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Acto de entrega del retrato de Javier Lambán (10 de julio de 2025) Sor Isabel Guerra (autora del retrato), Javier Lambán y Jorge Azcón |
Un buen retrato el que le ha hecho Sor Isabel Guerra a Javier Lambán; fue entregado el 10 de julio.
EL PSOE IMPONE UNA SANCIÓN DE 600 EUROS A MAYTE PÉREZ POR ACUDIR AL HOMENAJE DE LAMBÁN
Leemos en Heraldo de Aragón:
«La dirección del grupo socialista en el Senado ha impuesto finalmente una sanción de 600 euros a la parlamentaria turolense Mayte Pérez por acudir al homenaje al expresidente aragonés Javier Lambán cuando ese mismo día, el pasado 10 de julio, había una sesión ordinaria de pleno convocada. La resolución se le ha comunicado esta semana a la senadora autonómica, que ha optado por mantener un perfil bajo y no hacer declaraciones. Si no presenta alegaciones, una posibilidad que en las filas socialistas se da por descartada, se le descontará ya la cuantía en la próxima nómina».
Aparte de frases protocolarias en X (antes Twitter) para salir del paso, apenas hemos leído nada sobre su muerte. Se entiende, ya saben, «llamad al petardo ese», exigía hace un tiempo el «Puto Amo». Del Heraldo de Aragón extractamos —en homenaje a su figura y porque compartimos lo que escribe— el que quizá fue último artículo de Javier Lambán en ese diario, Los mártires de la democracia:
«Abogo por una movilización civil para conmemorar el centenario de la guerra, recuperando la concordia de 1978 y erradicando la pulsión fratricida de 1936. Llegar al aniversario con los muertos de las cunetas exhumados y enterrados con dignidad; con los 300 atentados de ETA pendientes ya resueltos y con las víctimas tratadas con la reverencia que merecen sería una buena señal. No parece destinada al éxito mi idea. Desde tiempos inmemoriales, el poder se ha legitimado y ha tratado de imponer su visión del presente utilizando la historia, algunas veces respetándola y casi siempre desvirtuándola. La guerra civil y el terrorismo son bien ilustrativos al respecto. En el caso de la guerra civil, yo mismo me dediqué desde los 19 años a reivindicar el legado de las víctimas y después a estudiarla junto a la República como los fenómenos trascendentales de nuestra historia que fueron. Sigo haciéndolo, pero con mucho cuidado de no reabrir heridas sino de cerrarlas. Porque la Transición, un proceso que supuso pasar de la dictadura a la democracia y que asombró al mundo, la hizo posible un prodigioso acuerdo entre los hijos de los perdedores y de los vencedores de la guerra, un gesto supremo de concordia que permitió dejar atrás una de las etapas más tenebrosas de nuestro pasado y asentar una convivencia que todos hemos disfrutado durante muchos años. Pero en las últimas dos décadas, amplios sectores de la izquierda social y política han decidido cancelar el legado de aquella Transición y construir un bibloquismo que ha quebrado la convivencia y nos ha devuelto a los tiempos convulsos anteriores a 1977.  | Javier Lambán. Foto: PSOE |
No se nos escapan las graves consecuencias que se derivan de este retroceso histórico ni los fines políticos a los que sirve. No obstante, el manto del olvido que la sociedad española está extendiendo sobre las víctimas del terrorismo no me parece menos oneroso para el futuro del régimen del 78: la democracia que fundó la Constitución no se fue construyendo después contra el franquismo sino contra el terrorismo, por lo que perder esa perspectiva supone desdeñar ese heroico esfuerzo que comprometió a la mayoría de los españoles. Fue una batalla ganada por el Estado de derecho, con la eficacia de la Guardia Civil, la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas; con el gran trabajo de jueces y fiscales; con la altura de miras que casi siempre demostraron los políticos, con Pérez Rubalcaba a la cabeza; con una sociedad vasca extorsionada, obligada a emigrar; con una sociedad española presa con frecuencia del miedo pero confiada en el buen hacer del Estado; con el dolor de las familias de las personas asesinadas y, por encima de todo, con las víctimas, con quienes perdieron la vida, a las que no dudo en calificar como verdaderos mártires de la democracia. Pero lamentablemente hace ya mucho que se viene relativizando el terrorismo y olvidando a las víctimas, llegando a la apoteosis de la infamia, la incorporación de Bildu a la gobernanza del Estado. Un partido que no ha renunciado al legado terrorista, pero que resulta imprescindible para sostener al actual Gobierno. Quizá en menos de un año no quede ni un preso en la cárcel. Que Otegi y Aizpurua, con evidentes responsabilidades en el ámbito de ETA, sean hoy sus caras visibles es muy doloroso.[...] En fin, que cada vez me convenzo más de que nuestra democracia está hecha de una sustancia moral, uno de cuyos componentes más definitorios es la lucha contra el terrorismo y la victoria final de los demócratas. En aras de recuperar nuestra autoestima como país, se impone reivindicar con determinación esa herencia impagable». |
Suponiendo
ResponderEliminarque Sánchez
no acuda a
su entierro,
de lo poco
honesto que
demuestra
ser, sabemos
que no lo
tragaba,
aunque en
realidad,
era algo
mutuo.