domingo, 19 de octubre de 2025

Queríamos tanto a Diane...

Parafraseamos aquí al Queríamos tanto a Glenda, de Julio Cortázar. ¿Quién de la edad de G.U. no se enamoró de Diane Keaton en Annie Hall? (1977). Junto con Manhattan (1979), es en nuestra modesta opinión la mejor película de Woody Allen, el director actualmente "cancelado", sobre todo en EEUU. En esa película era una mujer que no parecía extraída de una película de Hollywood, sino de la vida real. Allí lucía buen humor, soportaba con simpatía las bromitas de Allen y hacía las suyas propias, parecía una persona próxima con la que poder charlar de todo, incluida cualquier bobada.
Diane Keaton y Woody Allen en Annie Hall (1977)
En un homenaje a Keaton en 2017, Woody Allen la recordaba con todo cariño (fueron pareja durante un tiempo y siguieron colaborando después, siempre siguieron en contacto). Contaba que ella venía de un pueblo muy de derechas ("donde si ayudabas a un ciego a cruzar la calle te acusaban de socialista") y siempre tuvo miedo a la muerte, como él mismo, o como menda, sin ir más lejos. Allen le dijo que «la muerte es como una colonoscopia: te ponen una inyección, todo se apaga y entras en un mundo agradable; el problema es que la vida es como el día de preparación para la colonoscopia». G.U. sabe bien lo de ese día. Por respuesta, Keaton cantó Seems Like Old Times ("Como en los viejos tiempos"), una bonita canción con la que terminaba Annie Hall, que Diane canta con alma, aunque no era lo suyo.

Estos días Woody Allen la ha vuelto a recordar, lo maravillosa que era y lo divertido que era tratarla. Sus películas devinieron algo repetitivas y luego empezó a recibir palos por todas partes. Él confiesa que nunca le ha importado eso, solo le interesaba lo que opinara Diane Keaton. Todo un homenaje. DEP, Diane.

1 comentario:

  1. Estuve en Nueva York en el verano de 1981 con la visión reciente de Manhattan. En mis días allí solo tenía la idea de imitar el recorrido de Woody Allen con Diane Keaton por la ciudad. Fui hasta el Planetario y busqué la perspectiva del puente de Brooklin. Fue un pareja conversadora inolvidable que evoca mis veinte años y desde entonces he sido de la pandilla que tiene a Allen como uno de los míos. La relación entre ambos, revelada por la carta escrita por el director, fue mucho más profunda de lo que se podría haber pensado. Lo que escribes es sensacional. A Woody solo le interesaba la opinión de Diane Keaton y el resto le importaba un higo. Gracias por el homenaje a esta mujer bellísima y llena de encanto. El día que muera Woody Allen habrá muerto algo muy nuestro, ya ha empezado a morir con la muerte de Diane. En fin. Saludos.

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