jueves, 14 de diciembre de 2023

Sobre el informe PISA

Quizá hayan leído ustedes los resultados de PISA, nefastos, que nos colocan a la cola del mundo civilizado en el campo de la llamada educación secundaria (en España, la ESO). Es una evaluación que afecta a los escolares de 15 años. No es que ese informe tenga mucha credibilidad; sin embargo, "algo tendrá el agua cuando la bendicen" y "cuando el río suena, agua lleva".

Y no es mala idea que haya alguien que controle y compare objetivamente cómo están las cosas en ese nivel educativo. A los que les van bien los resultados, se ponen medallas. A los que les van mal, ponen excusas o ningunean el informe. Como uno sabe (o supo) de qué va esto, aquí está la opinión de G.U. sobre el asunto, aunque esta vez no se vestirá de cura para la ocasión, porque parece ser que ese estudio está más enfocado a la situación de la escuela pública.

Francesc C. escribió sobre Informe PISA. G.U. le comentó lo siguiente, que reproducimos modificado:

«Aunque a los profesores se los acostumbra a acusar de todo porque "tienen demasiadas vacaciones", no son los únicos responsables del fracaso. Han perdido la autoridad, casi se diría que han renunciado a intentar conservarla, sí; tampoco enseñan las cosas que debieran, pero todo eso ha sido en buena parte—en opinión de G.U.— porque los currículums oficiales vienen aprobados así y se han de cumplir y porque no se les ha apoyado suficientemente por quien debería hacerlo.

Hay alumnos y padres maleducados que los amenazan, los psicopedagogos (que son legión) solicitan que se mime a los zagales («tienen muchos problemas en casa»), los directores exigen que no se reprenda a los alumnos y que se los apruebe sin más ni más, los inspectores están en ello, y todo para que la "consellera" esté contenta, les renueve la confianza, y todos ellos farden de lo bien que va todo. Autocrítica=0.

Viñeta de Manel Fondevila, con la obra de Tàpies Tercer encuentro (3er Festival Internacional de Cadaqués 1972)
 [Diari Ara]
Educar no es seducir. Hay obligaciones que cumplir, y no solo la de jugar, que para eso está el patio, que está muy bien, siempre que no se obligue a los alumnos a hablar entre ellos en una lengua concreta. [Y siempre que no se obligue a los profesores de guardia en el patio a conversar con los alumnos en esa lengua (G.U. sufrió eso hace años, se le acusó de no hacerlo, pero le pilló la jubilación, por suerte; entonces era una "experiencia piloto" y de ahí pasó a ser ley)].
«Los niños y las niñas hablan en español en el recreo»
Plataforma para que los niños y las niñas hablen en catalán en el patio / [granuribe50]
Ir a la escuela no debería ser equivalente a acudir a una ludoteca a echar unas horas, esperando a que los padres vuelvan a casa. No tiene que ser todo necesariamente flexible y agradable. Hay que trabajar duro y eso sí que sería todo un buen aprendizaje para lo que les espera luego.
Trabajo "colaborativo" en el aula / [granuribe50]

En esa nefasta deriva está el no tan reciente "invento", cada vez más extendido, de no enseñar nada de manera estructurada. Casi todo surge a través de unos "proyectos colaborativos", "transversales", en los que intervienen las diferentes asignaturas. En ellos trabaja el empollón, o el zagal responsable, y los otros tres del equipo chupan rueda, aprendiendo así a no hacer nada sin que pase nada y obteniendo todos la misma calificación. Los conceptos no están reglados, solo salen a la luz si se los necesita para resolver algo concreto. Si no es "útil" saber una cosa, no se explica y todos tan panchos.

Viñeta de Manel Fondevila / granuribe50 
[Diario Público]
La enseñanza está dedicada solo a enseñar cosas que puedan ser útiles en el mundo del trabajo y, al menos en Cataluña, a temas identitarios, comeduras de tarro incluidas. Muy mal. No estaría de más recuperar la retórica, enseñar a los alumnos a ser más críticos, a expresarse, a razonar, a leer y a escribir correctamente. Enseñar más literatura y geografía (no solo los escritores, ríos y comarcas de su Comunidad autónoma), darles a conocer la historia (no la manipulada por motivos políticos) y procurar que aprendan operaciones aritméticas básicas sin recurrir necesariamente a la calculadora. Y, barriendo para casa, más música y dibujo, que son aspectos de la enseñanza la mar de educativos, ojo.

