Dos proyectos no construidos de Frank Lloyd Wright
Cuando hablábamos de Wright en la entrada titulada
Los cuatro arquitectos más influyentes del S.XX (I), nos dejamos "en el tintero" esos proyectos suyos que nunca se llevaron a la
práctica. Para no aburrirles, destacaremos solo dos, aunque hizo bastantes, algunos de gran interés. Pero avui no toca.
El
Gordon Strong Automobile Objective (a veces llamado
Gordon Strong Automobile Observatory) es uno de los proyectos no
construidos más curiosos de Frank Lloyd Wright. Fue diseñado en 1924–1925 para
el empresario Gordon Strong, quien quería un edificio "emblemático", firmado por
un arquitecto-estrella (Wright ya lo era) en la cima de Sugarloaf Mountain, en
Maryland (EE. UU.). Lo que proyectó Wright es una especie zigurat circular,
anticipo de lo que luego veríamos en el museo Guggenheim, pero con el tronco de
cono en su posición natural y no invertido. El edificio estaba organizado como
una gran espiral ascendente, muy al estilo del Guggenheim (que Wright diseñaría
30 años después).
Wright, Proyecto para el Gordon Strong Automobile, perspectiva y
planta
Los coches subían hasta un mirador superior para disfrutar de las vistas de la
montaña. Wright integraba el automóvil como parte de la arquitectura, algo
extremadamente novedoso para la época. Además, en el interior, Wright planeó
un planetario con cúpula, un auditorio circular con asientos giratorios y
pantallas panorámicas para espectáculos de luz. Muy espectacular.
Wright, Proyecto para el Gordon Strong Automobile, sección y
alzado lateral
Aunque Strong estuvo inicialmente interesado, finalmente, cambió de opinión por el tamaño y precio del caprichito. Temia, además, que la llegada masiva de automóviles alterara
la tranquilidad de aquel paraje. El proyecto lo consideró demasiado
ambicioso y costoso para las condiciones del lugar. Por ello, el edificio
nunca pasó de la fase de planos. Una pena. Por cierto, no sabemos si le pagó
el proyecto a Wright, aunque es de suponer que sí, ya que éste no era "un
primaveras" como G.U., sin ir más lejos.
Wright, Gordon Strong Automobile, simulación realizada por David
Romero
Venecia, Ignacio Gardella, Casa Cicogna (1952-1962), junto a la
Iglesia Spiritu Santo, en el canal della Giudecca
¡Qué difícil debe de ser hacer arquitectura contemporánea en los canales de Venecia! Lo
consiguió a duras penas, con polémica incluida, el prestigioso Ignacio Gardella
en la Casa Cicogna, adosada al Iglesia di Spiritu Santo, en el canal
della Giudecca. Una obra que le gusta a G.U., quizá porque le recuerda vagamente
al edificio "Monitor", que también le agrada, el edificio proyectado por Correa y Milá en la Diagonal
(Barcelona), cerca de El Corte Inglés.
Venecia, Hotel Santa Chiara, la ampliación ("El Cubo Blanco") de Maurizio Varrata y el
puente de Calatrava
También el proyecto de ampliación del hotel Santa Chiara, junto al Gran Canal,
una obra proyectada por un tal Maurizio Varrata, con un edificio al que los
siempre recelosos venecianos pusieron como mote "El Cubo Blanco". Otra gran
polémica, aumentada en el caso del Santa Chiara por la construcción del puente
de Calatrava, que desató la ira de los venecianos,por su estética y por el
peligro de romperse la crisma por resbalones de los viandantes, que ya hubo
algunos casos que lamentar.
Venecia, Proyecto de Wright para el Memorial Masieri, Alzado y
planta baja con el altillo
El Memorial Masieri en Venecia, diseñado por Frank Lloyd Wright en 1953,
es uno de los proyectos no construidos más famosos y controvertidos del
arquitecto. Fue encargado para un sitio histórico en el Gran Canal, lo que
desató un intenso debate internacional y finalmente provocó su rechazo por parte
de las autoridades venecianas. En 1951, el joven arquitecto italiano Angelo
Masieri, admirador de Wright, le pidió que renovara un pequeño palacio familiar
del siglo XVIII en el Gran Canal, situado junto al Palacio Balbi, de estilo
renacentita tardío.
En 1952, Masieri y su esposa, Savina, viajaron a Estados Unidos para reunirse
con Wright y hablar del asunto. Durante el viaje, Angelo murió en un accidente
de tráfico. Tras la muerte de su esposo, Savina le pidió a Wright que
continuara con el proyecto, transformándolo en una fundación y residencia para
estudiantes de arquitectura. Y así lo hizo, un proyecto que no renunciaba a su
manera de hacer.
Venecia, Montaje con la propuesta de Wright para el
Memorial Masieri (1953) y Palacio Balbi
Wright, alzado y sección del Memorial Masieri
Un encargo complicado. Wright debía insertar un edificio moderno en un punto
altísimamente sensible del Gran Canal, próximo al Palacio Moro ("de las Trece
Ventanas") y casi adosado al Palacio Balbi. G.U. no tiene claro si el diseño de
Wright intentó una interpretación moderna del palacio veneciano, con una fachada
acristalada y pilares de hormigón que describió como "juncos" que emergían del
agua, buscando tal vez cierto un equilibrio entre la tradición veneciana y su
firme criterio contemporáneo.
Venecia, Montaje con la propuesta de
Wright del Memorial Masieri, Palacio Balbi y Palacio Moro
O si, como señalaba Rafael Moneo, siempre un poco tocacollons (ya lo
era como profesor en la ETSAB), Wright convierte el canal en escenario frente
al cual el edificio actúa como un protagonista individual. Esto vulnerara la
condición veneciana, donde la arquitectura contribuye a una coreografía
colectiva.
Moneo observa que Wright no se somete al lugar, no se somete a la
estructura del palacio veneciano y no busca continuidad sino una presencia
propia, a modo de pieza escultórica. Incluso critica que introdujera en el
interior dobles alturas en el vestíbulo, algo ajeno a la tradición veneciana.
En resumen, denuncia que «Venecia exige "susurrar" y Wright venía "a hablar
alto". ¡Muy duro, Moneo!
Venecia, Fondazione Masieri y Palacio Balbi, Carlo Scarpa
(arquitecto), 1983
Lo cierto es que eso que opina Moneo lo pensaban muchos venecianos,
especialmente los que tenían que dar el vist i plau. El rechazo final
del proyecto por parte del Ay Untamiento de Venecia en 1955 fue un duro golpe
para Wright, aunque es de suponer que cobraría sus buenos honorarios. Y fue todo un símbolo de la resistencia a la modernidad en los centros
históricos, muy especialmente Venecia.
Tras el fracaso del proyecto de Wright, la Fundación
Masieri encargó un nuevo diseño al arquitecto veneciano Carlo Scarpa en 1968.
Scarpa, admirador de Wright, aceptó el encargo que tenía la condición de que
debía preservar la fachada histórica del edificio del siglo XVIII. Su proyecto
se aprobó en 1972 y el edificio, con el interior restaurado, se inauguró en
1983 como sede de la
Fondazione Masieri.
Con esto, acabamos con Frank Lloyd Wright, antes de dedicarnos a nuestro
tocayo Alvar Aalto. Pero entre tanto les dejamos con el homenaje que le
dedicaron Simon&Garfunkel en su LP de despedida.
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