martes, 17 de septiembre de 2024

¿Qué hizo G.U. durante su ausencia de las redes? (I)

Pero, volviendo a los inicios de las modestas vacaciones, éstas se iniciaron en un lugar que nos agrada mucho. Una especie de locus amoenus, que, por las circunstancias, hacía varios años (cinco o así) que no disfrutábamos. Estamos hablando de Albacete, como ya les anunciamos en su día. Y ¿qué se hizo en su transcurso? Se responde rápido a eso: il dolce far niente (o sea, el placer de no hacer nada). NADA. [G.U. siente decepcionarles, si esperaban ver aquí grandes aventuras o viajes exóticos].
Parador de Albacete / [granuribe50 / agosto de 2024]
Por las mañanas, después del desayuno, un plan muy simple: como renunciamos al arreglo diario de la habitación, que siempre es un coñazo, descansar tranquilamente le petit-déjeuner en la cama. Y luego... piscina, nadar (mucho), mirar a las musarañas, pensar y leer en una tumbona a la sombra de los árboles que la rodean, que hay muchos. La piscina suele estar casi vacía, como se puede apreciar en la imagen, y es sumamente placentero disfrutar de ella. Además, está muy limpia y bien cuidada.
Parador de Albacete / [granuribe50]
Por la tarde, después de comer y sestear, aprovechando cuando empezaba a hacer menos calor, otro rato de lectura en la terraza de la habitación. Muy poco ensayo: novela, siempre novela, cuanto más antigua, mejor, ya que pocos/as novelistas recientes le seducen a G.U., por desgracia. Es otro momento agradable del día, con los pájaros piando en los árboles o caminando, como los mirlos (y los conejos).
[granuribe50 / agosto de 2024]
Y después de la lectura, un paseo en coche por los alrededores; no en bicicleta, ojo al dato, ni tampoco en el Lamborghini, que eso sucedió después, tal como ya quedó explicado. A G.U. le gustan mucho estos austeros paisajes manchegos, tan pictóricos, más que los grandes acantilados, las abruptas cordilleras, los picos o los lagos suizos. Pero, como era de prever, este año andaban mustios.
[granuribe50 / agosto de 2024]
Tanto es así que en las lagunas de Pétrola (hay cinco o seis), casi siempre pobladas por flamencos y zancudas diversas en esta época, no había ni gota de agua. Eso blanco de la foto es el suelo, no agua.
[granuribe50]
La verdad es que las últimas veces que estuvimos por aquí, hace años, todo estaba más jugoso, menos reseco. Había mucha agua subterránea todavía, pero la sequía y el descontrol en los riegos casi han acabado con ella. Malos tiempos para el campo. Pero nos gusta, aunque la gente exclame: ¡qué pelado!
Chinchilla / [granuribe50]
De siempre le gustó a G.U. la cerámica popular. Hubo incluso una época en que en cada lugar de España en que se producía alfarería se acababa llevando algún ejemplar a casa. Estaba muy de actualidad eso en los setenta. Años después, ya no cabían y se tuvo que deshacer de muchas de ellas.

Ahora todo aquello ya no se hace, solo piezas para turistas, y la mayoría de los alfares han desaparecido, como casi toda la arquitectura popular. Por suerte, nos queda el Museo Nacional de Cerámica de Chinchilla, que reúne las piezas más representativas de España, vidriadas o sin vidriar.
Parador de Albacete / [granuribe50 / agosto de 2024]
Al caer la tarde, con las fauces secas por el calor, no podía faltar el gin tonic de media tarde. G.U. no es un gran bebedor, pero en circunstancias como ésta no puede prescindir de ese tonificante brebaje.
[granuribe50]
[granuribe50 / agosto de 2024]
Y la puesta del sol siempre es hermosa en estas llanuras manchegas. No obtienen grandes ovaciones como las de Ibiza, ni el sol se pone en el mar, ni falta que hace. Un paseíto a pie en el crepúsculo, con las aves ya retirándose a sus árboles, los conejos a sus madrigueras y la ciudad de Albacete al fondo.

En fin, así transcurría el tiempo, con total sosiego; es agradable no tener nada concreto que hacer en todo el día, la verdad. Pero lo bueno siempre acaba (también lo malo) y había que regresar a Barça.



Próxima etapa: Ibiza, pero no en plan vacacional ni turista. Obligaciones diversas, básicamente familiares, nos llaman. Queda para la próxima entrada, pero... spoiler,  no dará mucho de sí, porque apenas se salió de casa. Sin embargo, si a alguno le interesa, siga atento a la pantalla.

domingo, 15 de septiembre de 2024

De vuelta del receso veraniego

Los blogs se abren con lo último publicado. Pues, a partir de esa premisa, empezaremos por lo último sucedido. Como quizá sepan, G.U estuvo más de un mes desenchufado. ¡Qué maravilla! Ni TV ni diarios ni ordenador ni leches. Se acabó por ahora, pero habrá que repetir periódicamente la experiencia. 
 

El caso es que, al volver de Ibiza y conectarse, se encontró en la TV con lo siguiente: con un tipo amenazador y vociferante (hermano de Delsy, la de las 40 maletas en Barajas y el carbonerito Ábalos) y con su jefe, ese impresentable sujeto llamado Maduro; que si es un dictador o no, que si Franco lo era más o lo era menos. Y con las elecciones de EEUU y los inmigrantes que se zampan a las mascotas, según Trump. Y con los misiles de largo alcance para bombardear una parte de Rusia.

Y con frases inquietantes, verbigracia: "Podemos gobernar con o sin el concurso del poder legislativo, que necesariamente tiene que ser más constructivo y menos restrictivo" (sic). Y con la sustanciosa subvención a las bicicletas (=40 millones; ELA=0, sin ir más lejos). Y que si más coches eléctricos, más transporte público, más bicis ("un medio fantástico de transporte") y menos Lamborghinis, etc.



Se abrumó G.U. con toda esa monserga informativa. Decidió entonces alejarse otra vez y pasar unos días en Andorra, donde le compró un Lamborghini a Jordi Pujol junior, que casualmente estaba por allí. G.U. no tiene plata "como para vivir cien vidas" ni es como toda esa gente que se ha radicado allí para eludir impuestos, a pesar de "trabajar" en España: no es ni deportista de élite, ni influencer, ni se ha forrado vendiendo "contenido" en la web pornoerótica OnlyFans, pero no debemos olvidar que fue un futbolista de cierto prestigio. Por cierto, el coche va como una seda, se nota que estaba bien cuidado. Esperemos que no se nos moleste nuestro apuesto presidente por haber decidido efectuar tan costosa adquisición de esa carroza en lugar de comprarse una bicicleta para sudar la camiseta.   

No se desplazó allí en tren, porque, aunque el ministro Puente afirma —muy colorado y contundente—  que los trenes pasan por el mejor momento de su historia, G.U. no acaba de tener fe en la Renfe.



No se despisten: en la próxima entrada explicaremos qué hizo G.U. durante su ausencia de las redes.