Hay otros asuntos. La inmersión lingüística en catalán no es un "modelo de éxito", como nos quieren vender políticos, diarios subvencionados y tertulianos, sino un rotundo fracaso. Y lo es porque obedece solo al deseo de hacer política a través de la lengua utilizando la escuela. Es un arma y nada más. Mal asunto. Muchos alumnos rechazan la enseñanza que reciben, porque se les da de manera única a través de una lengua que no es la que ellos hablan en sus casas y en la calle. Al margen de que entiendan más o menos los conceptos que se les imparten —que no los entienden— consideran a esa lengua como algo propio del colegio y los rechazan (los conceptos). Así de claro.

Y las excusas de los malos resultados, mucho peores que en otras comunidades, las conocemos bien aquí: Madrit y sus recortes (como si no tuviéramos competencias en esos asuntos, en los que fuimos entusiastas tijereteros); el confinamiento (como si en otras regiones no lo hubieran sufrido); la abundancia de inmigrantes ("nouvinguts"), demonizándolos (como si solo los hubiera aquí y ellos fueran peores que los que no lo son) y no recordamos qué más. ¿Qué se hará? NADA. Quizá intentar restringir un poco el uso de los móviles por los alumnos, tantas alabanzas que tuvo su utilización en la escuela hasta hace muy poco tiempo. Eso sí, burocracia y papeles, todos los que quieran.

¡Ah!, se nos olvidaba. El director del instituto de doña Perpetua proclamaba: "No hace falta aprender nada. Solo hay que ´aprender a aprender´. Solo hay que aprender a buscar la información en Google y en la Wikipedia»". Y punto. Y así nos luce el pelo. G.U. se baja en la próxima y ya le da un poco igual, aunque las consecuencias las sufrimos todos y más que las sufrirán los que vienen detrás».



13 comentarios:

  1. Lo has expresado con claridad meridiana, Gran Uribe: "deseo de hacer política a través de la lengua", poca cosa más.
    Se podrá aducir, que de hecho se hace, mil quinientas cosas más, pero esta es la base de todo.
    Te diré que de todas maneras está todo abocado al fracaso. El patio, guste o no, es plurilingüe, y allí no mandan más que los niños.
    Por otra parte, hacer aulas de no más de 18 alumnos, o configurar una de 30, con dos maestros, no estaría de más.
    Recuerdo que nosotros estábamos hasta 42 en cada una, y no pasaba nada.
    Pienso que no se tenía que haber dejado de lado la Filosofía, es que el arte de saber hacer preguntas, y para eso se ha de saber escucha.
    Un abrazo

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    1. Pues sí, la lengua se utiliza como arma política y se toma de coartada a los alumnos. A ellos se les adoctrina, se les come el coco, se les obliga a utilizar una lengua, no solo en clase sino también en los pasillos y el patio. Eso, como es normal en adolescentes, les crea un rechazo hacia esa lengua y hacia el instituto en general. Solo están deseando salir de allí, pero, entretanto llega la hora se juntan con los que están en similar situación, formando pequeños guetos.
      Todo lo contrario de lo deseado: porque en teoría así se aumenta la convivencia y se asimilan mejor los conocimientos. "Un modelo de éxito", nos venden. Para ello se enmascaran todo lo posible las cifras, hasta que llega un evaluador objetivo e imparcial que les destapa las vergüenzas. Es el momento de echar las culpas a "Madrit" y a los "nouvinguts".
      Un abrazo.

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    2. Por otra parte, haces bien en reclamar algo más para la filosofía. "No sirve para nada", se dice y repite hasta la saciedad. Supongo que discrepas.
      Está (o estaba) en bachillerato (16-17 años). Sus profesores siempre se mantuvieron bien organizados y sabían defenderse del expolio permanente al que estaba sometida esa materia. Pero la cosa se ve que ha ido a peor. Ahora no sé en que estado "pre-cadavérico" se encuentra, pero no creo que sea muy saludable su situación. Interesa que los jóvenes no sepan hacer ni un miserable silogismo ni interpretar ni deducir nada, pero a ver si con este nuevo impulso que produce PISA las cosas mejoran. Ya sabes mejor que nadie que de las cosas que suelen manosear los políticos solo sale basura, pero a ver qué pasa, quizá tu súplica llegue a buen puerto.
      Otro abrazo.

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  2. Amigo GranUribe, ya lo comentamos extensamente en mi blog.
    Celebro mucho que te hubieras podido marchar de aquella jungla de alumnos mal educados y enseñantes desquiciados que han convertido la educación en un lodazal de incultura que pagamos entre todos. Ahora nos toca apechugar con esta pandilla de burócratas pamplineros.
    Saludos.

