domingo, 15 de diciembre de 2024

Acerca de Piet Mondrian (I)

G.U. suele cumplir con su palabra, casi-casi como el gobierno. Dijo que a Piet Mondrian (1872-1944) le daríamos de comer aparte otro día y hoy ha llegado ese "otro día" (aunque aún habrá otro más, ojo). Todos lo relacionan con este tipo de obras:
Mondrian, Composición: planos de color con superficies grises (1917-1918)
Pero antes hubo mucho recorrido, hasta que encontró su camino. Su padre, un calvinista acérrimo, se dice que era un sujeto "sentencioso, severo y francamente desagradable". Era un dibujante aficionado. Pero tuvo el detalle de aceptar que su hijo estudiara en la Academia de Bellas Artes de Amsterdam, lo que sirvió al joven Piet para perderlo de vista y a nosotros para disfrutar ahora de su arte.
Piet Mondrian, Bosque (1900) / Gustav Klimt, Hayal I (1902)
Progresó lentamente, entre otras cosas porque no tenía claro dedicarse a la pintura. Tenía dudas de si ser pintor o meterse a cura. Aún así, pintó cosas estimables, próximas a lo que hizo Schiele años dos después. Y allí ya aparece su afición por los árboles, que encontraremos muchas veces en su obra.
Mondrian, La granja Gein con un horizonte alto (1905)
Esta es una de las primeras obras ya más conocidas de Mondrian. Tenemos árboles y su obsesión por  los reflejos, que encontraremos plasmada más adelante. A veces, el pintor emplea gamas monocromas para intensificar una ambientación sombría, entonada en sepias o en verdes, sin introducir ningún otro acento cromático que perturbe la unidad tonal que persigue en todo momento. Es lo que da cohesión al conjunto y dota al paisaje de la serenidad, sobriedad y equilibrio que Mondrian deseaba.
Mondrian, Molino de viento en el Gein (1906)
No le gustaba la vida en Amsterdam y los ambientes urbanos. Así es que decidió vivir en el campo. La horizontalidad de los paisajes, los árboles, los molinos de viento, el agua son los elementos con los     que trabajó en esos años. En su obra de entonces pueden advertirse ciertas reminiscencias estilísticas del paisajismo holandés de la Escuela de La Haya del S.XIX, no en vano su formación era clásica.
Mondrian, Molino Oostzijdse a la luz de la luna (1907)
«La naturaleza (o lo que veo) me inspira, me proporciona —como a todo pintor— la emoción que me mueve a crear algo», afirmaba Mondrian. Pero no tarda en comprender que una cosa es la belleza de lo que ve y pinta y otra bien distinta es la magia que puede desprender el cuadro ya acabado, que adquiere así su plena autonomía, al margen de la realidad.
Piet Mondrian en su estudio (1905)
En aquella época, aunque toma numerosos bocetos au plein air, como sugieren las cajas de pinturas a la izquierda de la imagen, la obra final siempre la desarrolla en su estudio.
Mondrian, Árboles a orillas del Gein al salir la luna (1907)
Mondrian, Noche de verano (1907)
En el campo, prefería los atardeceres o la noche. En ciertas noches de verano le gustaba estar a solas frente a la superficie tranquila del agua, cuando se reflejaba la luna en ella. Los pintores alemanes del romanticismo habían pintado ese tipo de cosas un siglo antes. Ya en esos cuadros, por ejemplo en Dos hombres observando la luna, de Caspar David Frierich (1809), es cuestionable si el resplandor del fondo del cuadro representa la luna tal como se ve en la naturaleza. Pero... ¿qué más da?
Mondrian, Vista fluvial, embarcación (1907)
Horizontales y verticales, tan propias del Mondrian que conocemos, ya estaban presentes entonces.
Mondrian, Bosque cerca de Oele (1908)
Está considerada como su mejor obra de aquella época. Toda la pintura está constituida por anchas líneas de colores, prolongadas, que a veces serpentean. Obsérvese cómo los árboles se inclinan a ambos lados del sol; casi recuerda la forma de una vidriera gótica; los románticos alemanes situaron con frecuencia ruinas góticas en medio de árboles, como en la Abadía en el Robledal, de Friedrich.
Mondrian, Molinos a la luz del sol (1910)
Mondrian, Amarilis (1910)
Más molinos de viento, pero están cada vez más distanciados de la realidad visible. Alejados de la realidad visible, sí, pero ¿qué me dicen de esas flores, dos años después? ¡Ojo con Mondrian!
Mondrian, El árbol rojo (1909)
Pues aquí tenemos su celebre Árbol rojo. Esta pintura nos muestra un árbol en color rojo vivo y azul. Representa la ruptura ya casi definitiva de Mondrian con el tradicional arte figurativo, y su primer paso hacia el arte abstracto, un trayecto que continuará con su serie de árboles que mostraremos luego, pintados ya en el París de Picasso y Braque.
Mondrian, Paisaje con dunas (1910)
En 1910 empieza a pintar grandes cuadros con colores sombríos. Formas quebradas y angulares, tonos lilas-verdes oscuros en formas sin apenas movimiento. Esta obra le gusta mucho a G.U.
Mondrian, Iglesia en Domburg / Molino rojo (1911)
Nuestro hombre está harto de Holanda. Sabe que todo el mundo del arte se cuece en París y conoce ya algo de la obra que están desarrollando por entonces Picasso y Braque, a quienes admira mucho. Antes de marchar nos deja estas dos obras, muy potentes, incontestables. Ya le pillan haciendo las maletas.
Mondrian, El árbol gris (1912)
Ya tenemos a Mondrian en París. Es un gran admirador de Picasso (Desnudo femenino de pie) y de Braque (Mujer con mandolina); no intima con ellos pero está muy al loro de lo que hacen. Como sabrán, ambos artistas produjeron en esa época obras casi monocromas y patrones complejos de formas planas, que fueron encuadradas dentro de lo que se etiquetó como «cubismo analítico». 
Mondrian, Árboles en flor (1912)
No haremos comentarios. Basta con ver las obras que realiza Mondrian en París, al rebufo de ambos.
Mondrian, El manzano florecido (1912)
Mondrian, Paisaje (1912)
Mondrian, Naturaleza muerta con pote de jengibre II (1912)
Aún hay referencias visuales a la realidad. No estamos dentro del arte abstracto pero poco le falta...
Mondrian, Composición Árboles II (1912)
Esta obra se titula Composición árboles II, árboles tan queridos por él, pero no resulta ya fácil verlos. 
Mondrian, Composición Nº 9, Fachada azul / Composición Nº 6 (1913)
Tampoco es fácil ver una fachada en la de la izquierda, y en la de la derecha, no sabemos. Son dos obras de 1914, momento en que estalla la Primera Guerra Mundial, y Mondrian sale escopeteado hacia Holanda, país que, como ya les explicamos, se había declarado neutral. Y aquí empieza otra película...
Mondrian / granuribe50, Cuadro III (1914)
Continuaremos otro día con lo que sucedió en la Holanda de esa época. La relación de Mondrian con Theo van Doesburg, Gerrit Rietveld, la revista De Stijl, el Neoplasticismo, el auge del arte abstracto, etc. No llegó hasta aquí por casualidad, hay una lenta y trabajada evolución hasta este punto. 

