Ya recuperados del trasiego veraniego y vacacional, con más desplazamientos de los previstos, no todos agradables, regresamos a la rutina diaria después de meses desconectados. Pero que no cunda el pánico, no inquietarse por cómo están los asuntos por aquí, por allá y por acullá. En lo de allá y acullá, poco podemos incidir.
En cuanto a lo de aquí, tampoco; está en manos de nuestros "políticos", por llamarlos de alguna manera. Pero sabemos que podemos pastar tranquilos. Tenemos quien nos protege: el que está (provisionamente al menos) al timón de la nave, que nos va a pacificar a todos. Aunque... la verdad es que G.U. necesitaría otras vacaciones para tranquilizarse.
Pero como eso no es posible, qué mejor que dejarse arrullar por este fragmento de la cantata BWV 208, de Bach («Schafe können sicher weiden / Sheep may safely graze / Las ovejas pueden pastar con seguridad»), una pieza que desde siempre le ha llenado de paz a G.U. Y es que Bach es mucho Bach, ojo al dato. La ofrecemos en versión cantada, a cargo de la soprano Ellen McAteer, y la pianística con Kathia Buniatishvili, una georgiana en París.
Y por si el arrullo no ha sido suficiente, aquí va un fragmento que también nos gusta mucho. Pasamos en un plis plas del pleno barroco al romanticismo tardío. En este caso, se trata del segundo movimiento (Adagio sostenuto) del 2º concierto para piano de Rachmaninoff, guiados por nuestra pianista de hoy, la delicada pero también enérgica Kathia Buniatishvili.
Pues gracias...y para después de comer al mediodía, dado que ahora vienen los nietos y he de montarles un tren eléctrico, cosa que les entretiene, y a mí...al menos dejan de lado las tablets y las pantallas.
ResponderEliminarGracias ¡
Marklin era la marca más conocida entonces. Siempre deseé uno, y lo pedía sistemáticamente a los reyes, pero era muy caro, mis padres no se podían permitir ese despilfarro y siempre me lo traían de los que había que darles cuerda. Una máquina, un vagón y diez vías que cerraban en círculo. Y unos indios y cowboys y un par de libros de Salgari de Editorial Molino. Lo mejor, esto último.
EliminarEn fin, si el tinglado es como el de abajo tienes faena...
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jejejeje...noooo, no llega a tanto, pero da su trajín...
EliminarUn abrazo
Schafe können sicher weiden, extraordinario, forma parte de mi selección íntima, la interpreteción de la Buniatishvili es impresionante, me gusta más oírla que verla.
ResponderEliminarObras como esta pueden justificar la existencia de una civilización.
Salud
También forma parte de mi selección íntima esa pieza. La interpretación me gusta mucho, aunque da la impresión de que la Buniatishvili sobreactúa un poco ante la cámara... En cuanto al concierto de Rachmaninoff, la transmisión la encuentro muy lograda y ella está a la altura.
EliminarSaludos.
jajaja creo que nuestro amigo FRANCESC C, es el único de los mortales que prefiere escuchar a Buniatishvili que verla, a mi como intérprete me gusta, aunque me gustan más otros, los que me encantan son BACH y Rachmaninoff... de hecho, aunque sé que tampoco le gustan nada los románticos una de mis piezas favoritas, es ESTA ... mil gracias por este ratito.. una delicia! buen domingo y un abrazo muy fuerte ... ah! y no te preocupes, no me estresa nada contestar.. ya te lo he dicho, si no disfrutara como una anana haciéndolo no lo haría .. eso sí... a mi ritmo bananero : )
ResponderEliminarBueno, María, es que mi buen amigo Francesc es un tipo singular, lo que llamarían ahora un "friki", ya se lo he comentado a él alguna vez cariñosamente. No ha leído ninguna novela posterior al XVIII, las últimas películas que vio fueron una de Eddie Constantine y otra de Fellini hace ciento veinte años y no va nunca al cine ni lo ve por TV. Tampoco tiene ningún cuadro colgado en las paredes de su casa, ni siquiera litografías de sus admirados pintores abstractos ni la "Ultima cena" de Leonardo ni el póster del Che Guevara (hubo una época en que todo el mundo lo tenía). Y, para colmo, ¡le gusta más oír que ver a la Buniatishvili! Es un tipo especial, sin duda.
EliminarMuchas gracias por el enlace a esa preciosa pieza de Rachmaninoff. Por cierto, he podido apreciar que ya vas avanzando en tus respuestas a los que comentan tu última entrada. Se ve que te gusta hacerlo y no las despachas con cuatro frases protocolarias, qué va...
Un abrazo fuerte.
Amigos, la Buniatishvili es una gran intérprete, en mi opinión, le va muy bien el repertorio romántico, pero ocurre que cuando interpreta a Bach se apoya en gestos que no corresponden al barroco. Me gusta verla cuando interpreta a Rachmaninoff o cualquier compositor emocionado, pero en la música barroca, prefiero solamente escucharla. Añado que sí, que es una pianista excelente, que lo hace muy bien y además es amiga de una amiga mía.
EliminarAbrazos.
Queda aclarado el asunto de que no te gustara ver a la Buniatishvili. Te comentaba lo del "posat" de la pianista, que me parecía un punto impostado ante la cámara en la interpretación de Bach, como sobreactuando. Pues quizá va a ser por lo que explicas.
EliminarUn abrazo.
En mi casa el que escucha a Bach es mi hijo. Me apunto el tanto. Desde bebe les puse mucha música clásica.
EliminarEl que yo solo aprecie un limitado número de obras no me impidió procurar esa Educación a mis hijos porque entendí que les hacía más ricos intelectualmente hablando.
Un saludo.
Buenos días, y muchas gracias por toda la jugosa información y los enlaces. Yo, en mi ignorancia, conocía esta variación de Rachmaninov / Paganini, como la canción de Neil Diamond "September morn". Lo curioso es que he estado buscando en los créditos de la canción y no he encontrado ninguna referencia a la procedencia de la música.
EliminarEn su día, descubrí a Rachmaninov gracias a la canción "All by myself" de Eric Carmen, esa sí acreditada como adaptación del concierto n° 2
Aquí hay un mix acerca del tema de Rachmaninoff al que se refiere, aunque no cantado por Eric Carmen. https://youtu.be/c9WchRfviOk?si=ORLPQUILxdCCFS_s
EliminarDe la Rapsodia, no sé si es la misma. Parece ser que el tema de Neil Diamond lo musicó Gilbert Becaud, pero no sé más.
Muchas gracias por su comentario. Un saludo.
Pues sí, Daniel, les puede proporcionar buenos momentos de placer. Creo que haces bien en iniciarlos en esas cosas. Sin embargo, hay padres que en mi opinión se pasan tres pueblos martirizando las horas libres de sus hijos obligándoles machaconamente a tocar un instrumento musical sin apetecerles, sea el clarinete, el piano, el violín o la flauta travesera...
ResponderEliminarUn saludo.