La verdad es que estar con "Patiña", así la llamábamos, era una bendición, y disfrutamos de ese privilegio hasta la madrugada del 23 de enero de 1999, ahora hace veinticinco años, justamente a esta hora. Murió sin molestar, sin haberse creado ningún enemigo y sin haberle negado nada nunca ni a nuestro padre ni a nosotros ni a sus nietos ni casi a nadie.
Sin embargo, más aún que su belleza, allí estaba su bondad alegre y tierna, esa bondad que la sustentaba y que era la esencia de un alma sin recovecos, siempre optimista. En fin, siempre pura y centelleante, como sus ojos, como su risa, como su humor, como sus imitaciones impagables de la gente a la que consideraba algo grotesca... DEP.
No se que
ResponderEliminarrazón hay,
ha sido
mirar la
imagen ,
y me
transmitió
buen rollo,
y si, tiene
una belleza
serena .
Es que era una persona que transmitía buen rollo siempre. Pues sí, me parece mentira, hace ya "medio lustro" (!), tal como escribía nuestro flamante ministro de Cultura, un sujeto llamado Ernest Urtasun, con motivo de los 25 años del fallecimiento de Gloria Fuertes. En fin...
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Ahora quiere
Eliminarsaquear el
los museos
😂😂
Una buena madre dispuesta ha darlo todo, D.E.P., su recuerdo te acompañará siempre, será tu guía.
ResponderEliminarAbrazos
Muy buena madre, amante como tú del "minimalismo armónico". Nunca quiso molestar, ni arremeter contra nadie, aunque era la primera en tomarse a cuchufleta a ciertas personas, cuando no estaban delante...
EliminarUn abrazo.
Una entrada bella.
ResponderEliminarGracias, Miquel. Son cosas que más o menos suelo repetir casi todos los 23 de enero, una fecha que tengo grabada en piedra en mi calendario desde aquel de 1999.
EliminarUn abrazo.
Me pregunto qué diferencia supone en la vida haber tenido a una madre como la tuya que representa para ti todo lo bueno en el mundo, a una madre como la mía que representa todo lo contrario. Es solo una pregunta que me hago a mí mismo. Imagino que tú debes de saber quién eres y dónde estás... Saludos.
ResponderEliminarSí, lla verdad es que no sé lo que hubiera supuesto para mí tener una madre como la tuya. No lo sé, me cuesta imaginarlo y también imaginar las consecuencias que hubiera tenido en mi vida alguien así. Saludos.
EliminarComo una madre,no hay na,dice la copla.La pobre mía tuvo un ictu cerebral y perdió movilidad,así que se sentaba en la terraza que da al jardín y no paraba de cantar coplas de su época.
ResponderEliminarSaludos.
Qué mal asunto, ese síndrome que viene sin avisar y cambia la vida a la persona que lo sufre y a cuantos la rodean. Mi madre padeció una trombosis cerebral cuando yo tenía veinte años. Estuvo al borde de la muerte,sin poder articular palabra, solo risas inconexas, hasta vino un cura a darle la extremaunción. Pero, si quieres que te diga la verdad, no sé como pudo salir de aquello, ni qué hubiera significado para mí tenerla como tú tuviste a la tuya.
EliminarSaludos.
Como dice Miquel, una entrada hermosa... nada más que añadir.
ResponderEliminarAbrazo, G.U
¡Hola, Paco, cómo me alegra tu visita! Te lo agradezco. Se me pasó entrar en "La metáfora del viento" y responder a tu felicitación de Año Nuevo, pero llevabas tiempo sin aparecer y no se me ocurrió entrar "en tu casa". Date por felicitado.
EliminarUn abrazo.
Iba a irme a la cama y cerrar el ordenador -estuve trabajando hasta ahora mismo- pero no quería irme sin decirte que has escrito un precioso homenaje a tu madre, la has dibujado con tanto cariño y delicadeza que seguro está sonriéndote desde donde sea que esté, no tengas ninguna duda y fíjate! lo que son las casualidades, justamente el día 23 de Enero -porque ahora mismo ya estamos a 24- ha sido el cumpleaños de mi madre, que desde hace 5 años la he traído a vivir conmigo. Ha cumplido 93 años, como la tuya es una niña grande, siempre lo fue pero ahora más porque necesita ayuda para casi todo, de hecho ahora mismo yo soy su madre y ella mi hija.. me llama mamá jajaja la vida es así de curiosa, todo gira y donde algo termina, algo empieza, los papeles se invierten y todo es un círculo infinito .. pero hemos tenido muchísima suerte...a mi me tocó el mejor padre del mundo, hace 20 años que falleció y como a ti, una madre estupenda, ahora la mejor mamá/hija.. : ) Un beso GU!!
ResponderEliminarMuchas gracias, María, por tus palabras. Lo escribí con el corazón y así se ha quedado. Suelo dedicarle un pequeño homenaje cada 23 de enero, aunque ha habido algún año en que me han faltado ánimos para hacerlo.
Eliminar¡Qué casualidad de fechas la que me cuentas! En efecto, a nosotros también nos pasó con nuestra madre, que hubo un momento —al que se había llegado paulatinamente— en el que nuestra madre se convirtió un poco en nuestra hija; le pasa también a doña Perpetua con la suya. Ley de vida.
Un abrazo fuerte.