En fin, seguiremos, pero lo que hizo antes de volver a Holanda ya decora muchas viviendas y oficinas de todo el mundo. Queden atentos a la pantalla (pero ojo, que vienen curvas, perdón, rectas).

[G.U. ha utilizado (y la seguirá utilizando) como principal —pero no única— referencia la obra PIET MONDRIAN (1872-1944), Composición sobre el vacío, de Susanne Deicher, Ed Taschen, una experta].

3 comentarios:

  1. Pues no tengo el gusto de conocer a Susanne Deicher, Ed Taschen , ni saber quién es , pero debo decirle mi querido profesor, q ha sido un gusto recibir esta magistral clase suya sobre Mondrian, de quien a parte de sus famosos cuadros rojos, naranja , azules y grises poco o nada sabía ..Me ha encantado ver esta evolución suya de lo figurativo a este esencialismo sublimando las formas de estos árboles q tanto amaba ...una vez vi algo parecido con los toros de Picasso y es ahí donde comienzas a apreciar la obra de estos artista , que de otra forma es muy difícil de apreciar y valorar en la forma q merecen...cuando te enseñan esta transición q les lleva a donde finalmente llegan ... quedo a la espera de esta segunda parte seguro q como esta, será otra expendida entrada, de un para desconocido Mondrian que gracias a ti, lo será menos, mil gracias y un abrazo muy muy fuerte de lunes helado... Gracias otra vez, me voy con los ojos llenos de árboles ; )

    ResponderEliminar
  2. Muy bueno, muy bueno lo de la evolución del figurativismo a lo esencial.
    Muy bueno, !mestre ¡.
    Lo volveré a leer con calma y volveré a entrar para comentar, ahora solo le he dado una ojeada.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Tu texto sobre Piet Mondrian ofrece una fascinante mirada a la evolución artística de este pintor neerlandés. Es evidente tu profundo conocimiento y aprecio por la obra de Mondrian.

    Resulta interesante cómo describes los primeros pasos de Mondrian, desde su formación clásica hasta su progresiva ruptura con el arte figurativo. La influencia de su padre calvinista y sus dudas iniciales entre el sacerdocio y la pintura añaden una dimensión humana a la narrativa del artista.

    Tu descripción de las primeras obras de Mondrian, con reminiscencias de la Escuela de La Haya y su fascinación por los paisajes holandeses, árboles y molinos, muestra claramente el punto de partida del artista. Es particularmente reveladora la observación sobre cómo Mondrian comenzó a comprender la autonomía de la obra de arte más allá de la realidad representada.

    La progresión que describes desde obras como "Árbol rojo" hasta las composiciones más abstractas en París es crucial para entender el desarrollo artístico de Mondrian. Tu análisis de cómo las formas se van simplificando y alejando de la representación figurativa es muy acertado.

    Es fascinante ver cómo Mondrian va depurando su estilo, pasando de los paisajes y árboles reconocibles a composiciones cada vez más geométricas y abstractas. La influencia del cubismo de Picasso y Braque que mencionas es evidente en esta transición.

    Desde un punto de vista pictórico, es notable cómo Mondrian va reduciendo gradualmente su paleta y simplificando las formas. Su evolución desde los tonos sombríos y las formas angulares hasta las composiciones casi puramente geométricas refleja un proceso de destilación artística.

    La mención de obras como "Composición árboles II" ilustra perfectamente este punto de inflexión en su carrera, donde los elementos naturales se han transformado en abstracciones geométricas, anticipando su futuro estilo neoplasticista.

    Tu análisis proporciona una valiosa perspectiva sobre la trayectoria de Mondrian, mostrando cómo su estilo icónico no surgió de la nada, sino que fue el resultado de una lenta y deliberada evolución artística. Espero con interés la continuación de tu análisis, especialmente en lo que respecta a la influencia de De Stijl y el desarrollo del Neoplasticismo.

    Tu enfoque en la evolución artística de Mondrian ofrece una visión enriquecedora que va más allá de las famosas composiciones geométricas por las que es más conocido, permitiéndonos apreciar la profundidad y complejidad de su viaje artístico.

    ResponderEliminar