viernes, 1 de noviembre de 2024

La criminal Naturaleza, el museo Thyssen y Pisarro

Lo que ha sucedido en Levante, La Mancha y Andalucía nos ha dejado a todos K.O., que no es lo mismo que O.K., ojo al dato. F.C. escribía unas palabras que no podemos sino compartir: «La Naturaleza es un monstruo capaz de arrasar con todo lo que tiene por delante. Lo vemos a menudo y ahora en las tierras de levante ha causado daño, dolor y muertes. Lamentamos mucho este daño y no podemos hacer otra cosa que unir nuestros sentimientos y acompañar a todas las personas que han padecido el arrebato de este monstruo criminal que es la Naturaleza y que siempre nos tiene en vilo».
El pueblo de Paiporta, ayer (30/10/2024)
Por lo demás, en Barcelona están siendo simplemente días lluviosos, que G.U. vive con especial tristeza e inquietud, por motivos familiares que no vienen al caso aquí. Nos evadimos de ello a través del blog. 



En efecto, días de lluvia mansa en la ciudad de Barcelona, que nos recuerdan a los que retrataba Pisarro (1830-1903) en el invierno parisino; unos cuadros que siempre gustaron mucho a un servidor de ustedes por su perspectiva lineal y aérea, la atmósfera y el uso del color. Viene a cuento porque en la última entrada comentábamos sobre la deriva del museo Thyssen en sus exposiciones temporales y, en los comentarios, se hablaba de la colección permanente. En particular, del cuadro Rue Saint-Honoré por la tarde. Efecto de la lluvia, de Camille Pissarro (1830-1897), que a Miquel le trae recuerdos...

Toda su vida había pintado Pisarro vistas au plein air de paisajes campestres, pero tuvo que abandonar esos temas al agravarse la enfermedad ocular que padecía, por lo que se trasladó a París buscando tratamiento. En esta ciudad se dedicó a pintar desde ventanas elevadas y, por tanto, desde un punto de vista alto, las calles rectilíneas que diseñara el barón Haussmann, aquel gran urbanista del S. XIX. La Avenue de l´Opéra, la Rue St. Honoré y el Boulevard Montmartre fueron sus temas favoritos. 
Camille Pisarro, Boulevard Montmartre (1897) / Avenue de l´Opéra (1898)
G.U. posa, circunspecto, junto a Rue Saint-Honoré por la tarde. Efecto de la lluvia, de Camille Pissarro
Este cuadro tuvo sus vicisitudes, Lilly Cassirer Neubauer, como otros muchos judíos durante el nazismo, tuvo que vender esa obra de arte de su propiedad por 360 dólares, como moneda de cambio para poder huir de la Alemania nazi. En 1976, el cuadro lo compró el barón Thyssen-Bornemisza por 360.000 dólares a un marchante de Nueva York. Hoy en día tiene un precio de 38 millones de euros.

En el año 2000, mientras el fotógrafo Claude Cassirer, nieto de Lilly Cassirer, paseaba por la primera planta del museo Thyssen, descubrió el lienzo que había pertenecido a su abuela, así que decidió acudir a los tribunales y exigir su inmediata devolución. En cuanto a la "inmediata devolución" que exigía el fotógrafo Cassirer, ni está ni se la espera. Tras múltiples litigios, el caso es que ningún juez aceptó nunca esa reclamación, por fortuna para nosotros, que gracias a eso podemos disfrutarlo.
Columna 1GrisKandinsky; Columna 2PisarroCanaletto ; Columna 3: NoldeCézanneHopper;  Columna 4Ribera
Exposición "Un Thyssen nunca visto" (Barcelona, CaixaForum, 2017)
El Thyssen tiene buenas obras en su colección permanente, aunque muchas de ellas están catalogadas como "de la Escuela de". Unas se muestran y otras muchas quedan ocultas por falta de espacio. 

Aún recordamos una espléndida exposición que tuvo lugar a principios de 2017 en Barcelona. Ahora cada vez aterrizan menos de esta envergadura por aquí. El 23 de enero (un día que G.U. siempre tiene en el corazón), pues bien, ese día de ese año visitó la exposición de CaixaForum "Un Thyssen nunca visto". Dimos cumplida reseña de ello en Una exposición estupenda en un día gris. Allí estaba esa obra y otras muchas. De entre ellas hicimos ese modesto mural, que reproducimos de nuevo para aquellos (pocos) que no nos visitaron entonces, quizá desconocedores de nuestra existencia.

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