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    1. Sí, Francesc, tuviste buena idea al lanzar este tema como quien tira una piedra al lago. Las ondas se van expandiendo y llegaron hasta mi orilla. Es un tema que creo conocer y pensé que no estaba de más aportar mi opinión, que cuadra bastante con la tuya.
      Me gustaba dar clase, sobre todo cuando les explicaba cosas de arquitectura, de diseño, de pintura a los alumnos (eran pocos, afortunadamente) de la optativa de bachillerato. También disfrutaba mucho explicando el sistema diédrico y las perspectivas en Dibujo Técnico (también pocos alumnos), y los resultados de selectividad solían ser satisfactorios.
      Pero con la ESO no podía. Era superior a mí. El infantilismo, la grosería, la mala educación, la imposibilidad de implantar disciplina, el proteccionismo de padres y director y la necesidad impuesta por tutores y jefes de estudios de aprobar a gente sin merecerlo (para que no hubiera "atascos" y también yo los aprobaba "de motu propio"—todo hay que decirlo— o sea, "en defensa propia", para que no me pincharan las ruedas del coche) acabaron conmigo. En cuanto pude, tomé las de Villadiego. Así de claro.
      Un abrazo, Francesc. Y enhorabuena por "Arte deteriorado". Me lo llevo a Ibiza y allí seguro que disfruto como un enano.
      Un fuerte abrazo.

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    2. GU, me voy a tomar la licencia de una corrección que aprendí hace poco. No se dice "de motu propio" sino "motu proprio", sin la preposición "de" y con esa "r" que se ha colado en mitad de la palabra para dificultar, sin duda, su pronunciación.
      Del artículo, decir que si los poderosos y los políticos nos quieren ignorantes (salvo una pequeña élite a su servicio), lo están consiguiendo.
      Mateo.

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  3. El fracaso de la educación en este país en general y en Cataluña en particular, tal cual comentas, mi querido GU es multifactorial, de un lado que el profesor está solo frente a sus alumnos, la administración y los padres, cuando deberían estar todos a su lado, padece el mismo mal que la familia, que tb está en fase de desintegración... no hay referentes, ni respeto, ni responsabilidad, todo son derechos, exigencias y críticas, motivo por el cual los porfes cada vez están más desmotivados, frustrados e incluso en ocasiones hasta amargados, después que es cierto, el colegio no es un lugar de esparcimiento para ir a pasar el tiempo y hay muchos que no quieren estar ahí, lo que hace que resulten disruptivos para el resto. No quieres estar en clase, ok, te vas para un centro de capacitación profesional. Ahí, como en cualquier parte que persigas un objetivo, en este caso aprender, debe primar el esfuerzo, y al profesor lo que le toca sobre todo, como dice eses interesante art. de la RAE que enlazas … "Interesar a los alumnos, que es mucho más difícil que entretenerlos, pero mucho más importante" y se trata de eso, después que sobre todo en primaria, en lugar de focalizar en escribir, leer, comprender lo leído y redactar, a parte de las nociones básicas de matemáticas, se diversifican tanto en mil bobaditas, que estaría bien si sobrara el tiempo, que no asientan cuestiones esenciales y llegan al instituto sin dominar ninguna, a partir de ahí, cuesta abajo.. Luego sí, sin ninguna duda la inmersión lingüística practicada ahí, se está demostrando nefasta para la educación, por lo visto si no adquieres los conceptos básicos en tu lengua materna, resulta mucho más difícil, que se asienten y esto les debería hacer reflexionar, porque pretendiendo sembrar el espíritu nacionalista desde la más tierna infancia, lo que van a tener es una sociedad analfabeta, eso sí, mucho más fácil de manejar pero ¡vaya pena de país se van a montar ¡ : (

    En fin, no sé, quizá se lo repiensen a partir de lo que se ve, no pueden ser tan zoquetes!
    Un abrazo muy muy grande y mucho ánimo para tu querida Doña Perpetua, si es que sigue en el frente! porque tú, ya sé que afortunadamente estás licenciado : ) Mil gracias, estupendo post!!

