jueves, 22 de febrero de 2018

Hasta siempre, Forges

Muere Forges, genial dibujante de medio siglo de historia de España


Hoy es un día triste. Descansa en paz, querido Forges. Gracias por todo. No te olvidaremos...

7 comentarios:

  1. Hasta siempre. Le echaremos mucho de menos, cada día en El País.
    "La historia forgesporánea", con sus tres tomos y su rigor o "La historia de aquí", ambas para reír y aprender. Imposible olvidarle.

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  2. Imposible... Le debemos mucho.

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    1. No soy ni chafardero ni amarillista. Pero cuando alguien conocido y al que aprecio muere sin haber tenido yo noticia previa de sus problemas de salud siempre me pregunto por las circunstancias, por cómo sucedió y de qué manera sobrellevó las cosas. Una manera más de acercarme al personaje. Y me ha vuelto a pasar con Forges.

      He leído todo tipo artículos laudatorios, merecidas laudes por cierto, pero en ninguno de ellos se nos apunta ningún detalle de cuándo lo empezó a pasar mal y de lo bien que sobrellevó esos males sin que ninguno de sus seguidores pudiéramos siquiera aventurar lo canutas que las estaba pasando, siempre con ese buen humor tan suyo y tan nuestro hasta el final.

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    2. Solo uno de los artículos laudatorios, de una mujer cuyo nombre ahora no recuerdo, mencionaba como de pasada que notaba la enfermedad de nuestro Forges por su voz, que delataba su estado. Eso ha sido todo. Forges de nuevo nos ha dado una lección a todos de contención y de elegancia frente a su adversidad. ¡Qué pena más grande tenemos sus seguidores de tantos años!
      nvts

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    3. Y otro de Juan Cruz en el que explica que se lo encontró por la calle, no indica cuándo, con unos auriculares escuchando una Sinfonía de Mahler. ¿Sería "por un casual" el tercer movimiento de la Sinfonía Titán?

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  3. Me ocurre lo mismo que a GU: yo tampoco sabía nada de su enfermedad -la continuidad y normalidad de su viñeta diaria en El País contribuyeron a mi ignorancia-, de manera que la sorpresa ha sido mayúscula. Una gran pérdida para todos, de la que será difícil reponerse. Forges, descansa en paz, que te lo has ganado.
    El Tapir

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  4. RIP Forges. Como muchos de vosotros, nací hace ya algunas décadas y Forges fue parte de mi vida mientras crecía. Hay mucho de admirable en él. La Historia Forgesporánea me sirvió no solo para reirme de algunas viñetas muy ingeniosas, sino también para adquirir algunas nociones de Historia, que en la escuela me entraban por una oreja y me salían por otra. Sí, qué cosas, de las guerras carlistas y otros eventos de la historia española, retuve algunas fechas y nombres, más por Forges que por los libros de la escuela. ¿Burro de mí? Supongo que es meramente una cuestión de didáctica: la letra con chiste entra.
    Dicho esto, hago una reflexión sobre algo que ya entonces, años 80, me escamaba ligeramente a pesar de mi tierna edad. No hay más que ver los dibujos que acompañaban la portada interna de la colección. Forges, humano como todos, cayó en un defecto mil veces repetido, el de creer que "todo tiempo presente es mejor". Natural, recién salidos de una dictadura tan larga, estar llenos de esperanza para la nueva etapa. Pero la ingenuidad se pagó cara, los librepensantes como él bajaron la guardia y le abrieron el país de puerta en puerta a lobos con piel de cordero como Felipe González o Juan Carlos I. Sí, amigos, esos eran sus héroes, en particular el segundo, conviene recordarlo hoy. Echen un vistazo otra vez a la intratapa de la historia forgesporánea, donde están resumidos gráficamente el plan de la obra y pensamiento del autor: Vemos una ristra de sátrapas en hilera cronológica, desde Fernando VII "el infame" hasta el dictador de El Ferrol. Bajo sus pies hay un charco de sangre. Por último, a modo de "fin de la historia" remata la hilera un tipo que se desmarca por sus aires campechanos y buenazos (Sí.. él..Juan Carlos the first), rodeado de esos luises, pedros, tomasas con los que con tanta gracia Forges retrataba al pueblo llano, sufrido, agradecido de las españas. Lo lamento Forges, y eso vale para los que quedamos: no más vanas esperanzas, no más cuentos: no hay que bajar nunca la guardia ante los "salvadores de patrias", se maquillen como se maquillen.

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