Cercas, los monigotes y el autobús amarillo

Da pereza hablar del procés, que cada día nos ofrece nuevas perlas, bastante deprimentes por cierto. Verbigracia:

1) Al pobre Javier Cercas, un escritor como la copa de un pino, le están moliendo a palos por haber tenido la osadía de acudir a TV3 para decir "las verdades del barquero". Según él, España es una democracia. ¡Habráse visto, qué descaro el de ese "poca vergonya"! El contraataque ha sido tremendo, con todo tipo de insultos, acusándolo poco menos que de genocida (al estilo de Radovan Karadžić) y de reclamar que el ejército venga a exterminar a los independentistas.

2) Por otra parte, hay una serie de fanáticos, imbéciles y pringadillos diversos que se están dedicando a colgar de los puentes de las autovías catalanas unos inquietantes monigotes que penden de unas cuerdas, acusando a los partidos procesistas de no ponerse de acuerdo para proclamar la independencia a la voz de ¡ya! ("primer aviso", lo llaman; se supone que habrá más). Esos sujetos que cuelgan muñecos en los puentes quizá ignoran que son marionetas manejadas hábilmente por un buen puñado de mangantones de tomo y lomo que viven como Dios a costa del procés.

3) Mientras tanto, unos autobuses pintados de amarillo fletados por la ANC vuelven a recorrer incansables nuestras carreteras, anunciando muy ufanos que son "el 52 per cent" y que, por tanto, lo que toca es INDEPENDÈNCIA, ARA! 

[Esquerra Eixample (@AssembleaEExI) / granuribe50]

Qué indefensión siente uno y qué cansino es todo esto, y más en la situación tan deprimente en que estamos inmersos. Por suerte, todavía hay gente inasequible al desaliento, como Javier Cercas y Lluís Bosch, que sigue diciendo lo que piensa y de qué manera tan brillante siempre, aunque imaginamos que eso debe de tener un amargo coste para ellos. Agradecidos les estamos, porque nos hacen sentirnos menos solos.

Veamos un trozo de lo que dice este último en su entrada ¿Se puede ser demócrata e independentista? Utiliza en ella una serie de oraciones subordinadas de tipo adversativo que, por desgracia, suponen el pan nuestro de cada día por estos lares, una región donde por lo que se ve todos se consideran muy demócratas.

[...] «La Cataluña de los últimos años ha normalizado, sin pestañear, ese tipo de expresiones: Soy demócrata, pero en Cataluña solo puede haber partidos nacionales. Soy demócrata, pero en Cataluña debe prohibirse el uso del castellano. Soy demócrata, pero TV3 solo se debe invitar a tertulianos nacionalistas. Soy demócrata, pero el gobierno solo debe subvencionar la cultura catalana en catalán. Soy demócrata, pero los partidos no-independentistas no deben ocupar espacios en el Parlament. Soy demócrata, pero la voluntad del pueblo está por encima de las leyes. Estoy a favor de la libertad de expresión, pero solo tolero que se expresen los que opinan como yo. El último impulso antidemocrático, iliberal y antilustrado lo tenemos (de nuevo) en la ANC, entidad que pasea un autobús amarillo por las calles exigiendo "Independencia AHORA". Y aporta un número: somo el 52%. Se refieren al porcentaje de diputados independentistas del Parlament. Aunque hay otros números, no los manifiestan. No cuenta, por ejemplo, que en esas elecciones (elecciones y no referéndum) votó el 53% del censo, dato más que relevante en ese asunto. El mismo dato ofrece una lectura mucho más nítida si se cuenta bien: Votó el 53%, y de ese 53%, el 52% votó independentista: luego un 26% del censo es independentista. El uso de los números como me plazca y mejor me convenga no creo que sea un alarde del pensamiento democrático. Quizás no sería mala idea un buen plan de educación sobre valores democráticos en las Tv, incluso en Tv3: quizás se debería contar cuales son los principios de la democracia: igualdad, diálogo, consenso, pacto, respeto por la minoría, respeto fundamental por las leyes. Sin uno de esos elementos no hay democracia. A lo sumo hay culto a las urnas, pero las urnas no hacen una democracia: incluso Franco convocó referéndums. El próximo día les hablaré acerca de Javier Cercas».

Viñeta de JL Martín (7/4/2021)

Monigotes colgados en un puente de la autovía C-17, en las proximidades de Hostalets de Balenyà (al fondo, el Roc Gros)