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    1. Lo has explicado "meridianamente bien". Lo que hacen en primaria siempre lo ignoré. Me bastaba suponerlo, al ver cómo llegaban los asilvestrados doceañeros al instituto. Yo impartía una asignatura —"Visual y Plástica" la llamaban entonces, hoy en día no sé cómo—. Pero "inter nos" la llamábamos "Plastilina", porque los currículums y programaciones oficiales parece le hubieran dado esta utilidad, la de entretener a los zagales. Yo no lo pasaba bien, aunque cierta permisividad y el tipo de faenas que les asignaba me permitían sobrevivir sin problemas y sin que se me cayeran los anillos. Unos buenos compañeros de seminario ayudaban un montón, porque en los ratos libres lo pasábamos de miedo. Aún los echo en falta, y eso me ocurre desde que abandoné aquella selva. En el bachillerato, como mi asignatura no abarcaba a todos los alumnos, los temas tenían más nivel y los alumnos veían que se les acababa el chollo, lo pasaba muy bien. Pero eso que llaman "la ESO" me quebrantaba mucho la salud. Algo de todo esto les explico a Francesc y Miquel...
      Por cierto: "Doña Perpetua" siguió mi camino tres años después y desde entonces lo pasamos tan ricamente. ¡Lástima de la pandemia!
      Un abrazo fuerte. Seguimos en contacto.

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  4. El último curso en que fui profesor (2015-2016) tuve tres terceros de ESO en clase de Lengua y Literatura. Di el programa entero a mediados de curso -tuve mi sistema especial para hacerlo y funcionó-, les hice escribir una novela de treinta páginas a cada uno, que corregí, y los chicos trabajaron en un ochenta por ciento muy bien. No eran cursos especiales, pero uní mi entusiasmo profesional en mi despedida con una serie de baterías innovadoras que funcionaron. Lo conté con detalle en Profesor en la Secundaria. Leyeron tres libros de nivel medio y añadí La metamorfosis de Kafka, autor al que dediqué buena parte del curso. Además, utilicé plataformas para realizar mapas mentales -cuya licencia pagué de mi dinero porque el centro no se quiso hacer cargo-. Quiero decir que dar la batalla por perdida es derrotismo. Mi centro era de máxima complejidad por el número de alumnos inmigrantes que superaba el sesenta y cinco por ciento. Eso sí, me vi solo, lo que no me molestó en absoluto porque estaba acostumbrado a estarlo. Los alumnos pueden dar mucho más de sí de lo que creemos, simplemente hay que creer en uno mismo y en ellos. Aquellos muchachos estoy seguro de que nunca olvidarán aquel curso y alcanzaron niveles impensables. Eso sí, tuve que aplicar una pedagogía o sistema radicalmente diferente. Los alumnos pueden dar de sí mucho más de lo que creemos. Y el informe PISA me importa un higo, lo único que me importaban eran mis alumnos. Saludos.

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    1. En efecto, solo los profesores con personalidad, que " los tienen bien puestos", son capaces de implantar en esa selva su propio estatus y poner a trabajar a los alumnos en aquello en lo que creen que se debe hacer. Admiro lo que obtuviste el año antes de irte. Yo ya estaba con un pie fuera cuando estaba a punto de dejarlo y, como de salud me encontraba "solo regular", confieso que me dejé ir un poco. Pero me gustaba dar clases en bachillerato, aunque me ayudaba que mis asignaturas no tenían el cupo de alumnos al completo. Lo que no soportaba era la ESO, como explico en mis respuestas anteriores.
      Un saludo.

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  5. Ya hace 18 años que me jubilé(con 60 años, lo bueno que tiene la enseñanza estatal).He visto pasar varios planes de estudios, siempre se decía que íbamos a peor(mentira) .Recuerdo mis clases de Tecnología y Electrónica, con mis proyectos, maquetas, planos y cálculos, me lo pasaba muy bien con mis alumnos de bachillerato tecnológico , hubiese seguido hasta los setenta, pero bueno di la oportunidad a otros más jóvenes, no me quejo .
    El informe, ni caso, las cosas se han de matizar, estudiar, vamos que no sirve para nada.
    Saludos.

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    1. Comprendo que lo pasaras bien entre maquetas, planos, etc. Yo, en lo mío, también lo pasaba muy bien en bachillerato. Lo que no soportaba era la ESO, tal como explico en mis respuestas a otros comentarios anteriores.

      Ahora bien, si lo pasabas tan bien, no entiendo que lo dejaras al cumplir los sesenta años. De no ser que fuera que, por entonces, a los que se jubilaban anticipadamente creo que se les dotaba de una "paguita extra" de despedida, nada desdeñable por cierto. Algo que cuando abandoné aquello ya se había suprimido (lo hice después de los recortes de 2010). Sí; dejaste "paso a los jóvenes", aunque me permito dudar que lo hicieras solamente por este motivo tan altruista. Pero no lo sé, claro.
      Recibe un cordial saludo.

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  6. Muy bueno, Uribe. No conozco ese mundillo, por suerte , pero me fío de lo que dices.
    Muchas gracias.
    F.G.

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