comentario más abajo te doy las gracias, F.G. Estoy contigo, aunque alabara su mata de pelo, no sé si la animaría mucho que García Lorca le escribiera: «Porque eras jorobada, ¿y qué? Los hombres entienden poco las cosas y yo te digo, María Blanchard, como amigo de tu sombra, que tú tenías la mata de pelo más hermosa que ha habido en España.»
EliminarEn breve hablaré algo más del asunto. Palabra de Sánchez, ¡ah, no, perdón!: palabra de Gran Uribe.
Gracias a ti.
Gracias, Gran Uribe. Como han dicho antes los contertulios, poco sabía de su obra, salvo alguna cosilla que me proporcionó algún libro, y no precisamente de J.E. Cirlot, del que pensaba sacaría alguna tajada, pero ya ves, nada tiene ni en lo impreso en el 54 de su primera edición de arte abstracto y cubismo, ni nada tiene en su Diccionario de los Ismos, esta ya de edición más cercana.
ResponderEliminarTal como has escrito, la información más impregnada de taos ha sido la que has proporcionado tú con tus artículos, de lo que te estoy verdaderamente agradecido, pues poca cosa podía poner yo con tan poco dato, pero claro, no quería dejarla en el olvido cuando todo el cubismo, tanto el abstracto, como el analítico, como el sintético, está representado sólo por figuras masculinas, cuando sabemos que tiene porque ser así.
Te vuelvo a dar las gracias y un abrazo grande.
salut
"Cuando sabemos que NO tiene porqué ser así"
EliminarEs que no me hacéis caso... En El blog del gran Uribe está (casi) todo. Yo ya había hablado de María Blanchard —aunque poco, eso sí— con motivo de la exposición de la colección cubista de Telefónica, que se celebró en el Reina Sofía a finales de 2017. Naturalmente, no encontré en la tienda información alguna sobre María Blanchard y poca sobre Juan Gris. Sobre Picasso, todo lo que se quiera y más.
ResponderEliminarIncluso compuse dos pequeños paneles sobre algunas de las obras expuestas. En el primero, en la esquina superior derecha, figura la imagen del cuadro de María Blanchard que publico hoy. No sé si Telefónica la tiene prestada al Reina Sofía o que este museo se la adquirió luego. El segundo panel solo lo dedicaba a Juan Gris.
[img]https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5xSCR9FRS4q6o4QWas6HCpeDSdH45Jndqm14mWpoVidbrZC1l-fsJUsu6UI2Mn2fkNz2RPXKwklNXwCsBu7M2hjhWNsucApBaYO-dnX1XAKH59TahY0tEmmsfkdQOIYdvHBI36unlwmzy/s1600/cubismo_telefonica_1.jpg[/img]
[img]https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2MTcoA74zaA6nn6ugen8xSDiVMz35v0eD3kU1CJ-hZqZEIG2OdfOwmLVPsCvRlrf64Wn1aAJZjY4GXAWQb-bjIFwlPiqemFvN323V9KCtACPsdtdAZkgWmBYH8kKyBvOcd9e7Nb0svm4i/s1600/cubismo_telefonica_gris_1.jpg[/img]
Para verlas mejor, os remito a mi entrada del 8 de diciembre de 2017.
https://granuribe50.blogspot.com/2017/12/los-cubistas-en-el-reina-sofia.html
¡Un abrazo y gracias por los comentarios, F.C, F.G. y Miquel!
Cojonudo ¡¡¡ Gracias
EliminarAhora me acordé
ResponderEliminarde nuestra amiga
María, donde
estará? .
No soy el más indicado para responderte, puesto que no tengo contacto con ella. Solo te digo que ojalá vuelva pronto, porque echo en falta sus comentarios y su cordial cercanía.
EliminarSaludos.
No, no te hacemos caso, pero es que los díscolos semos ansí....
ResponderEliminarUn abrazo y gracias
PD: María vendrá pronto...trabajo y asuntos familiares la mantienen mising...
Un abrazo
Si te comunicas con ella, "me pones a sus pies". Deseo lo mejor para ella y que sepa que echamos en falta sus textos, siempre tan espontáneos.
EliminarUn abrazo a ambos.
Me ha interesado mucho este personaje, del que no había visto nada en ningún libro (tampoco es que consulte muchos). Te agradecería que algún día nos lo ampliaras un poco, si tienes ocasión y más datos. He consultado el enlace que muestras sobre los pintores cubistas: ¡muy bien! No he estado nunca en el Reina Sofía, pero pienso enmendarlo pronto (si el AVE no se estropea).
ResponderEliminarDespués me he metido en tu etiqueta "Arte" y allí he encontrado cosas estupendas (algunas ya las había visto en su día), incluso sale alguna vez mi apreciadísima y recordadísima Isabel Quintanilla, que EPD. Si pusieras algo más de ella...
Saludos cordiales
Pili L.
Buenas tardes, ya noches, Pili L.:
EliminarEstoy en ello, en lo lo de María Blanchard y también intentaré complacer tu petición sobre Isabel Quintanilla, una pintora que, cuando falleció, me provocó un tremendo soponcio.
En cuanto a María Blanchard, Baltasar Magro, (que fuera presentador de telediarios y autor de un estupendo docuental, muy premiado, sobre la figura de Yoyes, la exetarra asesinada por ETA), pues bien, Baltasar Magro escribió un relato novelado sobre la figura de María Blanchard, titulado María Blanchard, como una sombra lleno de ternura, en el que conjuga realidad y ficción. A pesar de no ser el género que más me motiva, me gustó mucho en su día y resulta muy ilustrativo sobre la peripecia vital de María, un personaje fascinante.
Saludos cordiales y gracias por la visita.
[img]https://img.lavdg.com/sc/o8FiawlVhl6GWBFT4dgkq4Fzx8k=/480x/2021/01/08/00121610121721547277852/Foto/GE9P35F6_17016.jpg[/img]
EliminarLa frase del encabezado, la de cambiar toda su obra por algo de belleza, es tremenda pues seguro que era verdad. Me ha recordado inevitablemente a un cuento de Ray Bradbury en el que había una bruja inmortal, pero condenada a la soledad. Lo cambió todo, y me refiero a su inmortalidad, por una última semana de ser joven y poder vivir aquellos siete días a tope de sensaciones. He dicho sensaciones y creo que ahí está una de las claves de vivir. Agudizar nuestros sentidos y nuestra conciencia para percibir todo lo positivo que se nos ofrezca (sea mucho o poco), a veces silenciosamente, y no desperdiciar nuestro valioso tiempo. Suelo decir, como ejemplo, que peinarse es una tarea que se empieza a valorar cuando dejas de tener pelo. No hay que esperar a tanto.
ResponderEliminarDe Blanchard, decir que la conocí mínimamente por alguna obra suya en el Bellas Artes de Bilbao. Y después de leer la entrada, estoy en la hipótesis de que a ella le gustaba más la figuración, en esa búsqueda de la belleza que, al menos para mí, resulta más difícil con los estilos de las vanguardias de hace un siglo. En relación con esto, en el tema artístico estoy siguiendo últimamente los vídeos de Youtube de Antonio García Villarán, muy entretenidos y formativos, el cual habla con frecuencia de un término, el "hamparte", que es ese arte que no es meritorio pero que nos lo venden como tal.
Mateo.
Gracias por la visita y por tu extenso comentario. María Blanchard fue un personaje fascinante, tal como le explico a Pili L. La novela de Baltasar Magro, María Blanchard, como una sombra, de Alianza Editorial, que he citado antes, la dibuja con cierta emoción y cariño. Utiliza testimonios reales y los hilvana con suposiciones fruto de su afecto y admiración por esa pintora.
EliminarMaría Blanchard se hizo famosa como cubista, en la estela de Juan Gris, su gran valedor y amigo. Empezó a vender mucho, pero los marchantes le comenzaron a pedir retratos, en línea con sus primeras obras, que ya eran conocidas. Como estaba necesitada de dinero (tenía a su cargo a una hermana y varios sobrinos), abandonó el cubismo hacia 1920 (con gran disgusto de Juan Gris, del que ya no se repondría, se dice) y se dedicó en sus últimos años por entero a esos encargos, sobre todo de marchantes belgas. Dedicaba todas las horas del día y, mala como estaba de salud (se ve que en Paría pasaba mucho frio en invierno), apenas abandonaba su estudio. Me parece que nunca (o casi) utilizó modelos reales, (casi) siempre fueron imaginados, pero utiliza algunos recursos del cubismo y reflejan un poco su estado de ánimo, que no solía ser "como para lanzar cohetes", como se suele decir; su mal estado de salud y su físico deforme (de nacimiento) no la ayudaban, ciertamente, y se evadía pintando, su gran pasión.
Bueno, ya me he enrollado bastante. Cuando dedique otra entrada a este asunto, no descarto utilizar algo de lo que acabo de escribir.
Muchas gracias y buenas noches, Mateo.